El industricidio del presidente Javier Milei llevó a la provincia a que remate la empresa que más orgullo tienen los mendocinos. Milei y el gobernador Alfredo Cornejo pretenden vender IMPSA. Se trata de una empresa bandera del desarrollo industrial argentino, que brinda soluciones integrales para la generación de energía. El objetivo de fondo, denuncian, consiste en rematarla a privados extranjeros, privatizarla.
En IMPSA se licitaron grandes proyectos hidroeléctricos, turbinas, reactores nucleares, grúas, etc, compitiendo con importantes empresas internacionales. Hoy, Nación tiene el 63,7% de las acciones de IMPSA, la provincia de Mendoza, un 21,2%, y el 15,1% restante se encuentra en manos privadas.
Cornejo busca vender ese 21% a Nación, y por eso mandó a sus legisladores provinciales a sacarla por ley. Con esta medida, asegura, «el gobernador no solo está perjudicando a los mendocinos, sino que va a rematar una industria que el mundo entero sabe y afirma que tanto su mano de obra, como sus conocimientos, son de excelencia, y que en el mundo no hay un recurso humano e infraestructura como IMPSA».
IMPSA es irremplazable, por su pasado y su proyección a futuro, pero la lógica de recortes del actual gobierno los llevó a tomar la decisión de querer venderla, alegando que es una empresa deficitaria.
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