La compra de Telefónica Argentina por parte del Grupo Clarín, a través de Telecom, desató un fuerte rechazo del Gobierno, que denunció un posible monopolio en el sector de telecomunicaciones. La operación, valuada en 1.250 millones de dólares, fue confirmada por fuentes empresariales en Madrid y generó una inmediata respuesta de la administración de Javier Milei, que no desea la transacción y anticipa una dura batalla regulatoria.
Desde la Oficina del Presidente difundieron un comunicado en el que cuestionaron la compra y advirtieron sobre el riesgo de concentración del mercado. En la misma línea, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) advirtió que la normativa vigente impone controles estrictos en la transferencia y adquisición de licencias en el sector, por lo que la operación será sometida a una revisión exhaustiva.
Advertencia oficial y respuesta de Milei
ENACOM informó que analizará la compra junto con la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), con el objetivo de evaluar su impacto en la libre competencia y la accesibilidad de los servicios de telecomunicaciones en todo el país.
“El sistema vigente de controles evita posiciones oligopólicas y garantiza los derechos ciudadanos a la comunicación, información y libertad de expresión”, señaló el ente regulador a través de un comunicado.
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) February 24, 2025
El presidente Javier Milei también se pronunció sobre el tema a través de su cuenta en la red social X, donde lanzó una advertencia directa a los compradores: «Ese fue el acuerdo entre partes, te faltan saltar dos vallas, Enacom y Defensa de la Competencia».
Telefónica justifica su salida del país
Desde Telefónica Hispanoamérica justificaron la decisión de desprenderse de su filial argentina y detallaron los términos del acuerdo en un comunicado oficial:
«Telefónica Hispanoamérica ha llegado a un acuerdo con TELECOM Argentina para vender la totalidad de sus acciones en el capital social de Telefónica Argentina. La transacción valorada en 1.245 millones de dólares se inscribe en la estrategia del Grupo de reducir la exposición a la región y continuar operando de forma sostenible para construir valor para sus accionistas. La firma y cierre de la transacción ha tenido lugar simultáneamente en el día de hoy».

Una disputa con múltiples frentes
La compra de Telefónica por parte de Telecom consolidaría una posición dominante en el mercado, ya que la compañía controlada por el Grupo Clarín posee una ventaja en términos de espectro radioeléctrico respecto a sus competidores. Esto reduciría significativamente la competencia y dejaría a Claro en una posición debilitada dentro del sector.
Históricamente, el Estado bloqueó intentos de fusión entre grandes jugadores del mercado de telecomunicaciones con el argumento de evitar la concentración y garantizar la competencia. Ahora, el Gobierno enfrenta un dilema: si permite la transacción, flexibiliza las normas vigentes en favor del principal grupo mediático del país (más allá de una contradicción en su discurso del libre mercado); si la frena, abre un nuevo frente de conflicto con un actor que hasta hace poco era visto como un aliado clave.
Mientras tanto, en España, la decisión de Telefónica complica la gestión de su presidente, Marc Murtra, quien asumió con el desafío de recuperar la confianza de los inversores tras los cambios en la conducción de la empresa. Su estrategia de reducir la exposición en América Latina lo enfrenta a tensiones tanto en el ámbito político como empresarial.
La disputa por la compra de Telefónica podría marcar un punto de quiebre en la relación entre el Gobierno y el Grupo Clarín. Con el análisis regulatorio en marcha y la presión de distintos sectores, el desenlace de este conflicto será clave para el futuro del mercado de telecomunicaciones en Argentina.