Los primeros 100 días de Milei: ajuste y persecución según Amnistía Internacional

Amnistía Internacional lanzó un informe sobre los primeros 100 días de gobierno de Javier Milei. Los resultados: pérdida de poder adquisitivo, siendo los jubilados los más afectados, represión en manifestaciones y crecimiento de violencia digital.

«Algunas de las medidas del Ejecutivo han generado un impacto profundo en la vida y los derechos de las personas», sintetizó Mariela Belski, directora ejecutiva en Argentina de la ONG. Y agregó: “Ajustar a los ajustados no parece ningún castigo a poderosos, sino lo contrario. Por eso, nuestra idea fue trabajar en una propuesta que permita que recuperen el poder adquisitivo perdido y proyecten un acompañamiento de las variables económicas a futuro es un imperativo de derechos humanos”.

Jubilados, los más afectados en los primeros 100 días de Milei

En el informe se hace especial hincapié en la situación de los jubilados. En general, sus ingresos están “muy lejos de compensar la inflación acumulada en los últimos tres meses”. “La suma de haberes mínimos y bonos sufrió una pérdida de alrededor de una cuarta parte de su poder adquisitivo en apenas tres meses”, subrayó.

“Desde enero de 2024 se produce un hecho inédito: por primera vez desde que el INDEC implementó una nueva metodología de medición, en 2016, el poder adquisitivo de la jubilación mínima (incluyendo bonos) no alcanzó a cubrir la Canasta Básica Total por adulto equivalente. En otras palabras, según las propias estadísticas oficiales, los haberes mínimos actuales constituyen ingresos de pobreza”, dice el informe.

En tanto, Santiago Juncal, director de Política y Justicia Internacional de Amnistía, explicó: “El no hay plata no puede empujarnos a la disyuntiva de recomponer su jubilación o dejar morir a los jubilados y pensionados. Hay una obligación moral, pero también un compromiso internacional: la Argentina se encuentra obligada por tratados internacionales a garantizar los derechos a la seguridad social de manera progresiva hasta el máximo de sus recursos disponibles”.

Así, subrayaron la importancia de elevar los objetivos y que el foco deje de ser que los jubilados pierdan contra la inflación. Al contrario, que puedan ganarle y mejorar el poder adquisitivo, «lo cual requeriría una recomposición efectiva de sus niveles de ingreso de acuerdo con sus necesidades. Las fórmulas actuales propuestas no explicitan cómo irían paulatinamente aumentando su poder adquisitivo”.

Violencia discursiva, odio en las redes

Amnistía también señaló que “esta administración suma un nuevo modelo de liderazgo de no diálogo y de violencia permanente” que “fija el interés del debate público en la confrontación, el odio o la pelea”. En este sentido, el uso de la palabra «casta» o «los mismos de siempre» generan discursos que incitan a la violencia y fomentan el concepto de «enemigo».

Así, Belski señaló que X “se convirtió en la herramienta preferida del Gobierno para los señalamientos, las indirectas y las acusaciones”. Y agregó: “Los otros poderes, referentes de la oposición, periodistas, artistas, medios de comunicación y organizaciones son frentes de ataque. Cuando, además, quien está al frente de esos ataques es el presidente de la Nación, tiene efectos silenciadores y amedrentadores que socavan la libertad de expresión”.

La pobreza y su impacto social

La ONG se refirió al aumento de la pobreza y su impacto social. El informe dice: «La pauperización general de la economía y los ataques a quienes exponen voces de disenso conducen al conflicto social». “Esta cruda realidad no puede anularse, por más represión y restricciones que se impongan. Cuando sucede la protesta es porque la tensión que genera el conflicto es insostenible. Al hambre no se le da respuesta con mano dura”, agrega.

Paola García Rey, directora adjunta de Amnistía Internacional Argentina, concluyó: “Argentina necesita un cambio. Somos conscientes, y así lo hemos denunciado a lo largo de los distintos gobiernos de todo color e ideología; la profunda crisis económica y social que viene atravesando Argentina en los últimos años exige un rumbo nuevo. Pero cómo esos procesos de cambio se lleven adelante y la manera en que esos cambios impactan en las personas es tan relevante como el objetivo que se pretende conquistar. En ese recorrido, es importante que las personas ocupen un lugar central para elaborar planes y respuestas eficaces y de largo plazo».

«Debe gobernarse para la gente, no para las finanzas. Los ajustes de hoy no pueden ni deben dejar a la deriva a nadie”, finalizó.

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