El Gobierno echó al fotógrafo que ayudó a reconocer al agresor de Pablo Grillo

En un nuevo capítulo de persecución laboral bajo la gestión de Javier Milei, el Gobierno despidió a Kaloian Santos Cabrera, fotógrafo que trabajaba en la Secretaría de Cultura de la Nación desde hacía más de una década. Santos Cabrera, además de desempeñarse en el área estatal, colabora como fotoperiodista en El Destape y fue quien capturó las imágenes que permitieron identificar al gendarme que hirió gravemente a Pablo Grillo durante la brutal represión a jubilados en las recientes manifestaciones.

La desvinculación de Santos Cabrera se llevó a cabo de manera personalizada y sorpresiva, ya que fue el único integrante del área de prensa que quedó sin renovación de contrato. El fotógrafo explicó que el hecho no se debió a una reducción general del personal, sino que fue una decisión dirigida exclusivamente a él. «Fue una reducción de personal personalizada, pues fui el único de toda el área de prensa desafectado de mis funciones», afirmó.

Una renovación de contrato que nunca llegó

En enero de 2024, el fotógrafo debía tener su contrato renovado por un año tras aprobar el examen de idoneidad, pero solo le extendieron el vínculo por tres meses. Según relató, ante sus reclamos, recursos humanos reconoció que se trató de un error administrativo y prometió que en abril el contrato se renovaría automáticamente hasta diciembre. Sin embargo, el pasado 31 de marzo, María José Pérez Insúa, Directora de Comunicación de la Secretaría de Cultura, lo llamó para informarle que la orden de no renovar su contrato provino «desde arriba», argumentando una supuesta reducción de personal.

El despido de Santos Cabrera cobra especial relevancia tras conocerse que las fotos tomadas por él fueron fundamentales para identificar al gendarme responsable de la agresión que dejó a Pablo Grillo hospitalizado y al borde de la muerte. La secuencia fotográfica registrada durante la represión mostró con crudeza el accionar de las fuerzas federales contra manifestantes, lo que desató críticas hacia el Gobierno por el violento operativo.

Además de su trabajo en el Ministerio, Santos Cabrera mantiene una destacada trayectoria en el fotoperiodismo independiente, especialmente en la cobertura de movilizaciones y protestas sociales. Aunque el despido representa un golpe a su carrera estatal, el fotógrafo expresó su postura con firmeza: «Sabía que esto podía ocurrir con este gobierno y no me arrepiento. Mi trabajo en el ministerio fue impecable, con un sentido de pertenencia labrado a lo largo de más de una década, sin importar quién fuera el gobierno de turno. De todo eso y de poder mostrar la realidad a través de mi cámara en la calle, me siento profundamente orgulloso», sostuvo.

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