Javier Milei avanzó con la conversión del Banco de la Nación Argentina en sociedad anónima, una medida que había quedado fuera del proyecto de ley Bases. La decisión se oficializó a través del decreto 116/2025, firmado por el mandatario antes de partir hacia Estados Unidos, y fue anunciada por el vocero presidencial, Manuel Adorni.
«El Presidente de la Nación acaba de firmar el decreto que transforma al Banco de la Nación Argentina en Sociedad Anónima. Dios bendiga a la República Argentina. Fin», publicó Adorni en sus redes sociales, confirmando la determinación del Gobierno de profundizar su programa de reformas.
La norma, publicada en el Boletín Oficial, establece que el BNA pasará a ser una sociedad anónima bajo la jurisdicción del Ministerio de Economía, manteniendo su continuidad jurídica y operativa en el sistema financiero. Según el decreto, el Estado Nacional será titular del 99,9% del capital social, mientras que la Fundación Banco de la Nación Argentina ostentará el 0,1% restante.
Desde su llegada a la presidencia del BNA, Daniel Tillard impulsó esta iniciativa como parte del proyecto libertario de modernización del Estado. La conversión en sociedad anónima es vista como un paso previo a una eventual apertura del capital de la entidad. En un comunicado emitido el 27 de enero, el Banco defendió la medida asegurando que permitirá ampliar el acceso al financiamiento y aumentar los créditos destinados a familias y pequeñas y medianas empresas. «Para sostener el crecimiento del financiamiento, la institución necesitará ampliar su fondeo, lo que podrá hacer abriendo su capital», explicaron desde la entidad.
El Banco Nación cerró el 2024 con cifras récord en créditos, otorgando más de 15.000 millones de dólares a empresas y familias, y aumentando su participación en el mercado financiero del 11,4% al 17,6%. Además, la entidad aseguró que su balance de transformación refleja activos por 48 billones de pesos y un patrimonio neto de 15 billones de pesos.
En su versión original, la ley Bases incluía al BNA dentro del listado de empresas a privatizar, junto con Aerolíneas Argentinas e YPF. Sin embargo, la exclusión del Banco Nación de la ley no impidió que el Gobierno avanzara con su conversión en sociedad anónima por decreto.
A pesar de este avance, en septiembre de 2024, el Juzgado Federal N° 2 de La Plata, a cargo de Alejo Ramos Padilla, advirtió que cualquier intento de privatización deberá pasar por el Congreso, ya que el DNU 70/23 no deroga las normativas que exigen una aprobación legislativa para vender empresas públicas. Por lo tanto, aunque el Banco Nación ahora sea una sociedad anónima, su eventual privatización seguirá dependiendo de la decisión parlamentaria.
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