Tras idas y vueltas por la seguridad, Ciudad y Provincia de Buenos Aires armaron una mesa conjunta

El encuentro, que reunió a los ministros de seguridad de ambos distritos y otros altos funcionarios, no produjo definiciones concretas sobre nuevas medidas, aunque se acordó continuar con los trabajos.

El pasado lunes, en la sede del Ministerio de Seguridad de la Provincia, ubicada en La Matanza, se llevó a cabo una reunión entre funcionarios de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para abordar los recientes hechos de inseguridad que afectan a ambas jurisdicciones.

En esta ocasión, el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, utilizó sus redes sociales para informar sobre el encuentro y destacó que en la mesa de trabajo se evaluaron «los avances estratégicos en seguridad» para el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), así como nuevas acciones a implementar en el corto plazo. Sin embargo, el funcionario no precisó detalles específicos de las iniciativas que se discutirán en la próxima reunión.

Por su parte, el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Waldo Wolff, comentó en una entrevista que tanto su equipo como el de la provincia acordaron presentar propuestas para tratar en la próxima mesa de trabajo, sin adelantar detalles de las medidas que se implementarán. «Vamos a seguir con las conversaciones la próxima semana», indicó, dejando en claro que aún no hay acuerdos firmes sobre acciones a seguir.

El encuentro se desarrolló en un contexto de fuertes críticas entre las autoridades de ambas jurisdicciones. En las semanas previas, Wolff y su colega porteño, Jorge Macri, habían señalado la creciente preocupación por los hechos de inseguridad, especialmente aquellos que involucraron a efectivos de la policía de la Ciudad. Macri, en particular, había solicitado una reunión urgente con el Gobernador bonaerense y su equipo para encontrar soluciones inmediatas, citando cifras alarmantes sobre los ataques a oficiales de la Ciudad.

Alonso, por su parte, respondió a las críticas de los funcionarios porteños con un tono más moderado. En una entrevista previa, aseguró que los esfuerzos de seguridad deben ser realizados en conjunto y criticó lo que consideró un intento de “exagerar” la situación para obtener réditos políticos. El ministro también destacó los avances en la reducción de homicidios en la provincia, señalando una disminución notable desde 2004. «En 2004, teníamos 2700 homicidios; hoy, tenemos 810», señaló, defendiendo las estadísticas oficiales.

Aunque no se lograron acuerdos sustanciales, el encuentro sirvió para mantener abiertas las líneas de diálogo y continuar con las negociaciones en torno a cómo enfrentar los problemas de seguridad que afectan tanto a la provincia como a la ciudad. Ambos ministros coincidieron en la necesidad de trabajar de forma articulada, pero el futuro de las medidas sigue siendo incierto.

Este primer encuentro es parte de una serie de reuniones que se planean a lo largo del año en un contexto donde la inseguridad sigue siendo uno de los temas más sensibles y prioritarios en la agenda política de ambas administraciones.

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