En medio de la creciente incertidumbre económica, Luis Caputo, ministro de Economía, intentó calmar los temores de la población asegurando que el dólar «no se va a disparar», a pesar de la reciente caída de las reservas y la alta volatilidad financiera. Sin embargo, su optimismo no logra disipar las dudas sobre la sostenibilidad del modelo económico impulsado por el Gobierno.
A lo largo de los últimos 15 días, el Banco Central vendió u$s1.640 millones para intentar contener la devaluación, pero Caputo minimizó este gasto y justificó la situación alegando que el escenario era previsible. En sus declaraciones, reiteró que la economía se estabilizará una vez cerrado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Las reservas que estamos perdiendo ahora se van a recuperar”, sostuvo, dejando entrever que la dependencia del acuerdo con el FMI es clave para la recuperación, a pesar de las críticas por la gestión de la deuda externa.
El ministro también mencionó la retención de divisas por parte de los exportadores, atribuyéndolo a la falta de claridad sobre el rumbo económico. Sin embargo, muchos sectores económicos consideran que esta falta de confianza es consecuencia directa de políticas que generan incertidumbre, y que la estabilidad prometida por el Gobierno está lejos de ser una garantía.
SEMANA DIFÍCIL PARA LUIS CAPUTO
— Víctor Hugo Morales (@VHMok) March 31, 2025
El ministro de Economía aseguró en una entrevista que el préstamo del FMI estaba garantizado, pero la vocera del organismo lo desmintió, generando más incertidumbre y una nueva pérdida de dólares en el Banco Central.
"Es muy difícil para… https://t.co/ByXn2uzj0x
Caputo justificó la emisión de deuda al afirmar que se trata de «reemplazar» lo hecho por el kirchnerismo, argumentando que el déficit fiscal heredado dejó una situación insostenible. Sin embargo, las críticas sobre la creciente deuda externa y la falta de un plan claro de desarrollo económico continúan sin respuesta convincente.
En cuanto a la inflación, el ministro fue optimista, pero su pronóstico de que «la inflación va a terminar colapsando» choca con la realidad de los altos niveles de precios que afectan a la ciudadanía. El aumento de los salarios reales en términos nominales no parece ser suficiente frente a la constante pérdida de poder adquisitivo de los argentinos.
A pesar de las promesas de recuperación, Caputo cerró su intervención apelando a la tranquilidad de la gente, sin ofrecer garantías claras sobre cómo se abordarán las dificultades económicas a corto plazo. La falta de respuestas efectivas ante la crisis continúa dejando a muchos sectores de la sociedad con dudas sobre la capacidad del Gobierno para estabilizar la economía sin recurrir a medidas drásticas que afecten a los más vulnerables.