«En cada obsecuente duerme un traidor».
Friedrich Nietzsche
“Los chicos de traje oscuro, las chicas de largo”. La invitación, que bien podría concernir a la tradición de la tarjetería española, y la decisión de festejar este ilusorio Pacto de Mayo justo un 9 de julio. Aunque lo organizó a la manera estadounidense, que celebran el día de su independencia desde la noche antes. Esto da una muestra clara de que a los hermanitos Milei sólo les importa la foto y enviar mensajes de cipayismo explícito a nuestros “hermanos del Norte” que, con el quilombo que están teniendo fronteras adentro, dudo que estén muy atentos a la lamida de botas presidencial.
No está mal elegida la fecha. Como ya lo expliqué en una columna anterior, el famoso Congreso de Tucumán y la Proclamación de la Independencia fue casi lo mismo que este golpe de efecto que intenta el líder libertario y organiza su hermanita en versión wedding planner patriótica: un gesto, una declaración, una expresión de deseos… y nada más.
En 1816 no se conformó gobierno como deseaban José de San Martín, Martín Miguel de Güemes y Manuel Belgrano, impulsor del Plan Inca que consistía en establecer una monarquía constitucional en la que gobernara Juan Bautista Tupac Amarú. Los porteños, que apenas si habían cedido la localización del congreso en Tucumán para guardar las formas, se negaron. En la voz de Tomás de Anchorena, expresaron que no iban a aceptar “un monarca de la casta de los chocolates, cuya persona, si existía, probablemente tendríamos que sacarla borracha y cubierta de andrajos de alguna chichería”. De esta manera, con palabras vacías, el centralismo de la época dio por concluido el Congreso de Tucumán y se lo trajo a Buenos Aires para, finalmente, dictar la Constitución de 1819 que, de tan unitaria que era, hasta los propios porteños la rechazaron.
Lo mismo busca Milei: un ademán, un registro, la foto de eso que en el fondo está tan vacío de sentido como la declaración sin efectos de 1816. Porque la letra del remanido y manoseado pacto es, de muchas formas, letra muerta. Por ejemplo, en su punto 6, plantea la “rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual que padecen las provincias”. Eso sin tener en cuenta que es imposible por los condicionamientos que la misma Constitución impone a una nueva modalidad de coparticipación: deben estar en acuerdo todas las provincias además de la Nación. Olvidate… ¿O por qué creés que no se pudo resolver en casi 30 años?
Por impulso de los radicales (siempre taaannn preocupados por la cuestión educativa que siguen dilatando el tratamiento del financiamiento de las universidades nacionales), el pacto incluyó, a último momento, el ítem educación en su punto 4. El texto reza “Una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna, con alfabetización plena y sin abandono escolar”. Al respecto, la ex ministra Soledad Acuña tuiteó: “No alcanza. Se sintieron en el compromiso de incluir a la educación en el Pacto de Mayo y metieron una frase vacía. Como cuando tu hijo te pide un regalo y vos salís del apuro: ‘Pedíselo a Papá Noel‘», sentando posición sobre lo que opina el PRO al respecto. Será por eso que Mauricio Macri está entre los ex presidentes invitados que aún no confirmaron ni rechazaron el convite.
Los que sí se sabe que no irán son Axel Kicillof (Buenos Aires), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Si no faltase ningún otro gobernador o no firmase aunque estuviera presente (como algunos se proponen hacer), ellos solos representan a más de 20 millones de argentinos ¿En serio Milei le va a poder hacer creer a alguien que este es un pacto fundacional con más del 43% del pueblo afuera? Por más trajes de noche que utilicen, por más show off que pretendan, el acta escrita en bastardilla no va a ser más que otra puesta en escena de un gobierno que no encuentra apoyos reales ni pagándolos carísimos.
Polarizar hasta que duela
Huir hacia delante. Milei, su psiquis, su impericia -sus compromisos-, le impiden otra salida. Imaginar es muy difícil cuando todo ha sido imaginerías: las falacias se construyen sobre verosímiles, y el Presidente, ha dejado de ser creíble. Los apoyos se diluyen: tanto los sociales como los políticos. Macri manda un diagnóstico fulminante desde la Fundación Pensar, que maneja una de sus amanuenses de cabecera: María Eugenia Vidal, alias “La Homeless”. Los mercados lo maltratan como si no hubiesen sido ellos mismos los que lo pusieron en ese lugar: acaso porque entienden que podría haber sido más eficaz la destrucción encomendada. Las últimas encuestas marcan una estampida de votantes libertarios light y, los que aun apoyan con reservas, es porque no encuentran otra alternativa.
Hay fanáticos, claro. Los más violentos, los más beligerantes. A ellos también la imagen del líder de La Libertad Avanza se les vino abajo como los bonos argentinos en Wall Street esta semana. Algunas miserias de Milei (no asistir a la cumbre del Mercosur para no verse cara a cara con Lula, por ejemplo) lo exhiben como un patotero de redes, un violento discursivo que no puede sostener con el cuerpo lo que expresa con sus palabras, un “gonca”, dirían en mi barrio de la ciudad de La Plata. Y a ellos (a los más cerriles) les gustan los chicos malos de verdad.
Por eso, polarizar es la tarea. Polarizar hasta que duela, dirán los “creativos” de La Libertad Avanza que tienden a copiar o parafrasear cualquier idea que les sirva para hacer unos manguitos: -el humorista plagiario- se impone desde hace años en la derecha propagandística. Total, el único que todavía no cree que “la fama es puro cuento” es el Presidente.
Por un puñado de dólares
Descubrir el agujero del mate no le ha hecho nada bien al mercado. Por eso lo percuden al pobre Milei. Han descifrado que al tipo sólo le interesa consolidarse como líder indiscutido de esa ultra derecha módica y maniquea que carece de cualquier destino interesante para los que cortan el bacalao. Creyeron que iban a poder manejarlo pero… “está loco, ¿vio? Y usted vio cómo son los locos”.
Por eso ponen el dólar en el sube y baja; tiran las acciones por el tobogán de Wall Street; la inflación está de nuevo en el ascensor y los salarios y jubilaciones por la escalera y encima, hasta los propios salen a criticar la segunda fase del “programa”.
Tremenda opereta, más caprichosa que “La Viuda Alegre”, fue la que se comió el «Toto de la Champion«. Y, teniendo en cuenta al personaje que la ejecutó, Fausto Spotorno, viene de parte del archienemigo de Caputo: Federico Sturzenegger. Dos semana atrás, Eduardo Aliverti, en una columna medular por lo anticipatoria, había advertido de este choque entre dos pezzo da novanta de la economía entreguista. Claro, a los mercados sólo les gusta leer lo que ellos quisieran que ocurriese pero… usted hágame caso y juéguele al número que le sopla Aliverti.
“En este rincón…” se escucha a la voz del maestro de ceremonias parado en el medio del ring y “El Coloso” lanza algunos golpes al aire sin mayor convicción mientras del otro lado, “Toto” busca desesperadamente alguien que le alcance el banquito… y no encuentra a nadie. Devenires del amor y desamor de los Hermanitos Macana que, siempre, siempre, necesitan un culpable. Probablemente hasta que ellos mismos se vuelvan las víctimas propiciatorias.
Las señales son tan desprolijas como contundentes. Federico “El Redivivo” Sturzenegger (el mismo que estuvo 15 años procesado por presunta defraudación contra el Estado por el “Megacanje” y zafó gracias a la justicia tributaria… tributaria de Mauricio) se consiguió un ministerio cortado a su medida, aunque las malas lenguas sostengan que le tira un poco por el lado del fundillo. Unas semanas atrás, había mirado a sus alumnos del cuatrimestre de otoño y, con los ojos llenos de lágrimas había admitido: «Esta es la última oportunidad que tengo para que salga bien«. Está perfecto que se emocione: pocos consiguen una tercera oportunidad después de cagarla dos veces. Pero ahora lo llamaron a su juego; le crearon el Ministerio de Des-Estado… bah, de Desregulación y Transformación del Estado: la cartera inventada para “barrer la hojarasca” (léase, hacer mierda todo).
A Luis Caputo, en cambio, el café le llega frío a su despacho. Y a veces hasta con una extraña espumita que no es fruto del arte de ningún barista. Los mozos de Economía (un consejo, si ustedes quieren saber cómo le va a una gestión, pregúntenle a los mozos) puntean una suerte de PRODE sobre cuántos días le quedan aunque todavía persisten algunas voces que lo alientan. Pero, seguramente, se trate de esos empleados que tienen atado su destino al de Toto.
La fallida conferencia, su desesperada e infructuosa recorrida en busca de apoyos, la acusación de “deshonestidad intelectual” para los economistas que señalan el récord de emisión en el primer trimestre y la cantinela de que “el plan no se toca” parecen no alcanzarle al ministro para que antiguos promotores lo traten un poco mejor. Puede que elija no preocuparse porque Guillermo Francos le echa la culpa a Sergio Massa tildándolo de desestabilizador mientras asegura que la actuación los mercados “no parece preocupante ni significativa”. Esto puede significar varias cosas, incluso que el objetivo no sea el ministro de Economía sino el propio Presidente. “El código moral del fin del milenio no condena la injusticia, sino el fracaso”, dijo Eduardo Galeano alguna vez. ¿Será Justicia?
Pato criollo
Rebelión en la Granja PRO. El granjero decidió tomar riendas en el asunto porque, lo más raro, es que se rebelen los patos. La decisión de Macri de empezar a separarse de Milei amerita una mirada eclética sobre sus justificaciones. De arranque apretó al Primer Mandatario con el tema coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y Milei reaccionó favorablemente. Es evidente que Mauricio (y el poder que representa en la derecha mundial) no le es indiferente al libertario. Después le incumplió a Patricia Bullrich la vieja promesa de que él presidiría el partido y ella la Asamblea: en un golpe de Estado que reíte de Juan Carlos Onganía, le montó un escenario que, al parecer incluyó hasta la utilización de fondos partidarios para movilizar asambleístas desde distintos puntos de país. Es que en las provincias a Patricia la quieren menos que a la helada, porque cuando arma, promete; pero cuando llega, reparte sólo con los porteños. Griterío, niños y niñas bien a punto de irse a las manos y una retirada “hacia la derecha” del bullrichismo mientras la líder defenestrada murmuraba “esta me la vas a pagar”.
Se frustró el intento de fusionar al PRO con LLA. Mauricio aspira a ser el jefe de la derecha sensata en la Argentina (cuenta para eso con una aliada de lujo: Victoria Villaruel) y, como tal, proyectar su poder hacia Occidente mientras Milei sólo delira con cambiar el sistema político y económico mundial y ser Zeus, Moisés y Mick Jagger todo junto. Patricia… ay Patricia: ella sólo puede pensar en traicionar y cambiar de partido.
Lindo lo’ ignorito
No pienso contar el vetusto chiste del tipo que, cuando le preguntaron que raza era su perro, contestó “lo ignoro”. Todos lo conocemos y el que no, pregúntele a algún amigo. Pero sirve para graficar el nivel de ignorancia que expresa el Gobierno en algunos de sus cuadros más relevantes, comenzando por el Presidente, quien sostuvo que la cosplayer Lilia Lemoine “sabe de inflación mucho más que la mayoría de los economistas”. Y todo porque esta señora, que es terraplanista y niega que el hombre haya pisado la Luna, sostuvo que “la inflación no es el aumento de precios, es un fenómeno monetario”. ¡Qué lo pa… n con queso!
Mirándola bien, puede que tenga razón: desde que Milei asumió la presidencia anunciando que el que emitiera un peso iba a ir en cana (mantra que cada tanto repite ante algún periodista extranjero y pertinentemente distraído), el anarco capitalista duplicó la base monetaria que, en seis meses, creció 8,9 billones de pesos. Y eso también es parte de su ignorancia. Se vendió como un “especialista en crecimiento económico con o sin dinero” y resulta que emitiendo la misma cifra que toda la base monetaria de 2023 tiene a los argentinos cagados de hambre y en una total incertidumbre.
Pero en la Legislatura porteña hubo otra muestra casi patética de ignorancia. Pilar Ramírez, puntera de Karina en el cuerpo, armó un video para promocionar las bicisendas de una sola mano. Esto produjo una verdadera insurrección libertaria que, al parecer, de la mano de Ramiro Marra (enemistado con la hermana presidencial) saltó a criticar a la legisladora y a pedir que eliminen las bicisendas en lugar de hacerlas de una mano. Siempre con los temas importantes los libertarios porteños. Y de alta profundidad psicológica. De las miles de personas en situación de calle y los tres muertos por el frío y la inanición, ni mú. Sólo les falta decir que el pueblo se ha vuelto fan de Sócrates porque “Sólo se que no… cenaba”.
Tiempos de nacionalismo
El acto por el 50 aniversario del fallecimiento de Juan Perón dejó algo más que tela para cortar. Allí, donde los house organs del mileísmo apátrida sólo ven internas, se encendió una llamita de construcción enancada en un impecable lenguaje peronista que, por sus resonancias y su vigencia, puede proyectarse perfectamente hacia el futuro. “Es hora de los nacionalistas, no de los vendepatria”, enfatizó Axel Kicillof, anfitrión del encuentro que se llevó a cabo en la quinta de San Vicente, bajo la tutela siempre restaurativa de las figuras de Evita y el General. Destaco el discurso, más allá del proceso de rearmado del Movimiento Nacional luego de la derrota electoral y teórica, porque evidencia la reivindicación activa de una gramática y una semántica peronistas. Y eso no es moco de pavo.
Perón es considerado un “enunciador absoluto”; un líder capaz de darle carnadura y representación a colectivos abstractos como Patria, Pueblo y Trabajadores. Hábil, además, para establecer la lógica de los interlocutores válidos: tanto positivos como negativos. En su derrotero discursivo fueron apareciendo los descamisados, la oligarquía, el imperialismo, la tercera posición. Nombraba para signar. Establecía categorías de afiliación donde el «otro político» quedaba excluido y relegado al lugar oscuro de vendepatria, al «orden de la sombra«. El verdadero ser nacional va a rechazar a estos «políticos opacos» y va a reconocer con nitidez que «para un peronista no hay nada mejor que otro peronista» o, mejorado, que “para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”
La recuperación por parte de Axel Kicillof de la mejor tradición enunciativa del peronismo, que venía siendo desarticulada por la acción -probablemente inconsciente- de una progresía inmanentemente gorila, repone rasgos identitarios claros, tan necesarios a la hora de volver a disputar el poder. Esto, sumado a acciones como la celebrada decisión de proveer a los enfermos oncológicos la medicación que el gobierno nacional les retacea, coloca al gobernador de la Provincia de Buenos Aires en el podio más alto de los opositores al anarco liberalismo imperante.
Sin siquiera tener que denunciar el pacto de San José de Flores, con investigaciones sobre una cuenca petrolífera regional y la posibilidad de encontrar litio, Kicillof avanza con una independencia que refiere más un gesto de valentía que una fina estrategia (aunque la hay, se los aseguro) y esta arquitectura político-administrativa que él expresa (que a mi me gusta llamar Federalismo Etario) podría configurar un programa extendido a otras provincias para 2027.
Pero, por sobre todo, el peronismo debe volver a enamorar y en eso, la palabra, tiene un rol fundamental, hasta sanador. “Las generaciones eligen ser narradas por sí mismas”, Daniel Tognetti dixit. Sería importante que, como peronistas, podamos intervenir sus lenguajes con conceptos que constituyeron la propia génesis del movimiento nacional.