Martín Rappallini encabezará desde el martes 29 de abril la presidencia de la Unión Industrial Argentina (UIA), en reemplazo de Daniel Funes de Rioja. La entidad oficializó una lista única de consenso para renovar sus autoridades por el período 2025-2027, con respaldo de los principales actores del sector.
El flamante titular de la central fabril proviene del entramado pyme bonaerense. Es presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA) y dueño de Alberdi Desarrollos, una firma dedicada a parques industriales. También es directivo de Cerámica Alberdi, empresa familiar que su familia reflotó en los ‘90 luego de adquirirla en concurso preventivo.
La nueva conducción llega con una impronta más federal y diversa, con representantes de sectores como el textil, la industria química, automotriz, alimenticia, minera y de software. “La lista representa a múltiples sectores de la industria (…) con fuerte representación de los sectores de la pequeña y mediana industria”, destacó la UIA en un comunicado.
El cambio se formalizará en el Consejo General Ordinario del próximo martes, en cumplimiento del estatuto que impide a Funes de Rioja continuar tras dos mandatos consecutivos.
Un perfil vinculado a la producción y al desarrollo
Rappallini tiene 56 años, nació en Maipú (provincia de Buenos Aires), es abogado y padre de cinco hijos. En su sitio web personal se define como un convencido del rol de la industria en el desarrollo nacional:
“Soy un apasionado de la industria argentina, desde joven entendí que el desarrollo de nuestro país era el camino para vivir en una sociedad que integrara a todos sus ciudadanos”.
Su trayectoria está marcada por la reconversión de Cerámica Alberdi, que pasó de estar al borde del cierre a convertirse en una empresa con plantas en Buenos Aires, Santa Fe y Salta, y exportaciones a más de 30 países. En 2005 creó Alberdi Desarrollos, enfocada en generar terrenos industriales de alta calidad ambiental y cercanía logística.
Expectativas frente a un Gobierno con agenda liberal
El nuevo presidente llega con varios desafíos sobre la mesa. Las cámaras industriales vienen reclamando por la presión tributaria, los costos logísticos y la incertidumbre macroeconómica. El vínculo con el oficialismo atraviesa tensiones, especialmente tras la autorización de importación de maquinaria usada, que generó preocupación en los sectores fabriles.
Durante su última visita a la UIA, el ministro de Economía, Luis Caputo, intentó calmar los ánimos al afirmar: “No vamos a hacer nada para desequilibrar la cancha”.
En paralelo, sigue trabada en el Congreso una nueva ley PyME que el Gobierno envió en noviembre y que incluye modificaciones laborales rechazadas por la Justicia tras caer el DNU 70/2023.
Con este panorama, Rappallini asumirá la representación institucional del entramado industrial argentino, en un momento donde las políticas del Ejecutivo ponen en tensión el modelo productivo nacional.
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