27 de octubre de 2024

La divina tragedia

“No debemos tener miedo de nada
por fuera de las cosas que poseen
un poder real para hacer daño a otros.
De todo lo demás no hay que temer en absoluto”.
Dante Alighieri

Abandonar toda esperanza, aquellos que aquí entráis”, se puede leer, según el Dante, al ingreso al Infierno. Algo similar tendría que consignar la entrada a la Argentina de Javier Milei. Sus promesas al pueblo durante la campaña reproducen, de alguna manera, la obra cumbre de Dante Alighieri: al final del camino está el Paraíso, pero, antes, hay que atravesar el Infierno. “Si me dan 35 años podríamos ser como EEUU” fue su latiguillo en los días previos a su elección como presidente y más adelante, se volvió una suerte de disculpa a los primeros mazazos que le propinó al pueblo. Pivoteando sobre esta idea consiguió que muchos creyeran que “hay que darle tiempo”. Claro, nadie mira cómo está hoy Estados Unidos, con zombis de fentanilo llenado las calles y una destrucción tan feroz de la política que el Washington Post, por primera vez en su historia, no va a acompañar a ninguno de los dos candidatos más importantes para las próximas elecciones.

Ese tiempo, ese stand by concedido por una parte importante de la dirigencia política que se justifica explicando que Milei aún goza de un importante número de argentinos que lo apoyan, ha redundado en desempleo (y temor al desempleo), en la toma de deuda con el sobregiro de las tarjetas para poder comer, en la restricción de gastos personales y familiares y en hambre, en mucho hambre, cuestiones todas que tiran cada vez más abajo la imagen de un Presidente que, como cualquier demiurgo menor, sólo atina a tapar con insultos, amenazas de muerte y más recortes la mala gestión de su gobierno. Tan mala que su imagen está por debajo de la de todos y cada uno de los gobernadores en sus respectivas provincias, según el informe “Domingo de Datos” que elabora la consultora Zubán Córdoba.

La foto semanal de esa auténtica tragedia de la patria no puede reflejarse verdaderamente si no se revisan los pecados de los dirigentes que nos han puesto en esa situación porque, si bien hay un pecado original de la sociedad votando con rabia, con desesperación, afirmada en una emocionalidad que nubló la razón popular, también hay importantes defecciones de muchos que fueron elegidos para controlar, y se entregaron. Recorramos juntos este paso del camino, aunque el Paraíso quede muy lejos.

El ante infierno

Ese período de gracia, esa suerte de blindaje para el gobierno de La Libertad Avanza se parece, y mucho, al “ante-infierno” que atraviesa el Dante hasta llegar a las puertas custodiadas por Cancerbero, el fabuloso mastín de tres cabezas. En esta zona ambigua habitan los “ignavi”, los que el análisis gramscianodefine como los “indiferentes”. Para el vate florentino son mucho peor que eso, son pecadores tan indignos que no merecen siquiera un castigo real. Su pena es la de correr detrás de una bandera (ellos que vienen de la anti-política), picados por mosquitos o avispas. Su sangre, cuando cae a tierra, es recogida por gusanos. Estos seres, entonces, más que ser indiferentes, hicieron la “elección de cobardía”, eligieron no elegir.

Tan política puede ser una de las lecturas de la Divina Comedia que ya nos anticipaba a algún sector del radicalismo y también a algunos peronistas complacientes. Pero, sobre todo, a un grupito del PRO de la Cámara de Diputados que, entre asado y asado, hace lo que les mandan, sin temor a contradecir lo que han declarado pocos días antes al respecto. Lábiles, viscosos, con una piel política fría y húmeda, estos cobardes por elección duran en el convulsionado mundo de las internas partidarias atravesando todos los filtros. No tienen peso específico ni volumen propio, y sin embargo, suman… a la confusión popular.

Primer círculo

El primer círculo del Infierno del Dante, el Limbo, es para los “no bautizados”, que también podría referir a los que no pertenecen al ideal libertario. A por ellos ha ido el gobierno, particularmente esta semana. Hablo de los massistas que habían sobrevivido en una suerte de devolución de favores (es vox pópuli que Massa le armó listas a Milei en el Conurbano y hay quienes dicen que hasta le financió parte de la campaña). Al parecer, como suele ocurrir con estos matrimonios de conveniencia, el amor no dura mucho más de un año. Pasó entre Néstor y Duhalde, cuando, cumplido un tiempo prudencial, “el Lupo” empezó a sacudirse los compromisos que había contraído con “Negro” y a desalojar duhaldistas del gabinete.

En este primer círculo del averno mileístico se inscribe el “cierre” de la AFIP que, según el Mudo de Adorno, va a producir una reducción del 45% las autoridades superiores y de un 35% los niveles inferiores de la estructura actual, lo que redundaría en un ahorro estimado en $ 6.400 millones al año. Al cruce le salió Guillermo Michel, ex titular del organismo que desmintió con datos al presidente, cosa que es más fácil que ganarle una pulseada a un nene de 3 años porque Milei es un gran inventor de indicadores falsos y de cifras incomprobables. Todo humo. Todo política. Todo casta… precisamente ellos.

Segundo círculo

Lujuria: ese es pecado capital que cometieron los que pululan en el segundo círculo del Infierno. Vicio ligado al poder, si lo hay. Milei, en ese sentido, es de molde, de manual. Su soltería, su ambigua y a la vez propincua relación con su hermana, a quien llama “El Jefe”, el modelo de mujer voluptuosa que elige toda vez para presentar como su pareja, la velocidad con la que las abandona para empezar con otra parecida y, sobre todo la habitual exhibición pública de besos, mimos y caricias que resultarían groseros aún entre adolescentes.

Para La Libertad Avanza ese es un pecado original. En su propia conformación existen atisbos libertinos, que no es lo mismo que libertarios. A principios de 2023, Mila Zurbriggen, presidenta por entonces de la agrupación juvenil Generación Libertaria, denunció la conformación de listas “por guita o por sexo”. Claro, lo de la guita tuvo momentos cuasi satíricos como cuando el senador formoseño Francisco Paoltroni denunció a los gritos que él había tenido que vender dos campos para… y ahí, antes de irse de boca, dijo “la campaña”. Lo del sexo… bueno, si uno va del beso que le dio Milei a su entonces pareja Fátima Flórez sobre un escenario marplatense a las fotos de mimos y arrumacos que exhibió su novia Yuyito González en el marco de la celebración del cumpleaños del primer mandatario esta semana y a eso le suma la explicación a un periodista de TN de que lo acusaban de acostarse con su hermana y con sus perros… en fin, todo es posible en la dimensión libertaria desconocida.

Tercer círculo

“El Gordo”, “El Papadas”… resultados de la gula (pecado del tercer círculo) están a la vista, y lo atormentan. Poco se habla de esta cuestión en los medios (quizá porque la corrección política impone no discutir u opinar sobre el peso, talle o tamaño del cuerpo de otra persona) pero se sabe que el Presidente es afecto a dar discursos y entrevistas en ambientes poco iluminados y que vive muy preocupado por cuestiones estéticas ligadas a la obesidad. Él prefiere resolver los asuntos políticos con aliados entre milanesa y milanesa o premiar a los “héroes” invitando a fastuosos asados.

De esas comilonas han surgido algunos de los quiebres más estrepitosos de la semana, como por ejemplo el de la UCR, cuyo bloque se partió (aunque antes se estuvo doblando un rato largo) porque algunos conspicuos admiradores de Hipólito Irigoyen y Raúl Alfonsín (comandados por Facundo Manes y Martín Lousteau) no lograron que el alvearismo patético y cómplice de Rodrigo De Loredo se comprometiera a no viabilizar todos los caprichitos del Presidente. Como ha ocurrido otras veces, el partido centenario finalmente produjo un cisma entre quienes defienden sus orígenes populares y quienes no dudaron antes y tampoco ahora en ir a golpear la puerta de los cuarteles… es metáfora, explicaría Milei.

Cuarto círculo

Nivel interesante del Infierno, tan ligado a algunas de las máculas que han signado a la política vernácula (y por qué no a la mundial) pero que, en la actualidad, están cada vez más presentes, y se exhiben sin el más mínimo pudor. Por este círculo circulan -valga la redundancia- los avaros y los pródigos. Traduzco, los que la chorean y la guardan y los que la chorean y la despilfarran. De los unos y los otros, no necesito decirlo, andan apareciendo como hongos después de la lluvia. Y no son propiedad de ninguna divisa en particular.

El Presidente ha hecho buen uso de estos pecadores comprándolos a precio vil e individualmente. Por eso personajes como el radical tucumano Mariano Campero, el liberal correntino Federico Tournier o la senadora Lucila Crexell del Movimiento Popular Neuquino han podido vender su voto a cielo abierto sin que la sociedad ponga el grito en ese cielo. Tanto han trabajado los grandes medios nacionales la cuestión de la corrupción política que han logrado naturalizarla.

¿Son los únicos? No. Todavía lastiman los ojos públicos las imágenes de prodigalidad de Martín Insaurralde bronceándose en Marbella a bordo de un yate denominado “Bandido” (qué coincidencia, ¿no?) acompañado por Sofía Clerici. Ah, un pequeño detalle: la Justicia habilitó a la modelo a blanquear los 600.000 dólares que le había retenido oportunamente, en el marco de la investigación de lavado de dinero. Hay perfume de opereta. ¿Habrá un cuarto círculo para los jueces?

Quinto círculo

“Me gustaría meterle el último clavoal cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro”. Milei lo dice con el rostro desencajado. Luego entrecierra los ojos y se pierde en un pensamiento que uno bien puede adivinar a qué imagen recurre. Al aire, por un reconocido canal de noticias que iba a desaparecer… y no, en un reportaje que lo expone a otro de sus habituales (aunque ahora más controlados) ataques de ira.

En este círculo, el quinto del Infierno dantesco, purgan las almas de los iracundos, encenagadas en las aterradoras aguas de una laguna sucia, se golpean entre ellas y se despedazan a mordiscos mientras se ahogan permanentemente.

Y, debajo de ellas, las de los que han pecado de pereza. Allí, los adoradores del lugar común se tentarían con ubicarlo a Mauricio Macri… pero no hay reposeras. Además de que se ha mostrado activo en la operación política para ir recortándole poder a Karina Milei y Santiago Caputo, y quedarse con los espacios de decisión del gobierno que más le interesan, como el área de Energía, sin ir más lejos.

Dice Alighieri que este lugar del averno está custodiado por ángeles caídos. De esos, sobran en nuestra malhadada clase política. Y si no, pregúntenle a José Ottavis, que luego de un largo largo exilio, volvió a aparecer esta semana en la lista de Cristina para las internas del PJ.

Sexto círculo

Territorio de herejes, este anillo está dedicado por Dante a la política. Los que allí se calcinan por toda la eternidad fueron aparentemente condenados por negar la vida eterna en su sentido religioso, pero, en realidad se trata, en el fondo, de una discusión entre güelfos y gibelinos dos facciones que encarnaron una lucha secular, la primera apoyando al papado y la otra al emperador: una bella y lograda metáfora sobre la interna del PJ.

No es difícil imaginar quién representa a quien en ese infierno partidario que es nuestro país. Lo complejo es comprender por qué y para qué ahora. Justo cuando los demonios depositaban sus ojos avariciosos en las cagadas que hacía Milei y lo dejaban rodar, la interna logró torcer sus miradas. Y aunque los buenos oficios de seres luminosos como Estela de Carlotto hayan logrado una foto para tranquilizar un poco las aguas públicas, Máximo Kirchner, en un exquisito reportaje que le hizo Jorge Rial -y que es obligatorio escuchar para comprender algunas de las facturas- se ocupó de volver a poner la interna en su lugar.

Precisamente de herejía son las acusaciones. Quién lo determina, no importa demasiado. Lo relevante, según lo expresa Cristina Kirchner en una carta a los afiliados del PJ, es definir “qué peronismo queremos para el futuro”. Una convocatoria que contrasta con un concepto que Dante Alighieri expresa en este tramo de su obra: “el alma en el Infierno puede ver el futuro pero no el presente”

Séptimo círculo

El infierno de violencia, y sus tres anillos para separar lo que en el presente de la Argentina está trágicamente unido. El exterior en donde se ahogan en sangre hirviente los asesinos y los tiranos, el del medio en donde moran los suicidas transformados en nudoso árboles llenos de arpías y el interior el de los sodomitas… el lector se encargará de colocar en cada uno a los personajes políticos que entienda pertinente.

Lo cierto es que el país que vivimos hoy es una patria violenta. Y gran parte de la responsabilidad de esto la tiene el Presidente, sus ministros y esta estrategia de instalación del horror en las redes a través de un equipo de descerebrados cuyo cordón umbilical nunca fue separado de la computadora. “Guapos de Twitter”, los denomina un querido amigo. Violentos del lenguaje que, cuando reciben un parte ínfima de todo lo que provocan, lloran, corren y se refugian en los brazos de los policías y servicios de inteligencia que los rodean para contenerlos y cuidarlos. Y luego vuelven a los estudios de tv o de streaming a preguntar si los violentos son ellos o los que los agreden. Respondo: son ustedes. Son los idiotas útiles que por salarios que no les permitirán vivir cómodamente por el restos de sus vidas (como sí lo harán los que les pagan, gracias a la que se están robando) hacen la tarea sucia y ponen el cuerpo (no mucho, pero lo ponen).

Esa horda de amorales han roto la Argentina. A diario se producen uno, o varios, de estos “eventos” que exceden a las violencias que desparraman los uniformados reprimiendo una marcha. El botón de muestra de esta semana fue tan insólito como absurdo y patético: una influencer libertaria (cuyo nombre no viene al caso) fue hasta un edificio de la antigua AFIP a dejar allí una rosa roja de tallo largo y a filmarse preguntándose  si misma “¿A vos en serio te parece bien que 3000 familias se queden sin trabajo?” y respondiendo “Si” con una sonrisa sobradora. Y eso lo hizo el mismo día que un trabajador de la Agencia se arrojó del piso 9 para quitarse la vida por haber perdido el empleo.

Más allá de los repudios, más allá de cualquier sanción que pudiese caberle a esta chica, la sociedad que produce personajes de este nivel de violencia es, en definitiva, una sociedad quebrada. Un colectivo hecho añicos por la instalación de discursos de odio que luego redundan en actos criminales. Profundas heridas que no pueden ser restañadas con repudios y mucho menos con ese silencio cómplice que anima a otros rotos, que mueren por los 15 minutos de fama que nos prometió el célebre Andy Warhol en los dorados 60 y son capaces de ser más crueles aún.

No se trata de humor. Ni de metáforas. Es atrocidad en estado puro. Es la imposición del terror, la promesa de la muerte… de eso. La Argentina, ya tiene un camino recorrido.

Octavo círculo

El nivel de las “malas fosas” que están divididas en diez bolsas destinadasa castigar a: 1) proxenetas; 2) aduladores; 3) a los que compraron o vendieron su espíritu por bienes materiales; 4) a los brujos y falsos profetas; 5) a los políticos corruptos; 6) a los hipócritas; 7) a los ladrones; 8) a los fraudulentos; 9) a los que dividieron a las personas y 10) a falsificadores y perjuros. Como se verá, una selección que le permite al lector decir a tal diputado lo mandaría a la tercera bolsa y a cual gobernador lo ubicaría en la quinta. Casi un juego para imaginar cual es el lugar que le corresponde a cada uno en el Infierno argentino.

Comprenderán que muero por hacer nombres. Pero he decidido quedarme con las ganas porque a cada uno de los que avance en la lectura, seguramente lo asaltará alguna imagen, algún momento, algún o alguna dirigente en particular. No encontré, sin embargo, una bolsa para los que tiran tarot, aunque supongo que la cuarta, la de los brujos y falsos profetas, les queda bien.

Noveno círculo

Este anillo es, acaso, el más representativo del hoy político. Porque el César “ama la traición pero odia al traidor”. Y Milei se siente por encima de todo emperador romano. Acaso con algún destello de Calígula, quien gobernó apenas cuatro años pero pasó a la historia por su extrema crueldad, su necesidad de ser reconocido como un dios y una serie de malas decisiones, traiciones y extravagancias tales como nombrar cónsul a su caballo Incitatus y mantener relaciones incestuosas con sus hermanas Agripina la Menor, Julia Drusila y Julia Livila.

Aunque Roma no paga traidores, Milei sí. De diversas formas. Incluso prometiéndole a algunos que han dejado sus partidos y doctrinas de lado para acompañarlo, futuras participaciones en listas que no se sabe qué destino podrán tener.

Este círculo del Infierno, como el anterior, tiene diferentes niveles, o recintos. Y es en el número 2 en el que se encuentran los traidores a las entidades políticas, tales como partido, ciudad, o país. En nuestro propio averno, el Infierno Nacional, ese estaría atestado y tendría que abrir sucursales.

Ocurre, sin embargo, que la idea de traición se ha usado con tanta liviandad y ligereza que ha perdido el valor condenatorio que otros tiempos (será por eso que tampoco la lealtad paga lo que otrora). Un par de datos para el cierre. Lucifer habita en este nivel del Infierno, que es el único que está congelado, como las almas de todos los traidores. Judas también está aquí… A Pilatos no lo encontré en la Divina Tragedia.

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