Encuestas en rojo: crece el rechazo al rumbo de Milei y la mayoría pide un cambio

En pleno año electoral, el humor social empieza a tomar distancia del oficialismo. Una reciente encuesta de la consultora Pulso Research encendió alarmas en el entorno de Javier Milei: casi la mitad de los consultados planea votar en las elecciones legislativas para cambiar el rumbo del gobierno libertario. El número refleja el creciente desgaste que generaron los recortes, el ajuste fiscal y el tono confrontativo del Presidente.

De acuerdo con el relevamiento, realizado a 1.800 personas mayores de 16 años, el 45,4% aseguró que su voto tendrá como objetivo “cambiar el rumbo del Gobierno”. En contraste, apenas un 23,8% dijo querer “profundizar el rumbo”, mientras que otro 16,6% optó por “mantenerlo con cambios”. El resto, un 14,2%, no supo qué responder.

El resultado refleja una creciente disconformidad con las políticas impulsadas desde la Casa Rosada, en un contexto donde la inflación no cede y los indicadores sociales empeoran. A la hora de señalar preferencias, el 37,5% afirmó que piensa votar a un candidato opositor a Milei, mientras que un 36,2% se inclinó por respaldar a un aliado del oficialismo. Un cuarto de los encuestados —el 26,3%— todavía no definió su voto.

Pero no fue el único dato que generó preocupación en el oficialismo. La misma consultora difundió otro estudio que deja en evidencia la desconfianza que provoca el relato gubernamental. Según el sondeo, el 53,4% de los encuestados no cree en el dato de pobreza que publicó el INDEC a fines de marzo, que informó un 38,1% de personas bajo la línea de pobreza durante el segundo semestre de 2024. Solo un 34,7% dio crédito a esa cifra, mientras que el 11,9% prefirió no contestar.

La percepción general sobre la situación social también muestra una tendencia negativa. Ante la pregunta “En su opinión, la pobreza en el lugar donde vive, ¿aumentó, sigue igual o disminuyó?”, el 53,7% respondió que aumentó. Apenas un 15% cree que disminuyó y un 24,7% dijo que se mantiene igual.

El estilo personalista del mandatario tampoco pasa inadvertido. Muchos encuestados identificaron las «formas» de Milei como un problema en sí mismo. Aunque no aparece como una variable aislada, la incomodidad con su tono agresivo y sus cruces constantes con sectores de la oposición, la cultura y los medios, empieza a pesar en la valoración general de su gestión.

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