Tras la muerte del Papa Francisco, Milei intentó suavizar su historia de agravios

El Presidente decretará duelo nacional por siete días, pese a sus ataques previos al pontífice argentino.

El presidente Javier Milei se refirió a la muerte del papa Francisco, luego de años de confrontación ideológica y declaraciones agraviantes que marcaron su vínculo. A través de un mensaje publicado en redes sociales, el mandatario expresó: “A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí”.

En paralelo, la Casa Rosada anunció que el Gobierno declarará siete días de duelo nacional. La noticia sorprendió, sobre todo teniendo en cuenta que ni Milei ni sus funcionarios habían emitido palabra durante los últimos días, cuando la salud del pontífice se deterioraba.

El jefe de Estado argentino había atacado duramente a Jorge Bergoglio durante la campaña electoral. En una recordada entrevista con Viviana Canosa, Milei sostuvo: “Este país tiene tantos años de justicia social… ¿qué es la justicia social? Es la envidia, el odio, el resentimiento. A ver, originalmente, la envidia era un pecado capital. Habría que informarle al imbécil ese que está en Roma que defiende la justicia social, que sepa que es un robo y que eso va contra los mandamientos”. Y remató con una frase que recorrió el mundo: “Sí, lo voy a decir de frente: es el representante del maligno en la Tierra. ¿Vos sabías que el Papa impulsa el comunismo?”.

A pesar de ese historial de agravios, la relación política entre ambos fue cambiando. El 12 de febrero de 2024, Milei viajó al Vaticano y se mostró sonriente junto al Papa. En aquel entonces, intentó mostrar un tono más moderado, aunque nunca pidió disculpas públicas por sus dichos.

Desde la Oficina del Presidente también difundieron un comunicado donde señalaron que Francisco “condujo con entrega y amor a la Iglesia desde el Vaticano”. Allí destacaron “la incansable lucha del Papado de Francisco para proteger la vida desde la concepción, promover el diálogo interreligioso y acercar la vida espiritual y virtuosa a los más jóvenes”. Además, subrayaron “su voluntad de llevar austeridad a la Santa Sede con sus gestos pastorales”.

El texto finaliza con una cita en latín: “Requiem aeternam dona ei Domine. Et lux perpetua luceat ei. Requiescat in pace.”

Justicia social, el eje de la disputa

Uno de los puntos centrales del conflicto entre Milei y Bergoglio giró siempre en torno a la justicia social. Mientras el Papa defendía su importancia con firmeza, el líder libertario la atacaba como si se tratara de un concepto propio del comunismo.

En varios discursos, el pontífice había advertido sobre las consecuencias de excluir a los más vulnerables. “Los frutos del desarrollo económico no se distribuyen bien. Esta es una realidad evidente que, si no se modifica, va a engendrar peligros cada vez mayores”, dijo en una de sus intervenciones.

Y agregó: “Si no hay buenas políticas, políticas racionales y equitativas que afiancen la justicia social para que todos tengan tierra, techo y trabajo, para que todos tengan un salario justo y los derechos sociales adecuados… Si no hay esto, la lógica del descarte material y el descarte humano se va a extender, dejando a su paso violencia y desolación”. Concluyó con una advertencia que aún resuena: “Mi abuela nos repetía siempre: ‘estén atentos, que el Diablo entra por los bolsillos’”.

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