18 de octubre de 2024

La Metro Goldwyn Mileiyer

Foto: Carlos Brigo.

Foto: Carlos Brigo.

“No soporto al artista cuya principal motivación sea la provocación.
Creo que los grandes provocadores lo son sin proponérselo”
Pedro Almodóvar

De la misma manera que algunos eligen metáforas de fútbol para sus análisis (cosa que detesto), para Javier Milei y su gobierno se hacen imprescindibles las metonimias cinematográficas. En ellos, todo es una película. Una mala, claro. Clase Z: bajo presupuesto, pésimos actores, mal filmada, peor editada… eso sí, los argentinos estamos viendo ese filme en un autocine al que, en lugar de ir con nuestro propio vehículo, elegimos hacerlo en un remisse… Resultado: nos está saliendo carísimo.

La escena del Presidente presentando su presupuesto en el Congreso, el pasado domingo, podría perfectamente describirse con una frase del célebre director italiano Michelangelo Antonioni, quien sostenía que “Hollywood es como estar en ningún lugar hablando a nadie sobre nada”. Es más, no encuentro mejor definición cuando observo el hemiciclo casi vacío, la claque de jóvenes financiados vivando desde los palcos y el escaso… escasísimo rating televisivo que cayó 10 puntos en el instante mismo en que se inició la Cadena Nacional.

Si fundimos a negro y abrimos en el asado para los “87 héroes” servido el martes por la noche en Olivos -que tanto recuerda al momento de la última cena en La loca historia del mundo, de Mel Brooks-, queda hasta absurdamente claro que La Libertad Avanza y sus socios/alcahuetes están en un set de filmación reescribiendo el guión original a cada rato, equivocándose sus líneas y bajo las órdenes de un director que, por supuesto, no está en el plató.

Un poco más allá, casi como fuera de foco, dirigentes de los históricos partidos políticos que han sustentado durante los últimos 80 años el sistema democrático de la Argentina, borronean ideas para definir cuál será su participación en este filme y, como suele ocurrir con los actores de reparto, se pelean entre ellos para ver quién entra en cuadro de frente y a quien lo ponen de espaldas. Al papa Francisco le interesa que se cumplan los contratos y disipando las sombras de esa suerte de oscurantismo posmoderno en el que pretenden transformar la democracia partidaria que los argentinos hemos vivido desde la Ley Sáenz Peña a esta parte, alumbra con su palabra: “El diablo entra por los bolsillos, no se olviden”. Corte.

Tragicomedia

Dantesca. No hallo mejor palabra para definir la secuencia del Presidente presentando el Presupuesto 2025 en el Congreso. El protagonista, endiosado por la cámara; los actores secundarios apenas tomados en paneo y una ausencia llamativa de extras que dejaba las bancas vacías confiriéndole a la acción esa naturaleza de escenografía trucha: cartón pintado, decíamos antes de que todo se hiciese por computación.

Milei, con su banda presidencial, su bastón y zapatillas (que usa para aumentar unos centímetros su estatura), ante el atril, subido a un banquito, volvía a la carga con viejos conceptos, inexactitudes habituales, fantasiosas promesas… mentiras de patas cortas: “Un director hace una sola película en su vida. La rompe en pedazos y la vuelve a hacer”, explicó alguna vezel genial Jean Renoir. Tenía razón: el jefe de Estado hace añicos y reconstruye siempre su perorata solo que, como tiene menos reflejos que una toalla, se repite una y otra vez. Un loop de sí mismo.

Más allá de la campaña permanente -idea tediosa que nos vendió el marketinero Dick Morris en los ‘90s- la reiteración, la falta de novedad, la redundancia discursiva, agota. Según Martin Scorsese, “El cine trata de lo que está dentro del cuadro y de lo que está fuera” y en el afuera, lo que se ve, lejos está de ser una comedia,una sátira,o tan siquiera un filme costumbrista. Tragedia en casi todo su recorrido: niños y jubilados hambrientos, hombres y mujeres desempleados, miles de PyMes que cierran, la industria nacional en la banquina y el Presidente, en su rol central en la peli, prometiendo más ajuste y estableciendo que sus únicos objetivos son mantener el equilibrio fiscal ficticio y pagarle la deuda al FMI.

Y encima la claque de jóvenes líber-virgos aplaudiendo como una manada de focas amaestradas cada vez que el tipo hacía un silencio. El domingo a la noche sólo faltó el cartel de neón de ¡Aplausos!, ese que solía utilizarse en los viejos shows en vivo de la TV yankee… porque, además, todo huele a vetusto, a gastado, a vencido…desde de la derecha de la pantalla de su televisor, señora, filtra perfume a naftalina.

Rating

No alcanza. El apagón de audiencia avisa que Milei ya no sólo no enamora, sino que provoca la reacción contraria. Eso que ninguna primera figura de la cinematografía mundial querría producir: rechazo. “¿Qué es en el fondo actuar, sino mentir? ¿Y qué es actuar bien, sino mentir convenciendo?” sentenciaba Sir Laurence Olivier. Milei miente, sí. Pero ya no convence.

A la respuesta de los televidentes ni bien comenzó la cadena nacional (se produjo un apagón de 10 puntos de rating) deben sumarse algunos indicadoresque surgen de esa joyita del análisis que es “Domingo de Datos”, de Paola Zubán y Gustavo Córdoba. El 57,3% de los encuestados para este trabajo desaprueban el gobierno de Milei y sus Acondicionadores del Aire Fundamentalista; el 55,1 entiende que el país va en la dirección equivocada; el 57,5 cree que en un añovamos a estar económicamente peor; el 65,2% piensa que va a devaluar y ya el 51,1% dice que va a votar en contra del Gobierno en las elecciones de 2025. Sólo el 37,9 piensa votar a favor, con un 11% que no sabe/no contesta y que yo -no la Consultora Zubán/Córdoba-, YO creo que muchos de ese 11% son votos en contra que no lo dicen porque el Gobierno infunde miedo.

Asadito

Argentina promete registrar el menor consumo de carne en 110 años. Se estima que 2024 cerrará con un promedio de 44,8 kilos por habitante, por debajo de los 46,9 kilos de 1910 y casi 30 kilos menos que el promedio histórico que es de 72,9 kilos. En ese país hambreado por la recesión, el Presidente, su hermana tarotista, el jefe de Gabinete redivivo, el vocero inconsistente y el asesor Peaky Blinders invitaron a un grupo de diputados a Olivos a comer un asado

Son 87 héroes”, los calificó Milei (notablemente, el corrector de la máquina, escribe “herpes” en lugar de héroes). Pero, pour la galerie, les hizo pagar 20 lucas el cubierto para que no anden diciendo que dilapida “la tuya” en festejos. “En Hollywood te pueden pagar 1.000 dólares por un beso, pero sólo 50 centavos por tu alma”, explicaba la bella Marilyn Monroe en los dorados años 60. Creo que el alma de los comedores de asado no vale ni esos 50 centavos de dólar. Respecto de los besos… Bueno, habría que consultar con Lilia Lemoine que parece ser algo así como la memoria activa de las travesuras y otras yerbas del pícaro presidente…

Una querida compañera de la red “X” (twitter hasta hace un tiempo) conocida como @lachicamil escribió “En el asado sobró vacío y faltó entraña”. La frase define el evento… además de la más absoluta ausencia de corazón, que, como se sabe, no se hace a la parrilla. Y es que “El cine es un gran engaño”, como bien sintetizó Lembit Ulfsak, el actor estonio que protagonizó “Mandarinas”. Y los libertarios, que alguna vez nos metieron el perro (no Conan, no… no hablo de vos, fantasma), hoy están lejos de confundir a nadie. La mise en escene de hacerles pagar 20 luquitas per cápita a los asistentes (la foto de Karina pelando tarjeta de débito ante el joven que maneja el posnet es antológica) fue tan fallida como el hecho de festejar que, los allí reunidos, les habían caloteado a los jubilados un aumento de menos de lo que costó cada botella de vino con la que regaron los chinchulines… y otras vituallas.

Represión Semanal

Foto: Carlos Brigo.
Foto: Carlos Brigo.

Bombas descuartizando cuerpos, derribando edificios. Violaciones. Saqueos. Regueros de sangre. Nuestros ojos se acostumbraron a esas barbaries hasta el punto de percibirlas como algo cotidiano (…) Creemos que la vida diaria es igual que el cine, que todo se soluciona cambiando de canal o esperando a que empiece otra película” describe el escritor español Esteban Navarro a la hora de hablar de cómo el cine ha naturalizado la violencia.

Por eso, cada miércoles, cuando las jubiladas y jubilados se reúnen en torno al Congreso para manifestar su desesperación y su rabia por la triste realidad que les está haciendo vivir el gobierno de La Libertad Avanza (y también por cuánto va a empeorar esta situación porque, bien mirado, el presupuesto 2025 no tiene ninguna partida que les asegure el bono compensatorio que vienen recibiendo), las tortugas rabiosas de la fuerzas de seguridad permiten que el reclamo sea, que se produzca. Cuando todo está a punto de finalizar y los marchantes empiezan a desconcentrar, ahí reprimen con su famoso gas ‘puta parió’ (mucho más fuerte que el pimienta).

Y los canales de TV disfrutan (sobre todo los de noticias). Porque rellenan de dolor, de angustia, de impotencia las pantallas e invitan a compartir el drama, incluso el de sus movileros que, de valientes que son (o de locos que están haciéndoles el juego a los del estudio) suelen colocarse entre los viejos y los represores, cosa que también ocurre con los fotógrafos. Un negocio redondo: violencia cuasi hollywoodense al aire que se acaba si uno apaga la tele. Claro que no apaga ni el hambre de los jubilados, ni la enfermedad… ni el miedo a morirse. Ya lo decía Jim Morrison: “Los espectadores de cine son vampiros callados”.

Zombies

Y hablando de vampiros, a Milei se le ocurrió filmar una de zombies apelando a la inteligencia artificial que, en este caso, fue mero artificio. Los objetivos perseguidos fueron varios. El primero, consumado gracias a la bronca que generó en los sectores más progresistas, fue un nivel de difusión que asombra. El gobierno libertario sigue haciendo hablar a sus opositores de lo que quiere casi cuando quiere.

El segundo objetivo fue el de desviar la atención de los problemas que han afectado la imagen presidencial en el último mes (según la encuesta de Zubán & Córdoba cayó alrededor de 4 puntos). Todas las acciones fallidas de esta semana, de las que ya hemos hablado antes, y la convocatoria para el próximo viernes en Parque Lezama dicen a los gritos del grado de confusión y frustración que se vive hacia el interior del Libertarismo Apátrida. Tanto que algunos comienzan a ver nubarrones en la relación del Presidente con su asesor estrella, cosa que el avance de Caputito en las áreas importantes de la administración, desmiente.

Pasa que la llegada de Federico Sturzenegger no fue todo lo que esperaban. Será porque, como decía George Lucas, creador de Star Wars, “Cuando tomaron el poder los agentes, abogados y contables, que era gente que leía el Wall Street Journal y a la que le importaban menos las películas que las acciones, todo se fue al demonio”. Desde que el gran ajustador ingresó formalmente al gabinete, la imagen de Milei no para de caer. Yo no creo en la mufa, pero…

El tercer objetivo va más al corazón de la interna peronista de la provincia de Buenos Aires. Axel Kicillof no está entre los zombies. Eso ¿es bueno o es malo? Se lee como ninguneo; tratar de sacar del cuadro al dirigente que más se opone a las políticas libertarias. O, en todo caso, la demostración clara de que Milei no quiere focalizar en el gobernador y elige a Cristina Kirchner (y todo lo que huela a kirchnerismo) para la confrontación. ¿Negocio a dos puntas?

Armardo

Esta cuestión, probablemente sea la que motivó que Máximo promocionara su acto del viernes con un afiche que reza “Kirchner en Atenas” y un slogan que llama a “Armar de nuevo”. Con todo derecho, el heredero de la pareja presidencial esgrimió portación de apellido. Nadie puede negárselo. A partir de ahí, el contenido de su discurso exige análisis.

Casi como el tiro de una escopeta con cartuchos de perdigones, la oratoria del presidente del PJ Buenos Aires se abrió en un amplio círculo que abarcó de Milei a Kicillof. Sus acólitos, no obstante, fueron más direccionales, tipo carabina. Y corearon “Si querés canciones nuevas te presto las mías”, para que no quede duda alguna de que la interna está en carne viva.

Máximo tampoco creó ningún misterio, más allá de las formalidades del llamado formal a evitar enfrentamientos. “Nadie se puede enojar, ni ofender, ni ver donde hay ideas un complot -dijo, y agregó-. Si los que fueron señalados por el dedo de Cristina se quejan, qué nos queda a los que no fuimos señalados por el dedo de Cristina”. Raro descargo para quien es el hijo de Cristina… algo más que “el dedo”, uno supone. Vaya a saber qué factura estaría pasando con esa idea. “Solo hay una persona que puede decidir lo que voy a hacer, y soy yo mismo” decía Orson Welles en la mítica película “Ciudadano Kane”. Pareciera que esa fue la línea definitiva de Kirchner en La Plata.

Claro, falta saber si eso favorece o perjudica al pueblo que está siendo masacrado por el gobierno libertario. El resultado de este blanqueo que produjo el acto de Máximo, no es muy alentador… al menos en las redes donde las aguas se están partiendo con la velocidad del Mar Rojo para que pase Moisés en la escena de “La Biblia” que dirigió John Huston. Milei, agradecido.

Cismas

Que se rompa pero que no se doble”. La frase, cuyo origen se remonta a la Edad Media, fue abrazada por el radicalismo a partir de la carta que Leandro N. Alem dejó para ser publicada luego de su suicidio. Un verdadero grito de guerra sobre el que se deslizaron momentos trascendentales de la historia del partido centenario: desde la fractura entre la UCR y la UCRI hasta la exitosa campaña de Raúl Alfonsín.

En estas horas, los radicales (o esa rara melange que queda de ellos) parecen enfrentar un nuevo rompimiento. Los diputados que votaron en contra de la ley que un par de meses antes habían defendido y que, de esa manera, confirmaron el veto presidencial que privó a los jubilados de engrosar sus magras compensaciones en apenas 15.000 pesos, fueron suspendidos en sus afiliaciones. Si bien el bloque se negó a expulsarlos, Juan Pedro Tunessi, miembro del tribunal de ética del Partido, explicó que ante un “hecho tan grave” será ese órgano partidario el encargado de definir la situación de los tránsfugas. Aunque… aunque, queda claro que hay algo que se ha quebrado definitivamente hacia adentro de radicalismo. “El bloque está roto” admiten los asesores de los diputados que, de esto, son los que más saben… o mejor intuyen.

Plutocracia

El nivel de los directores modernos está tan bajo que es muy fácil superarlo, no sólo en la Unión Soviética sino en todo el mundo”, pontificó alguna vez el realizador ruso Andréi Tarkovski. Casi como si hablara de la actual dirigencia política que, me parece, resbala en la trampa que sus “amigos” del Mercado le han tendido para dinamitar el sistema de Partidos Politicos tal y como los argentinos lo conocemos. Y luego reconstruirlo, sí, peroa imagen y semejanza del de nuestros hermanos mayores del Norte, que gozan de la “estabilidad” de los Demócratas y Republicanos, dos facciones muy parecidas en sus fines, con apenas sutiles diferencias que permiten que algunos crean que, votando a Kamala Harris, están eligiendo a la Pasionaria.

En ese texto definitivo que es “La Hora de los Pueblos”, Juan Domingo Perón dice: “Los norteamericanos, dignos hijos de la Gran Bretaña, han ido mucho más allá: han organizado dos partidos de derecha que les permite mantener su sistema plutocrático y sostener teóricamente una simulación democrática para engañar a los tontos, que tanto abundan en la política, o estimular a los sinverguenzas, que también abundan”. 

La cita es de 1968 pero adquiere una vigencia absoluta en esta instancia en la que los mandantes de Milei han encontrado un kamikaze capaz de ir contra 110 años de construcción política, convencido de que está cambiando el mundo… pobre.

Pasa que hay un montón de dirigentes que “tienen compromisos” y están abrochados al cenit dirigencial. Desde allí, intentarán torcer todo destino democrático. Las primeras herramientas aparecen en el horizonte. El “refresh” de la “ficha limpia” busca poner en manos de una Justicia cooptada y manipulable, la decisión de quiénes integraran las listas más temprano que tarde. “El cine es un trabajo de mierda. ¡Devuélvanme la realidad!”, se quejó alguna vez John Tuturro. Lo mismo podría decirse hoy sobre esta propuesta de democracia amañada, tan diferente al sistema que el Pueblo argentino cree haber elegido para vivir.

Si Milei logra ese cometido -con el empuje de un grupo minúsculo de corporaciones y súper millonarios y la complicidad de un nutrido racimo de dirigentes políticos que trabajan de empleados-, la Plutocracia, “situación en la que los ricos ejercen su preponderancia en el gobierno del Estado” según la RAE, será el nuevo modelo que mandará en una Argentina distinta:cada vez más injusta, con un pueblo cada vez más inculto y una vida cada vez más violenta… como los Estados Unidos, ese país de víctimas del colesterol y del fentanilodonde, de vez en vez, hay matanzas en las universidades y proliferan los psicópatas asesinos seriales… Un paraíso.

Vox Dei

Para desgracia del gobierno, sus patrones y todos los que apuestan a que el Psiquiátrico haga el trabajo sucio, hay personalidades mundiales como el Papa Francisco que la ven de verdad y advierten, a propios y ajenos, sobre las nefastas políticas que despliega La Libertad Avanza. “El Gobierno, en vez de pagar la Justicia Social pagó el gas pimienta”, sintetizó el vierns, en un encuentro con Movimientos Sociales, el mayor representante del Creador en la Tierra que, al igual que Dios, es argentino.

El inmenso Federico Fellini solía decir: “Chaplin es el Adán del que todos descendemos”, en una vuelta de tuerca devocional sobre la cinmatografía. Lo mismo nos pasa a los peronistas con Perón (nuestro Adán) aunque hay que reconocer que, en términos político-religiosos, el Papa es una buena figura alternativa. Lo entendemos nosotros. Lo entiende el partido gobernante (que sostenía que Francisco era “el representante del Maligno” y esta semana tuvieron un repentino ataque de disfonía frente a la rayada del auto que les pegó desde el Vaticano). Y lo entienden hasta los medios dominantes. La Nación tituló “Un discurso militante y terrenal, que parece escrito por Grabios”… les faltó el Ayyyy de dolor que cerrara el verdadero sentimiento.

Solo Lilia Lemoine (que pasó unos días agitados) se atrevió y reclamó: “done el oro del Vaticano, Padre”. Un absurdo que ya se escuchaba en los ´70s en personas largamente más comprometidas que esta cosplayer oportunista.

Campana

La semana terminó con algunas buenas noticias macroeconómicas para el Gobierno pero una sensación de derrota en el Gobierno que impidió que Milei se subiera, portando su impostada sonrisa ganadora, al avión privado que lo trasladó a Nueva York en su viaje… soretecientos. Lo acompañaron el «Toto» de la Champion que, antes de partir, rogó, casi de rodillas, en la Bolsa de Comercio de Rosario que los argentinos saquemos “los dólares del colchón (mirá de dónde quieren que llegue la lluvia de dólares); su hermana Karina con la tarjeta de débito en la mano por las dudas; la ministra Bullrich que nuevamente fue denunciada penalmente por la represión (justo en la semana en la que los responsables de la matanza de dicienbre de 2001 fueron condenados) y la canciller Diana Mondino que… bueno, que no se sabe para qué viaja.

La agenda presidencial aparece cargada. Reunión con periodistas de New York Times; juntada con su amigo Elon Musk y la dudosa distinción de ser quien haga sonar la campana para el inicio de la apertura de la jornada bursátil en la Bolsa neoyorquina. El martes disertará en el Debate de la 79 Asamblea General de las Naciones Unidas, tendrá luego un par de reuniones protocolares y pegará la vuelta a casa, o sea, Argentine Republic.

Este viaje del libertario se da en el marco de tratar de conseguir un poco de dinero fresco vía inversiones (hasta ahora no ha traído ni un dólar) y escapando de una semana pésima que, en términos político/económicos, cerró con el anuncio de que la inversión de 30.000 millones de dólares para la construcción de una planta de GNL, tambalea… con propensión a caerse.

El capricho casi infantil de nuestro primer mandatario de que la planta no se construyera en la provincia de Buenos Aires -donde la empresa Petronas ya había realizado todos los estudios de factibilidad- habría derrumbado este proyecto que hubiese significado la mayor inversión de la historia de nuestro país.

Así, entre rabietas y asados inconvenientes, Javier Milei y sus 40 ladrones siguen tropezando con una realidad que no es de película. Porque como advierte un personaje de la película “La Invención de Hugo”, que dirigió Martin Scorsese, “Los finales felices sólo ocurren en el cine”.

The End.


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