En medio de un Congreso cargado de tensión y ausencias notorias, Guillermo Francos compareció como único representante del Gobierno para dar explicaciones por la criptoestafa vinculada a la moneda $Libra. Aunque el objetivo era despegar al Presidente de la polémica, la frase con la que intentó resumir su postura terminó generando más dudas que certezas: “No existe relación entre Milei y $LIBRA”.
Durante casi tres horas de interpelación, el jefe de Gabinete repitió la versión que ya circulaba en Casa Rosada: que ni el mandatario ni sus funcionarios tuvieron vínculos con el proyecto “Viva la Libertad” ni con los responsables del criptoactivo. Sin embargo, evitó responder las preguntas más incómodas y se rehusó a ir más allá de las generalidades.
Francos llegó con dos horas de retraso al recinto, luego de que los bloques discutieran el formato del interrogatorio. Finalmente, se impuso el esquema impulsado por la oposición, con preguntas directas. En ese contexto, Nicolás Massot fue tajante: «Esto es una interpelación, no una invitación».
La incomodidad del ministro fue evidente desde el comienzo. Se quejó por la espera y buscó victimizarse: “Nunca en mi vida hice esperar a una persona dos horas”, soltó apenas tomó la palabra. Pero el clima fue endureciéndose conforme los legisladores de Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre avanzaban con sus preguntas.
Un relato que no convence ni despega a Milei
Francos insistió en que el Presidente “actuó con responsabilidad y prudencia al retirar su publicación personal”, en referencia al tuit en el que había promocionado la inversión en $Libra. También repitió que “el Estado no ha tenido injerencia, compromiso o beneficio con esto”, y aseguró que “no existió ninguna relación contractual, beneficio económico, contraprestación, acuerdo, compromiso o participación de ninguna índole entre el Presidente, sus funcionarios y las personas vinculadas con el proyecto”.
Sin embargo, cuando le preguntaron por qué Milei no presentó una denuncia judicial si fue víctima del uso de su imagen, el jefe de Gabinete respondió que “el Presidente es respetuoso del rol de la justicia” y agregó: “El Presidente hasta ahora no considera que sea una estafa, eso es algo que lo tiene que definir la justicia”.
Esa respuesta provocó una dura réplica del diputado Fernando Carbajal: “O sea que estamos ante la buena de Dios rogando que no pase nada y que el Pueblo argentino no tenga que pagar la improvisación del Presidente”.
Más preguntas que respuestas
La oposición centró su ofensiva en tres puntos: cómo obtuvo Milei el código fuente de $Libra, qué rol tuvo el Gobierno en eventos donde se promocionó la estafa y por qué no se tomaron medidas para evitar un uso indebido de su imagen.
Francos aseguró que el Presidente se basó en “información pública”, pero Juan Marino refutó ese punto al afirmar que expertos comprobaron que la primera difusión del código fuente surgió de la cuenta del propio mandatario.
También se le exhibió una imagen del “Tech Forum 2024”, evento donde se presentó el proyecto, y donde figuraba como auspiciante el Gobierno nacional. Francos negó el vínculo: “No fue auspiciado por el Gobierno”, sostuvo, sin dar mayores explicaciones.
La tensión creció cuando se mencionó una entrevista de Milei con Jonatan Viale en la que intervino el asesor presidencial Santiago Caputo para sugerirle cómo responder sobre la supuesta participación de Cúneo Libarona. “Dijo que lo iba a consultar, no a representar”, justificó Francos.
Consultado por la foto de Hayden Davis —uno de los empresarios detrás de $Libra— en Casa Rosada con Milei, el ministro restó importancia al hecho: “Por la popularidad de Milei en el mundo, la gente que viene se quiere sacar una foto con el Presidente”, dijo, en una explicación que provocó burlas en redes.
Un Gobierno en retirada y un Congreso que toma la posta
Francos repudió la creación de una comisión investigadora por parte de la Cámara, que se reunirá este miércoles: “Este tipo de montaje no favorecen al esclarecimiento de los hechos”, sentenció, en otro intento por deslegitimar las acciones del Congreso.
Mientras tanto, los ministros Caputo (Economía) y Cúneo Libarona (Justicia), además del titular de la CNV, Roberto Silva, evitaron dar la cara. Sus faltazos fueron duramente criticados por todos los bloques opositores. Desde Democracia para Siempre, Pablo Juliano no se guardó nada: “Son chantas y encubridores”. Maximiliano Ferraro y Miguel Ángel Pichetto recordaron que el Congreso puede recurrir incluso a la fuerza pública para hacerlos comparecer.
Antes del cierre, Francos intentó desviar el eje atacando al peronismo con un repaso de causas de corrupción. Pero Margarita Stolbizer fue fulminante: “Fue parte del último de esos gobiernos”, le retrucó, recordando su pasado en el massismo.
Ya en los pasillos, un legislador de Unión por la Patria resumió el resultado de la jornada: “Si ningún funcionario tuvo nada que ver, el único que queda expuesto es Milei”.
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