El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la implementación de aranceles recíprocos generalizados a los productos importados, con un gravamen mínimo del 10% que también alcanzará a los productos argentinos. La medida forma parte de una estrategia proteccionista destinada a incentivar la producción local y reducir la dependencia de insumos extranjeros.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump aseguró: “Firmaré una histórica Orden Ejecutiva que instituye aranceles recíprocos a países de todo el mundo. Recíprocos quiere decir: ellos nos lo hacen a nosotros, y nosotros se lo hacemos a ellos”. Además, calificó este paso como “uno de los días más importantes de la historia de Estados Unidos”.
Aunque Argentina quedó entre las naciones menos perjudicadas por la medida, con un arancel fijo del 10%, la nueva política afecta más severamente a otras economías. China, la Unión Europea, Japón, Vietnam e India figuran entre los más perjudicados, con tasas que oscilan entre el 20% y el 46%. Vietnam, con un arancel del 46%, y Bangladesh y Botswana, con un 37%, son los más golpeados.
Respaldo del gobierno argentino y preocupación en la región
El presidente argentino, Javier Milei, saludó la noticia con optimismo al destacar que el país quedó entre los menos afectados. Desde el oficialismo lo consideraron “un tremendo logro”. Sin embargo, el anuncio generó inquietud en la región. En Brasil, el Parlamento lanzó una señal de rechazo a las medidas proteccionistas de Trump, mientras que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificó la decisión como un “gran error”.
El endurecimiento arancelario también contempla un gravamen global del 25% sobre automóviles y camiones, que entrará en vigor el jueves, mientras que las piezas de automóviles importadas serán alcanzadas por un arancel el 3 de mayo.
El impacto en el comercio mundial y la amenaza de represalias
Las reacciones internacionales no se hicieron esperar. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, advirtió que los aranceles “serán negativos para la economía global” y podrían incrementar la incertidumbre. Por su parte, el primer ministro canadiense, Mark Carney, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, mantuvieron una reunión para evaluar medidas conjuntas frente al proteccionismo estadounidense.
Analistas temen que las represalias de países afectados puedan desatar una guerra comercial a gran escala, que frenaría el crecimiento global y afectaría a sectores estratégicos. Los nuevos aranceles de Trump representan un giro hacia un proteccionismo feroz, que podría tensionar aún más las relaciones comerciales y generar una desaceleración económica mundial.
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