A menos de dos meses del vencimiento de las facultades delegadas, el Ejecutivo avanza con una nueva ofensiva desreguladora que ya provocó la salida de unos 50.000 trabajadores del Estado y que ahora pone la lupa sobre dos organismos clave: la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y la Aduana. El arquitecto de estas reformas es el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien trabaja para reducir a la mitad los trámites que hoy exige ANMAT y reescribir las reglas del comercio exterior.
El ajuste y la desburocratización aparecen como los ejes del modelo libertario. En Casa Rosada aseguran que el plan es “secuencial”: tras la intervención del sector cultural, seguirán con economía, salud y transporte. En esa línea, ya comenzó una revisión integral del funcionamiento del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la ANMAT y de la Administración Nacional de Aduanas.
Sturzenegger no ocultó su malestar con el INTA, al que acusó de tener gastos desproporcionados. “Gasta la mitad de las retenciones del maíz”, dijo al justificar la necesidad de una reforma estructural. También celebró cambios en el sistema de adjudicación de obra pública, al que calificó como “cartelizado”. “Lo más importante, se termina el sistema de la capacidad constructiva que era el corazón del sistema anterior”, destacó en redes sociales.
Una nueva etapa: seguros desregulados, trenes privatizados y vacunas importadas
Mientras el Ejecutivo insiste en que “el Estado debe retirarse” de la obra pública, ya estudia habilitar seguros contratados en el exterior —incluso agrícolas o de vida— y planea avanzar con la privatización de los trenes. Las empresas privadas podrían comprar locomotoras y gestionar sus propios ramales. “Grupos como las cerealeras podrían tener sus propias líneas de trenes”, deslizaron cerca del ministro.
También se busca abrir el mercado de vacunas contra la aftosa. El objetivo: importar dosis desde Colombia, donde cuestan un tercio de lo que pagan hoy los productores argentinos. Según el Gobierno, la autorización se otorgará solo a laboratorios con certificación internacional.
ANMAT y Aduana: menos regulaciones, más “eficiencia”
Entre las medidas más sensibles, se destaca la intención de reducir los trámites que hoy canaliza la ANMAT. Actualmente hay unos 900 procedimientos activos, pero Sturzenegger quiere reducir esa cifra al 50%. Según su equipo, abundan regulaciones innecesarias que encarecen productos y traban procesos industriales.
También la Aduana será objeto de una reestructuración. Se armó una comisión de seis integrantes —dos del Ministerio de Desregulación, dos del área de Producción y dos de la propia Aduana— para revisar y simplificar los mecanismos del comercio exterior.
El objetivo político: replicar el ajuste en las provincias
En paralelo, el Gobierno nacional prepara un análisis fiscal que busca demostrar cuánto podrían bajar los impuestos provinciales si los gobernadores aplicaran una motosierra similar a la que usa la administración de Javier Milei. Estos números, adelantaron, serán la base de la campaña de La Libertad Avanza para las elecciones de medio término.
El Ejecutivo también apunta a demostrar que la Nación no es el principal responsable de la infraestructura vial: mientras las rutas nacionales suman 40.000 kilómetros, las provinciales alcanzan los 200.000 y las municipales 600.000. “Incluso algunas rutas nacionales, como la 2, están bajo control de las provincias”, remarcan.
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