Bullrich se tomó vacaciones de reprimir jubilados y paseó por la Fontana di Trevi

Desde Roma, la ministra defendió los gastos del viaje oficial y evitó confrontar con las críticas del Papa Francisco al uso del gas pimienta.

Patricia Bullrich, ministra de Seguridad del gobierno de Javier Milei, aprovechó su estadía en Roma tras el funeral del papa Francisco para pasear por la Fontana di Trevi y defender la «austeridad» de la comitiva oficial. En medio de las críticas al ajuste feroz que aplica en la Argentina —particularmente contra jubilados y trabajadores—, Bullrich se mostró relajada en la capital italiana, antes de partir hacia Londres para participar de un foro internacional de seguridad.

Durante una entrevista con PERFIL, Bullrich valoró su participación en el adiós al Sumo Pontífice: «Primero, un honor poder integrar la delegación argentina, que fue la más importante luego de la de Italia. Se trató de la despedida de un papa que tuvo una cantidad de cambios muy importantes en la Iglesia y que además todos lo recordamos. Yo especialmente lo recuerdo como arzobispo de Buenos Aires. He tenido una relación cercana con él, saber que fue uno de los argentinos que más nos representaron en el mundo y haber podido estar presente en sus exequias es un orgullo».

Al ser consultada sobre el mensaje que deja el papa Francisco para el país y la Iglesia, sostuvo: «Dejó la importancia que en las sociedades la gente pueda progresar, pueda lograr que no haya pobreza. Nosotros en el Gobierno creemos que eso se hace de una determinada manera, como lo estamos haciendo».

Bullrich también se refirió a la polémica sobre la cantidad de funcionarios que viajaron a Roma: «Fue una comitiva austera, una comitiva que vino en el avión presidencial en un viaje muy corto. Teníamos la posibilidad de traer más personas, por ser Argentina y por tener un lugar de privilegio, pero la austeridad es una marca de este gobierno».

Respecto a las críticas de Francisco, quien advirtió que el gobierno «elige pagar gas pimienta en lugar de pagar con justicia», la ministra evitó la confrontación directa y reafirmó la política represiva que encabeza: «Argentina durante años repartió, repartió y repartió planes, y eso no fue bueno. Hoy lo vemos, hay gente procesada, se terminaron robando un montón de dinero. Durante veinte años tuvimos nuestra Ciudad de Buenos Aires absolutamente tomada. El orden público y la posibilidad de gozar de la Ciudad es algo que yo voy a defender. Fue una diferencia, él tuvo ese punto de vista, yo nunca le contesté, nunca dije nada ni me sentí aludida porque creo que lo que estamos haciendo es lo correcto, pero, bueno, fue su punto de vista en vida».

Bullrich también respondió a las críticas por no haber participado en la despedida del Sumo Pontífice en la Basílica de San Pedro el día previo al funeral: «A nosotros nos marcaron un protocolo. Nos dijeron que era el día sábado y que nos iban a dar un horario. Ese horario fue a las 9 de la mañana. Nadie nos planteó ir el día anterior y que las personas que accediesen a la Plaza de San Pedro iban a poder pasar a despedirlo. Algunos como ciudadanos fueron y pasaron, pero a nosotros nos dijeron estrictamente, y hasta lo repitió Jorge García Cuerva, el arzobispo de Buenos Aires, que la delegación argentina hizo ‘lo que había que hacer’, que era estar hoy (sábado) en la misa del responso de la despedida del papa Francisco».

Finalmente, la ministra aclaró que no hubo otras reuniones bilaterales oficiales más allá del almuerzo entre Milei y la primera ministra italiana Giorgia Meloni: «Milei y Meloni tienen mucha amistad entre ellos y por eso almorzaron juntos».

Con información de Perfil.

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