Sube y no baja: la luz y el gas aumentarán un 3% en mayo

Las nuevas fórmulas beneficiarán a las empresas energéticas mientras siguen los recortes en subsidios exigidos por el FMI.

La administración de Javier Milei confirmó un nuevo aumento en las boletas de luz y gas, que desde mayo subirán entre un 2,5% y un 3%. El ajuste, aunque menor que los anteriores, llega con una novedad que marca un cambio estructural: comenzará a aplicarse la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT), un mecanismo reclamado durante años por las empresas del sector, que garantiza incrementos regulares hasta 2030.

Desde la Secretaría de Energía anticiparon que “los entes (ENRE y ENARGAS) están trabajando para sacar las resoluciones con los cuadros tarifarios mañana”. Si bien el porcentaje de aumento previsto para mayo se ubicaría “por debajo de la inflación”, el nuevo esquema asegura actualizaciones mensuales mediante una fórmula “polinómica” que indexará las tarifas según la evolución del índice de precios mayoristas (IPIM) y minoristas del Indec.

Desde el Gobierno prometen que los aumentos posteriores se aplicarán “cuotificados en largas cuotas” para moderar su impacto. Sin embargo, el plan incluye una quita progresiva de subsidios, una exigencia directa del Fondo Monetario Internacional, y apunta a garantizar rentabilidad sostenida para las distribuidoras y transportistas de energía.

El nuevo esquema tarifario se aplicará en principio sobre los servicios de transporte y distribución eléctrica en el AMBA (Edenor y Edesur) y en el sistema nacional de gas, excluyendo la generación mayorista, que continuará bajo control del Ministerio de Economía y con ajustes mensuales a discreción. Según explicaron desde Energía, la intención oficial es migrar a un sistema de actualización trimestral, aunque no dieron fechas concretas.

Durante las audiencias públicas de febrero, el Gobierno ya había anticipado que aplicaría la RQT entre marzo y abril. Sin embargo, la demora en su publicación generó dudas incluso dentro del sector, más aún en medio de un calendario electoral. La semana pasada, el ENARGAS había prorrogado por 60 días el cuadro tarifario del gas, lo que incrementó la incertidumbre. Ahora, el oficialismo despeja ese ruido y avanza con un modelo que privilegia previsibilidad para las empresas.

La medida también forma parte del rediseño económico pactado con el FMI. El acuerdo incluye una reducción del gasto en subsidios y una liberalización del tipo de cambio, en un contexto donde gran parte de los costos energéticos están dolarizados. En ese marco, permitir aumentos permanentes y automáticos asegura márgenes de ganancia para los actores privados ante eventuales devaluaciones.

Con este nuevo esquema, el Gobierno pone fin a las subas discrecionales aplicadas por el Poder Ejecutivo en años anteriores, que intentaban quedar por debajo de la inflación. Aunque todavía no está claro si este nuevo método llevará las tarifas por encima del índice general de precios, como ya ocurrió con el transporte público en el AMBA, la fórmula oficial se conocerá por completo cuando se publique la resolución final.

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