Otro economista liberal que se bajó del barco: Melconian se sumó a Cavallo y criticó a Milei

El economista Carlos Melconian lanzó duras críticas a la gestión económica del presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo. En una reciente entrevista, advirtió que el modelo que intenta aplicar el gobierno no tiene viabilidad y que las principales promesas de campaña, como la dolarización, han quedado completamente descartadas.

«El problema no es la moneda, el problema es el modelo. Y ese modelo ya fracasó», afirmó Melconian, insistiendo en que la política económica de Milei no tiene un rumbo claro ni sustentabilidad a largo plazo. En ese sentido, advirtió que el actual esquema cambiario «no es definitivo» y que debe aprender de experiencias previas. «Cuando hablemos seriamente del régimen cambiario y de cómo puede seguir la película, tenemos que pensar que la dolarización no tiene cabida en este escenario, salvo una crisis», señaló.

La dolarización, un tema cerrado

Melconian también desestimó la posibilidad de que el gobierno retome su proyecto de dolarización, una de las principales propuestas de Milei en la campaña de 2023. «Lo que fue extraordinario en términos de un caballito de batalla electoral está total y absolutamente descartado en términos normales. Esto no existe. Estamos hablando de un absurdo, pero ya está, eso terminó», sentenció.

El expresidente del Banco Nación insistió en que la dolarización nunca fue una alternativa realista y que el país no cuenta con los recursos necesarios para sostenerla. «No existe la dolarización, no hay valor presente de Vaca Muerta que cubra eso; eso terminó, eso fue una ficción de campaña. Hoy tenemos que hablar de un programa serio», afirmó.

Dudas sobre el plan económico

Melconian también advirtió que las decisiones cambiarias del gobierno pueden generar consecuencias negativas si no se acompañan de una estrategia integral. «La devaluación es un absurdo. Lo que tiene que hacerse es recuperar la demanda del peso, no exterminarlo», explicó. En su visión, el éxito de un plan de estabilización depende de fortalecer la confianza en la moneda local.

Alertó sobre los riesgos de un ajuste abrupto: «La devaluación no se puede hacer de un día para otro, ni con un ajuste brutal. Si lo hacés, te traés una deflación y una depresión económica, y no hay magia en esto». En ese sentido, consideró que el gobierno debe adoptar un enfoque progresivo. «Hay que ir de a poco, con un plan económico bien estructurado. Pero lo que está ocurriendo es que están tratando de bajar impuestos como una forma de que el país no esté tan caro en dólares, pero sin una estrategia clara», sostuvo.

El problema de las reservas

En cuanto al rol del dólar y las reservas internacionales, Melconian recordó que el sistema financiero sigue dependiendo de flujos externos. «Las empresas tienen créditos en dólares que deberán pagar, no es que los regalan», señaló, advirtiendo que en algún momento deberán volver a comprar esos dólares.

También puso en duda la sostenibilidad del esquema actual: «Lo que hicieron con las reservas es ingenioso, pero se terminó. Ese modelo que permitió el blanqueo y las ventas de empresas en dólares ya no está más. Ahora hay que ver cómo se va a financiar el déficit». Según su análisis, la compra de dólares no resolverá el problema de fondo sin un programa que garantice estabilidad. «El modelo actual está basado en soluciones a corto plazo que más tarde o temprano se pagarán caras», advirtió.

Una salida sin crisis

Para Melconian, la clave para evitar una crisis económica es implementar un plan de largo plazo con reformas estructurales. «Tenemos que dejar de lado la idea de que los problemas se resuelven con una crisis. A veces se busca una salida fácil, pero los problemas del país son estructurales y requieren un cambio profundo en las políticas fiscales, monetarias y económicas», subrayó.

Finalmente, concluyó que sin un rumbo claro, la economía seguirá atada a la incertidumbre. «En un país donde el dólar se convierte en una herramienta de especulación, el mercado cambiario será altamente dependiente de los flujos genuinos de capital. Si no hay un plan económico claro, el país no podrá sostenerse sobre bases sólidas», cerró el economista.

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