Sturzenegger volvió a la carga: tildó de ilícita la Mano de Dios y criticó su defensa en Argentina

El ministro libertario criticó el gol con la mano de Diego en el Mundial ’86 y lo usó como metáfora para atacar el entramado legal, los programas sociales y los beneficios para las pymes.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, desató una nueva polémica al utilizar el icónico gol con la mano de Diego Maradona a Inglaterra en 1986 como símbolo de lo que definió como “la cultura de la trampa” en Argentina. En una entrevista con Bloomberg Línea, el funcionario de Javier Milei volvió a cargar contra sindicatos, empresarios y el sistema político tradicional, a los que responsabilizó de sostener un modelo de privilegios.

“Argentina es un país que endiosó la trampa. Cuando Maradona le mete el gol a Inglaterra, nosotros dijimos: eso no fue un acto ilícito, fue violar las reglas del juego. Dijimos que fue la ‘mano de Dios’”, lanzó Sturzenegger, en una frase que levantó críticas en redes y generó rechazo entre figuras del deporte, del peronismo y de sectores populares.

El ex presidente del Banco Central aprovechó la entrevista para extender sus críticas a distintos sectores, a los que acusó de haber montado un entramado legal que protege intereses particulares: “Parte de esa trampa la construyen los sindicatos, parte del empresariado. Y después tiene un gran gestor político, que es el partido peronista. Yo lo interpreto como el partido conservador de Argentina, el partido de los intereses creados, del status quo».

Ataques al entramado legal y defensa del ajuste

En su habitual tono tecnocrático, Sturzenegger sostuvo que el verdadero problema del país no son los delitos sino las leyes: “Para desarmar ese sistema hay que destruir la arquitectura legal que lo sostiene. En Argentina el problema no son los ilícitos, sino los lícitos. Porque es el sistema jurídico el que está armado para sostener estos privilegios”.

Bajo ese mismo enfoque, celebró el recorte de beneficios para las pequeñas y medianas empresas. El decreto 339, firmado por Milei, derogó más de veinte artículos de las leyes que impulsaban el crecimiento del sector pyme y eliminó el Programa Nacional de Apoyo al Empresariado Joven.

La decisión implicó un golpe directo a instrumentos que habían sostenido al entramado productivo local durante las últimas décadas. Pero Sturzenegger defendió la medida, al considerar que esos mecanismos solo fomentaban “ineficiencias”.

En una publicación en redes sociales, remató con una anécdota atribuida a Javier González Fraga, ex presidente del Banco Nación durante el macrismo: “Las regulaciones en este sector deben ser obra de Mastellone, porque lo que es yo, como PYME, no tengo manera de cumplirlas”.

En ese mismo posteo, el ministro despotricó contra el rol del Estado: “La realidad, la producción y el mercado son un juego de niños comparado con las dificultades que impone el Estado: impuestos al trabajo, obligaciones societarias, bloqueo al mercado de capitales, restricciones al crédito bancario, inseguridad jurídica, Sicreb, y siguen las firmas”.

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