En un clima de creciente tensión política y judicial, el peronismo se prepara para una gran movilización este miércoles bajo la consigna «Argentina con Cristina». Desde el departamento donde reside Cristina Fernández de Kirchner en Constitución hasta los tribunales de Comodoro Py, miles de militantes, dirigentes y funcionarios se proponen acompañar a la expresidenta cuando se presente ante la Justicia para notificarse de la condena en la causa Vialidad. La caravana partirá a las 10 de la mañana y se transformará, según quienes la organizan, en una demostración de fuerza contra el Poder Judicial y el ajuste del Gobierno libertario.
Al frente de la coordinación de la jornada está el senador José Mayans, quien convocó a una reunión clave con la cúpula de la CGT para evaluar si la central obrera declara un paro general. El encuentro se llevará a cabo esta tarde en la sede del PJ nacional. En paralelo, en la Casa Rosada se busca evitar la imagen de una Cristina rodeada por una multitud al llegar a los tribunales, por lo que se aceleran gestiones para que el Tribunal Oral Federal N°2 habilite una audiencia virtual.
Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, anticipó el sentido de la movilización: “Vamos a acompañarla a hacer el trámite necesario y volvemos con ella a su casa”. La idea de fondo es que el acompañamiento no sea solo un respaldo simbólico, sino también una señal política para presionar por la prisión domiciliaria. La resolución sobre ese pedido se espera en las próximas horas, luego de que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola emitan su dictamen. Si bien todo indica que ambos se pronunciarán en contra, el tribunal ya rechazó un planteo similar la semana pasada.
Mientras Cristina permanece en su hogar a la espera del miércoles, el oficialismo observa con recelo el crecimiento del operativo peronista. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se refirió al tema y sugirió que «sería absolutamente lógico» que la exmandataria no asista en persona: «La marcha va a generar tensión, cortes y movilización de fuerzas federales», señaló. Y agregó: “Si yo fuera magistrado federal pensaría en que intentemos no generar esta situación social”.
Dentro de la CGT, el debate sobre el paro sigue abierto. Pablo Moyano, Sergio Palazzo y Mario «Paco» Manrique impulsan la idea de una medida de fuerza para garantizar una movilización masiva. «Tiene que haber una gran movilización para acompañarla. Para eso, es necesaria la interrupción de actividades», expresó Palazzo. Manrique fue más tajante: “Si se toma esta decisión arbitraria, hay que hacerlo sentir en la calle”. Por su parte, Pablo Moyano visitó a Cristina días atrás y le prometió que los camioneros estarán presentes.
Sin embargo, no todos los dirigentes sindicales comparten el mismo entusiasmo. Octavio Argüello, de la rama de los Moyano pero con una postura más cauta, respondió: «No somos una sucursal partidaria. Si se decide un paro, debe ser por cuestiones más amplias, no solo por este caso». Héctor Daer y Carlos Acuña, los otros integrantes del triunvirato cegetista, también participarán de la discusión que se desarrollará desde las 15.
Desde el PJ insisten en que la movilización del miércoles no debe limitarse al caso judicial de CFK. José Mayans fue claro: “A la marcha del miércoles tienen que ir todos: los jubilados, los pensionados, los docentes, los del Garrahan. Todos. En este momento, el Gobierno está intentando hacer desaparecer el Estado y le está regalando todo al sector privado”. Su objetivo es sumar a los sectores golpeados por el ajuste y convertir la marcha en un punto de inflexión.
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