Tras pasar más de ochenta días internado en el Hospital Ramos Mejía, el reportero gráfico Pablo Grillo fue dado de alta de la unidad de terapia intensiva este martes y trasladado al Hospital Manuel Rocca, donde inicia una etapa de rehabilitación. Grillo fue víctima de la represión ejecutada por fuerzas federales bajo el mando de Patricia Bullrich el 12 de marzo, mientras cubría una protesta de jubilados frente al Congreso.
“Fue un nuevo parto esto, revivió”, expresó su padre, Fabián Grillo, visiblemente conmovido. La familia decidió comunicarle el alta el mismo día para no generar falsas expectativas. “Le dijimos que se iba a ir en cualquier momento, pero ahora le dijimos ‘cambiate que te vas’”, relató.
La escena en la puerta del hospital fue emotiva: Pablo fue subido en camilla a una ambulancia rodeado de aplausos, abrazos y cánticos. “Che Pablito, estamos esperando, que vuelvas para el barrio, para seguir luchando”, cantaron familiares y amigos al momento del traslado.
Un disparo que casi termina con su vida
El disparo que impactó en la cabeza del fotógrafo salió del arma de un agente de la Gendarmería Nacional durante una violenta represión desplegada por el Gobierno en una movilización de adultos mayores. Las consecuencias fueron devastadoras: Grillo estuvo en coma, al borde de la muerte, y enfrentó una operación de altísimo riesgo.
El Cuerpo Médico Forense confirmó recientemente que las lesiones fueron “graves y gravísimas”, y que pusieron en peligro su vida. La causa judicial avanza en Comodoro Py, donde el expediente ya identifica al gendarme Héctor Guerrero como el autor del disparo. También se comprobó que realizó más de un disparo con el mismo modus operandi. A pesar de eso, el uniformado no fue llamado a declarar, y tanto la Gendarmería como la Policía Federal entorpecen la causa: retacean pruebas y entregan audios editados del operativo.
La recuperación y el respaldo al sistema público
Según contó su padre en diálogo con Radio Re, Pablo ahora enfrentará un proceso de rehabilitación integral. “Será un trabajo multidisciplinario. Hará kinesiología, ejercicios de motricidad y memoria. Si es necesario que reaprenda a afeitarse, que lo reaprenda. Todo para volver a ser independiente”, explicó.
Fabián Grillo también aprovechó para agradecer la atención que recibió su hijo en el sistema público: “Todo a través del Hospital Público y con su obra social del IOMA. Hay que hacer un monumento… Bah, no hay que hacer un monumento. Hay que mantenerlo, poner plata e invertir. Sostener y pagar bien a los profesionales. Lo público funciona. Y después sí, si hay ganas, hacerles un monumento, pero primero lo primero”.
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