El dirigente nacional del Frente Grande y ex embajador en Bolivia Ariel Basteiro denunció una serie de irregularidades en el último plenario nacional del partido, donde se impuso por mayoría el apoyo a la alianza Derecho al Futuro que impulsa el intendente de Ensenada, Mario Secco. Según Basteiro, el proceso estuvo plagado de arbitrariedades, exclusiones y presiones internas que desvirtuaron la democracia interna del partido.
«Hubo dos posturas claras: una que apoyaba directamente a Axel Kicillof y a la alianza Derecho al Futuro, y otra que proponía esperar y trabajar por una unidad más amplia del campo popular», explicó Basteiro en diálogo con Deuda Prometida. Esta última línea pedía un cuarto intermedio para seguir negociando una estrategia común, pero la moción fue desestimada sin ser votada.
Según el exdiputado, desde el entorno de Secco se desbalanceó la votación aprovechando una ventaja estatutaria: Ensenada tenía 15 o 16 delegados por contar con concejales más 3 de Marcos Paz, frente a representantes de distritos mucho más grandes como La Matanza, Quilmes o Avellaneda, que sumaban votos con mayor peso poblacional pero menor representación formal. «Entre Ensenada y Marcos Paz no juntan ni 100.000 votantes; nosotros, que pedíamos unidad, representamos a más de 10 millones», criticó.
Además de denunciar la desproporción en la representación, Basteiro acusó al sector oficialista de impedir la acreditación de varios centros partidarios con argumentos «infantiles», pese a que habían sido reconocidos durante los últimos tres años. También afirmó que hubo presiones directas de Secco sobre algunos delegados para torcer su voto a cambio de «promesas y prevendas».
«La votación fue ilegítima y vamos a impugnar el congreso esta semana», adelantó Basteiro. El principal motivo de la impugnación es que la alianza votada no tiene personería jurídica. «La alianza Defensa al Futuro es un sello de goma, no es un espacio reconocido oficialmente. El Frente Grande no puede aliarse con eso», cuestionó.
Para Basteiro, la actual conducción partidaria traiciona los valores fundacionales del Frente Grande: «Transformaron al partido en lo que nació para combatir. Hubo patoterismo, gritos, insultos a quienes teníamos una postura distinta. Es algo que nunca había pasado y que repudiamos totalmente».
El dirigente concluyó reafirmando su compromiso con dos objetivos: impugnar la votación por vía judicial y trabajar para una verdadera unidad del campo popular. «No vamos a aportar a la división. El enemigo no está entre los compañeros. Eso de marcar enemigos internos es lo más peligroso que se está instalando desde Ensenada», advirtió.
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