El anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, de rescatar y unificar los bonos que hoy están en manos de los organismos públicos le servirá al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para revalorizarse en US$ 2.000 millones adicionales. El objetivo de la medida del titular de Hacienda consiste en sumar instrumentos para la estabilidad económica, con los ejes puestos en reducir la deuda externa, financiar al Tesoro Nacional y absorber los excedentes de pesos en el mercado que empujan las cotizaciones de los dólares paralelos.
En la actualidad el «fondo de los jubilados» cuenta con US$ 11.150 millones de títulos públicos con legislación local y US$ 2.500 millones bajo ley extranjera. DeudaPrometida.com pudo acceder al decreto que será publicado en el Boletín Oficial en las próximas horas, que indica que estos últimos serán entregados en su totalidad a Nación, que los sacará de lista e implicará un desendeudamiento directo.
Por los casi US$ 12.000 millones ley argentina, que implican un volumen mayor, lo firmado por Massa y acordado con la titular de la ANSES, Fernanda Raverta, consiste en que el FGS los salga a licitar de forma gradual. La metodología por la que serán vendidos aún resta definirse en conversaciones entre el organismo con el Ministerio de Economía. Lo concreto es que del resultado, el 70% quedará en manos del Tesoro, mientras que el otro 30% se mantendrá en el Fondo. Estos cerca de $ 400.000 millones podrán destinarse al inciso L que rige a la entidad, es decir, proyectos productivos en la economía real y créditos para los jubilados.
El restante que surja de las operaciones será compensado por el Tesoro al FGS con un bono dual que ajuste por inflación y devaluación, pudo saber DeudaPrometida.com de parte de fuentes oficiales. Tendrá una tasa del 8% y un cupón del 3% y a 13 años, una cualidad más que atractiva en un título que no perderá contra aumentos ni dólar. Este será adquirido a un valor técnico, lo que implica que ANSES le entregará a Nación títulos a $ 60 (precio de mercado), mientras que recibirá a $ 100.
Gracias a ese bono, el «fondo de los jubilados» se beneficiará con una valorización extra de su patrimonio estimada en US$ 2.000 millones. Esto, sumado a los $ 400.000 millones que recibirá en entrega de los papeles en moneda extranjera y al provecho adicional de tener un activo que se indexa por inflación y devaluación. Con estos canjes, el FGS que dirige Santiago Fraschina le entregará al Tesoro títulos con precios volubles a cambio de uno estable y seguro.
A enero, el patrimonio del Fondo se encontraba en US$ 56.500 millones, pudo saber este medio, en camino a recuperarse de la destrucción de casi el 50% que le generó la gestión de Cambiemos. En diciembre de 2015, gozaba de US$ 65.000 millones, mientras que en 2019 Mauricio Macri lo había dejado por debajo de los US$ 40.000 millones.
La medida que anunció Massa
Hoy hay organismos del estado que cuentan con bonos denominados en dólares, tanto con legislación local, como con legislación extranjera. Los primeros no se utilizan para los dólares financieros (MEP y CCL), que se encuentran con precios inflados por la especulación y presión devaluatoria.
Ante esto, Massa tomó la iniciativa de colocar en el mercado una parte de los títulos bajo ley argentina «para generar profundidad» y que Economía (en coordinación con BCRA) concentre el manejo del resto de los títulos locales que no se vuelquen a la plaza. Al mismo tiempo, retirará de circulación los emitidos con normas foráneas.
Esta política permitirá absorber excedentes de pesos que de otra manera presionan sobre la inflación, reducirá la deuda en dólares con legislación extranjera y generará herramientas para actuar en el mercado de dólares financieros sin afectar las reservas. Los instrumentos hoy diseminados en distintos organismos del sector público se concentrarán para que su manejo lo unifique el Ministerio de Economía, en coordinación con el Banco Central.
Al mismo tiempo, la medida levanta algunas restricciones cambiarias, como primer paso hacia un principio de normalización. También ayuda a reducir la volatilidad del mercado de dólares financieros en particular, y del mercado de capitales en general, evitando así su impacto entre otros en la inflación. «De esa forma continuamos el camino de estabilización para superar la crisis de junio 2022», enfatizaron desde Hacienda.
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