Tic Tac, Tic Tac

Foto de Carlos Brigo.

Foto de Carlos Brigo.

“Cuídate de los Idus de Marzo”.
William Shakespeare

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia” debería haber subtitulado el zócalo de las imágenes de la Cámara de Diputados votando una ley que autoriza al Presidente a… vaya a saber qué ¿no?

Porque el DNU aprobado a las 16.30 del pasado miércoles (antes de que cierren los mercados, of course) es, apenas, una larguísima línea de puntos a llenar dependiendo de la voluntad del FMI, la fragilidad del Gobierno, los apuros del poder fáctico y el grado de resistencia que oponga un pueblo que ya ha dado muestras de que sonó la campana y, a Milei, le sacaron el banquito.

Naturalmente, hay sectores que van a hacer lo indecible por sostenerlo dado que, sólo un outsider tamaño baño (perdón la metáfora, sé que no es la apropiada en este caso) como el Papadas, les asegura un camino allanado para el latrocinio y la devastación. Pero 129 diputados no alcanzan. Ni para seguir gobernando por decretos de Necesidad y Urgencia. Ni para sostener una amenaza de represión permanente. Ni para jugar al Estado de Sitio, como quisieron instalar al inicio de la semana. Ni mucho menos para creer que tienen la vaca atada. Una gripe fuerte, o un resfrío, o un arrepentimiento en tiempos de elecciones podrían tirar abajo todo el andamiaje político de un gobierno que ha empezado a comprar caro y tiene una cuenta exigua.

La marcha de jubilados del mismo miércoles fue mucho más. Para nada descartable, ni raleada, ni vacía de contenido. Que aún nadie conduzca ese descontento, apenas catártico en un principio, pero hoy lleno de contenido, con otra demanda, y también otra densidad de resistencia no quiere decir que el Libertario no sea esa ranita que aún nada en agua tibia mientras la olla del pueblo se calienta de rabia y desconsuelo.

Derrotas públicas

La gran perdedora de la jornada de protesta fue Bullrich. Su estrategia de violencias redundantes, que venía posicionándola desde 2000 (cuando recortó el 13% de los salarios de trabajadores y jubilados), se cayó como un piano de cola (por el ruido, digo) y dio paso a una movida más del “Ilusionista del Edificio Martínez de Hoz”… “Mago del Kremlin”, le queda grande.

Caputito, acostumbrado a intervenir espacios de gobierno, le caloteó el control represivo a la Ministra, organizó una maniobra de propaganda, amenaza y pase corto; valló hasta los baños del Congreso y sacó a flote una marcha que, de repetir el esquema de la semana anterior, podría haberle costado demasiado a un gobierno que no tiene espaldas para aguantar.

No tropezar con la misma piedra dos veces”. La frase, que se atribuye al historiador Polibio (siglo II antes de Cristo) es una de las sentencias más conocidas y menos practicadas de la historia de la Humanidad. Es más, Hannah Arendt, tan en boga por estos días, bien podría haber titulado “La Misma Piedra” a su célebre obra “La Condición Humana”.

El pueblo argentino parece obsesionado con tropezar una y otra vez con Patricia Bullrich. Cuando lo natural sería escapar de cualquier armado del que “Pepita la Pistolera” participe aunque sea de costado. Su rancio perfume a pólvora, con notas de crueldad manifiesta, debería intimidar a tal punto al electorado como para no desperdiciar ni un voto en una boleta ligada a su nombre. Mucho menos encabezada por ella. Sin embargo, la falta de candidatos tiene cara de hereje y la interna libertaria no puede dejar de pensar en lo bien que medía otrora. Porque siempre habrá un roto para un descocido. Y nada más roto que Pato, quien acaba de ser desplazada por Santiago Caputo & sus SIDE boys de su rol represor. Una derrota de la cual, la Derecha, hablará mucho tiempo.

Foto de Carlos Brigo.
Foto de Carlos Brigo.

La oportunista

Qué hermosa bicicleta financiera están armando. Cómo ganan y qué felices están los amigos de Toto, el ministro. Que Adorni explique en su rol de comunicador social de buenas noticias para que todos los argentinos entren en el juego de unos pocos. Así todos somos felices y comemos perdices”, decía una Elisa Carrió más que indignada hace apenas 5 meses atrás, el 24 de octubre del año pasado.

La Reina de la Primavera de Quitilipi (cuando tenía 15 años, claro) venía de ver “gatos sentados en las bancas” (apenas un mes antes del tuit bicicletero) y hace pocos días opinaba que los hermanitos Milei eran “marginales. “No tienen aportes… Y la cajera es Karina”, dijo lo más pancha sentada en el living de su segundo hogar, que es el programa de Joaquín Morales Solá. 

Pero a la hora de los bifes, la señora se manifestó a favor del préstamo. Públicamente. “Es la última vez que le apruebo un DNU al Gobierno. Lo voy a hacer porque el pueblo argentino está por encima de este gobierno”. Hábil declarante, capaz de transformar el mayor gesto de cinismo en la caricia de una tía que te perdona, remató: “Si no tiene un refuerzo de dinero fresco, no se puede avanzar en el programa de estabilización, con el que no estoy de acuerdo, pero que es el elegido por el Gobierno”.

Confundir es la tarea. Se llama travestismo ideológico, aunque también podría sintetizarse en falsedad manifiesta. ¿Por qué carajos, alguien que no está conforme con un programa de estabilización, le daría vía libre? Es más, si tampoco acuerda con la forma, con el instrumento (que sería el DNU), ¿por qué lo avala?

Hay una cadena de agachadas similares en la vida política de esta mujer (sobre quién escribí una biografía incómoda titulada “Retrato de una Oportunista” que fue publicada en la revista virtual “La Tecla Ñ”). Hay un cuño, un destino que la ha hecho avanzar y retroceder todas las veces necesarias para conseguir algún beneficio personal. María Elisa Avelina Carrió, por mal nombre “Lilita”, es una falsaria.

Foto de Carlos Brigo.
Foto de Carlos Brigo.

Apoyo crítico

¿Es la única? ¡Nooooooo! Un porcentaje relevante de la clase política (nomenclatura que odiaba el Dr. Raúl Alfonsín, acaso porque la idea de “clase” sea la que mejor los define) practica esta suerte de dualidad ideológica que se proyecta en una fórmula discursiva y su contradicción en lo fáctico. La sesión del miércoles 19 pasado fue un muestrario.

Miguel Ángel Pichetto, campeón en estas lides de apuntarte con la rayada y tirarte con la lisa, a primerísima hora, cuando los camiones hidrantes y los carros de asalto se estacionaban en los alrededores del Congreso y los gendarmes disfrazados de cosplayer de la Tormenta del Desierto ocupaban sus puestos de combate, el rionegrino, que durante años fue presidente del bloque peronista en el Senado, explicaba muy suelto de cuerpo “tengo una visión crítica respecto al instrumento, al DNU, creo que se podía haber enviado un proyecto a la Cámara de Diputados y al Senado; faltan explicaciones y el ministro Luis Caputo, en lugar de estar dando vueltas por canales de TV y yendo a reuniones con el círculo rojo, debería haber venido acá (…) Creo que tienen un gran desprecio por el Congreso, pero hay que pensar en la Argentina y yo tengo una mirada de apoyo crítico, así que voy a votar positivamente”.

Otros diputados, como el “lilito” Juan Manuel López que, para justificar su voto vergonzoso y vergonzante, parafraseó a Jorge Luis Borges, diciendo “porque somos opositores a Milei, pero no somos opositores al pueblo argentino (…) en esta votación, no nos va a unir el amor, sino que nos va a unir el espanto hacia los que muchas veces quieren desestabilizar la Argentina”, cimentaron la estrategia del “apoyo crítico” para acompañar esa costumbre tan en boga en un sector de los legisladores que es declarar una cosa en los medios o redes y luego votar otra en el recinto.

Pero es necesario establecer que fueron 129. No les sobró nada. Por eso tuvieron que ir a desenterrar, desempolvar y adornar a una Lilita Carrió que estaba en las catacumbas. Y obligaron a Miguel Pichetto, que juega de quintacolumnista, a votar a favor, exponiendo su discurso discordante y su pertenencia, por abajo, a los poderes que van contra la República. Los mismos que lo pusieron como candidato a vicepresidente de la fórmula de Macri en 2019.

Apenas 129: el número mínimo imprescindible de diputados para zafar. Y nada más. Rasparon el fondo de la olla. Sacrificaron a sus “encubiertos”. Llegaron con la lengua afuera… No fue una gran victoria. Ni siquiera justificó festejo en una Casa Rosada que empieza a ver las grietas del proyecto. Con Martín Menem tocando el timbre cuando lo mandan a espiar y una Marcela Pagano que empieza a ganar protagonismo… a pesar de Karina Milei y su gavilla.

Pero también una sociedad que está harta del “apoyo crítico” y así como empezó a detectar infiltrados en la marcha y a echarlos, seguramente comenzará a distinguir a los legisladores tránsfugas, de discurso lábil y bolsillo atento. Justo cuando se empiezan a armar las listas y, un nombre inadecuado, te puede mandar al tacho.

Foto de Carlos Brigo.
Foto de Carlos Brigo.

El pueblo y la calle

Afuera del recinto, entre las vallas y más de mil robocops subdesarrollados (además de los infiltrados), el pueblo argentino marchó. Contra el calor, contra la cortina de hierro y asfalto; contra las amenazas de represión que tapizaron las calles, las estaciones, la vida en general… marchó. En orden. En paz. Ejerciendo una protesta que fue bastante más que la catarsis de “unos viejos”. Hubo hombres y mujeres. Muchos. Ocupando Avenida de Mayo desde la vallada Plaza de los dos Congresos hasta casi 9 de Julio. En donde otras miembros de las Fuerzas Disfrazadas los esperaban por si se les ocurría “escapar” hacia Plaza de Mayo.

Por suerte no ocurrió nada demasiado violento. Un par de cachetazos y empujones a infiltrados que tienen un cartel de neón en la frente que dice “cobani-cobani” cuando se prende y apaga. Cánticos, reclamos, pancartas ingeniosas, carteles desesperados. La indignación que, esta vez, le ganó al terror. Cuenta Marcelo Falak, en su editorial “desPertar” de Letra P, que un hombre le dijo «Yo vengo porque tengo miedo de venir, y si tenemos miedo es porque algo anda mal«, mientras, junto a un amigo, caminaba receloso pero contento de haberse animado. Él y muchos marcharon contra el miedo.

Había bastante más que personas, insisto. Había firmeza, reivindicaciones, un tufillo a que comienza a cocinarse una de esas resistencias duras y sufridas a las que nos tiene acostumbrados el pueblo argentino. Había muchas cosas en los ojos de esa multitud que el gobierno se ocupó de que no se mostrara. Había de todo, menos temor. La promesa de represión y sangre había fracasado.

Foto de Carlos Brigo.
La madre de Pablo Grillo, emocionada. Foto de Carlos Brigo.

Dolor y marcha

Y hubo otras marchas. Como el “Camarazo” convocado por la salud de Pablo Grillo que, hacia el fin de semana, dio signos de una mejoría al reconocer a su padre y apretarle la mano, a demás de responder una pregunta con la cabeza. Este hálito de esperanza es también la metáfora de una sociedad que empieza a despertar de un sueño horrible y ha decidido comenzar a desperezarse.

También habrá otras marchas, como la de los jubilados de cada miércoles que, el 9 de abril, contará con el apoyo de la CGT, que se comprometió a acompañarlos un día antes del nuevo Paro General con el que le mandan un mensaje al gobierno (esperemos que efectivo y contundente luego de tanta dilación, de tanto emoji de disgusto).

Pero sobre todo la gran marcha de mañana, 24 de marzo, a 49 años del golpe homicida de 1976 con el que un grupo de militares, comandados por civiles y con la complacencia clerical, derrocaron al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Una marcha que tiene un profundo sentido para nuestro pueblo y para nuestra Patria porque su consigna sigue siendo Nunca Más.

Mañana, a las 16.30, en Plaza de Mayo, se darán cita todos los organismos en unidad, una unidad que no se veía desde hace por lo menos 20 años y que se ha logrado en función de rechazar de la manera más clara, desde todos los sectores y todas las creencias, el discurso negacionista que ha reverdecido el gobierno de Javier Milei. La mejor síntesis llegó vía “X” y fue de Cristina Fernández en el cierre de un tuit donde, con profunda ironía, respondió a la sanción que le impuso el gobierno de los Estados Unidos al prohibirle ingresar al país del norte por “su participación en la corrupción”: “El 24 de marzo todos a marchar, que a Videla y a Massera nunca les prohibieron ingresar a los Estados Unidos”.

Números esquivos

Ya no es más esa incógnita a develar que enredaba el análisis de los encuestadores. Ya no tiene ese encanto que le permitía mantenerse firme en las distintas mediciones a pesar de las atrocidades a las que ha sometido a los jubilados y a los trabajadores. Detrás del temporal que azotó Bahía Blanca, la consultora Delfos desató otro, pero político: Milei ha caído 17 puntos en un mes, de 50 en febrero a 33 en marzo mientras que se instaló en un 55% de rechazo.

También para Pulso Research la valoración positiva de Milei bajó 5,7 puntos porcentuales, quedando en un 45,9%, mientras que la negativa subió 3,9 puntos, hasta 46.3%, e incluso en la medición internacional de CB Consultores, nuestro presidente es el jefe de Estado con mayor caída de imagen de un mes al otro, con un derrumbe del 3,2%.

Naturalmente, se trata de encuestas sobre imagen y no electorales, pero el trabajo realizado por Circuitos, la empresa del sociólogo Pablo Romá, dice que, a la hora de los votos, La Libertad Avanza también retrocede. En Buenos Aires, el PJ le gana a la alianza entre el PRO y los libertarios.

Tampoco le cerraron esta semana los números de la economía, a pesar de la aprobación del DNU en Diputados. La volatilidad de los mercados y la amenaza de una devaluación, más temprano que tarde, mantuvieron un signo de pregunta que hizo que el dólar blue cerrara el viernes a 1280 pesos (llegó a pasar los 1300). Al “Toto de la Champion” los 1460 millones de dólares que se patinó en seis ruedas consecutivas, no le sirvieron. Eso si, clavó las reservas en aldededor de 26.500 millones, dejando a las verdaderamente disponibles en un rojo de más de 10.000 millones, lo que genera muchas dudas sobre la capacidad del ministro de Economía para seguir con el carry trade (que comienza a desarmarse) y mantener el dólar planchado (?). Sobre todo ahora que Milei ha confirmado que el acuerdo con el Fondo cerraría a mediados de abril para luego ser elevado al Directorio. Te quiero ver con los sojeros seguros de que se viene una devaluación. No van a vender ni los granos de acné juvenil.

Sumado a esto, luego de un año de gobierno de Milei, el desempleo aumento al 6,4% (datos del INDEC) y la inflación en alimentos subió 2,4% en la última semana. Y, hablando de inflación, es imprescindible destacar que en febrero se registró la mayor suba de precios en alimentos de los últimos 12 meses, con el 5% en bebidas e infusiones (léase yerba) y 3,5% en carnes (que no paran de aumentar).

Además, la prestigiosa agencia Bloomberg dijo, esta semana, que el índice que utiliza el gobierno para calcular la inflación está “distorsionado”, cosa que algunos prestigiosos economistas no ensobrados, como Leandro Renou o el mismísimo CEPA (Centro de Economía Política Agentina) que pilotean Hernán Letcher y Julia Strada, venían advirtiendo desde hace un rato largo. “Cada mañana, el argentino típico compra un periódico, enciende un cigarrillo y luego, mientras hojea las páginas y fuma, toma el teléfono de su soporte en la pared para hacer una llamada” ironiza el informe para enseguida concluir “Bueno, al menos esto es lo que los estadísticos del gobierno en Buenos Aires quieren hacernos creer. Los cigarrillos, los periódicos y los teléfonos fijos siguen siendo componentes clave del índice de precios al consumidor del país en la actualidad”.

Así, lo que venían denunciando economistas, centros de estudio y hasta los gremios, adquiere nueva relevancia por la jerarquía del medio que denuncia. Y por lo que estos medios provocan en la auto estima de un Javier Milei tan mitómano como para creer que los servicios sin subsidio, los teléfonos celulares y las suscripciones a plataformas de cable hoy inciden menos que los teléfonos fijos o los periódicos papel.

Debe ser complejo para un economista que, en algún momento del año pasado reclamó para sí el Premio Nobel (que “El Pichichi” Scioli le hubiese entregado con gusto) ser objeto de la burla de la compañía de asesoría financiera, software, data y media bursátil más importante del mundo, que maneja una tercera parte del mercado.

Foto de Carlos Brigo.
«Los días más felices fueron, son y serán peronistas». Foto de Carlos Brigo.

Politiqueros

Año electoral, tiempo de rosca. Casi de espaldas a una sociedad que reclama soluciones y acompañamiento, los partidos políticos, sus dirigentes y los consultores – gurúes – trainers que el año que viene van a vivir de la que juntan éste, ya han comenzado el minué de acuerdos y agachadas que los posicionen para integrar las listas.

El Pueblo se siente ajeno a estas artimañas pero yo creo que hace mal. Bajarle el precio a una elección de medio término puede redundar en más males para nuestra gente. De hecho, tener en cuenta la cantidad de trásfugas que habitan las listas del sector que nos representa, anotar sus nombres y juramentarse no votarlos nunca más, nos aliviaría de los Caputo, los Sturzenegger, y las Patricias Bulrrich de la vida: responsables directos de los peores momentos vividos por los argentinos en los últimos 25 años.

Antes de llegar a los comicios nacionales del domingo 26 de octubre, en las que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las provincias de Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego renovarán sus senadores además de que la totalidad de los distritos elegirá la mitad de sus diputados (127) , habrá otras elecciones que suelen ser preámbulos o indicadores de lo que podría pasar.

Esta saga arranca el próximo 18 de Mayo en CABA, en donde ya cerraron las Alianzas y el próximo jueves 27 cerrarán las listas. Hasta ahora sólo hay dos candidatos firmes: Leandro Santoro, que irá por una alianza de partidos bajo el nombre “Es Ahora Buenos Aires”, con una estrategia simple y definida de mano a mano con los vecinos y un discurso directo en el que propone destapar todos los grandes negociados que corren por las entrañas de la ciudad más rica del país, entrañas que no son los subtes, claro. 

El redivivo Horacio Rodríguez Larreta cerró alianza con Graciela Ocaña, la otrora “Hormiguita Viajera” del Frente Grande que como todo buen progresista aburguesado, termina jugando con la Derecha Woke. Este dúo asimétrico competirá con el nombre “Volvamos Buenos Aires”. Este desprendimiento del PRO le complica la vida a “Buenos Aires Primero”, la alianza del partido de Macri con el MID, de Oscar Zago, “El Pugilista”, y otros sellos como UNIR y Ciudades en Acción. Todavía no tienen ninguna figura coinfirmada pero suenan desde la “Orgullosamente Bonaerense” María Eugenia Vidal, actual vocera de Macri Primo hasta la inefable Laurita “Técnicamente no es delito” Alonso.

Tampoco los libertarios han cerrado la lista. La insistencia en posicionar a Karina Milei hasta el último minuto y la expulsión de Ramiro Marra del Partido (¿celos?) han generado un vacío que muchos intentan llenar con un adorno… perdón: con Adorni, “El Vocero que no sabe”, que, en la encuesta recién salida del horno de Federico Delgado mide apenas 9.9 puntos contra los 27.8 de Santoro.

Si las cosas siguieran este rumbo y Leandro Santoro ganase las elecciones con alrededor de 30 puntos (es lo que le da la mayoría de las encuestas ante la fragmentación de la Derecha), esto podría incidir fuertemente en el resto de los comicios provinciales y en el Nacional. Mucho más si el aún ignoto candidato del intendente Macri entrara tercero o cuarto, debajo de Rodríguez Larreta y de algún libertario. Puede que tengamos que comprar pañuelos descartables para el llanto que se aproxima.

Imperator

Un 15 de marzo del año 44 antes de Cristo, Julio César, cayó asesinado en el Senado víctima de una conspiración de la que participó quien era, acaso, su ser más amado: Marco Junio Bruto. Veinte siglos más tarde, el célebre escritor estadounidense Thornton Wilder publicó su novela, “Los Idus de Marzo”, un recorrido por las vicisitudes políticas que suelen envolver a los totalitarismos, estableciendo una sutil pero definitiva atadura entre el emperador romano y el “Duce” Benito Mussolini, creador de fascismo, que había sido asesinado tres años antes y su cadáver, colgado cabeza abajo en una plaza de Milán.

Soplan vientos de marzo en nuestra convulsionada República (o lo que queda de ella). La moneda está en el aire y, los pocos dólares que mande el FMI vaya a saber cuándo, difícilmente cambien la suerte de nuestra Patria en disputa. 

Milei no ha cruzado totalmente el Rubicón… aún. Pero su entorno sueña con reponer un modelo de Imperio de cabotaje esbozado por el grupo tetones libertarios que constituyen el “Brazo Armado del Comandante Dan” en sus mensajes sobre la “ineficacia de la Democracia liberal”.

Todo en línea con la Roma de César. Hasta las traiciones, que surcan el espacio sin que, por el momento haya corrido sangre propia. Pero que sí permiten que fluyan mensajes secretos e incorrectos, subidos a grupos de whatsapp que, se suponen, inviolables.

No son los únicos atravesados por las módicas miserias que pululan en la política partidaria del primer cuarto del siglo XXI. Los egos, la ignorancia, la incapacidad o la falta de reflejos para administrar, los falsos pedestales, los dirigentes que uno debería poder comprar por lo que valen y hacer el gran negocio de vender por lo que creen que valen y el resto de las mezquindades y sordideces que la sociedad empieza a más que intuir, seguramente nos condenen no sólo a perder la República sino al horroroso futuro de naturalizar los totalitarismos populistas que proyectan llevarse puesta a la Argentina.

En ese lugar de los sueños húmedos de los poderosos habita la figura de Javier Milei, el único capaz de la locura total a cambio del caramelo de la fama. Desde las calles, el Pueblo y sus dirigentes, deben transformar la ensoñación en pesadilla. Así sea.

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