Inflación: en abril 2025, una familia necesitó más de 1.100.000 para no ser pobre

En un contexto de fuerte deterioro del poder adquisitivo y sin señales claras de recuperación en los ingresos, el último informe del INDEC arrojó cifras alarmantes sobre el costo de vida en la Argentina. Una familia tipo —dos personas adultas y dos menores— necesitó en abril $1.110.063 para no ser considerada pobre, mientras que el umbral de la indigencia se ubicó en los $502.291.

Ambas canastas subieron por debajo del índice general de precios, que fue del 2,8% para el mes. La canasta básica alimentaria (CBA), que marca la línea de indigencia, trepó 1,3%, mientras que la canasta básica total (CBT), que define el umbral de la pobreza, subió 0,9%. Sin embargo, cuando se observa el acumulado del primer cuatrimestre, los incrementos son más significativos: 11,8% para la alimentaria y 8,4% para la total.

En términos interanuales, el salto fue del 34,6% para la CBA y del 34% para la CBT, en un país donde los ingresos no se ajustan al mismo ritmo que el encarecimiento de la vida.

Las mediciones del INDEC se basan en un «adulto equivalente», definido como un varón de entre 30 y 60 años con actividad física moderada. A partir de ese parámetro, se calcula el costo mensual necesario para cubrir las necesidades calóricas mínimas, lo que permite establecer el valor de la canasta alimentaria. El precio de la canasta total, en tanto, incluye además bienes y servicios no alimentarios como transporte, vestimenta y salud.

Con una inflación que aún castiga los bolsillos y salarios que pierden contra los precios, los datos vuelven a poner en foco las consecuencias sociales del ajuste económico. Según las estimaciones actuales, para ser considerado parte de la clase media en la Ciudad de Buenos Aires, una familia necesitó en abril $1.840.530. La distancia entre ese número y la línea de pobreza muestra un país cada vez más estratificado, donde la movilidad social se vuelve cada vez más difícil.

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