En un acto realizado en la Plaza San Martín de Retiro por el 43° aniversario de la guerra de Malvinas, el presidente Javier Milei utilizó el reclamo histórico para justificar su ajuste económico. “Soberanía no es que el Estado tenga muchas empresas”, afirmó, cuestionando la intervención estatal en sectores como la industria cinematográfica y los eventos culturales, que calificó de innecesarios.
El mandatario optó por no asistir a la ceremonia central en Ushuaia, donde estuvo presente su vice, Victoria Villarruel, en medio de crecientes tensiones políticas entre ambos. Milei estuvo acompañado por su hermana y Secretaria de Presidencia, Karina Milei, y fue recibido por el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Durante su discurso, el presidente rindió homenaje a los veteranos de guerra y reafirmó el reclamo por la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas: “Hoy recordamos a esos héroes que dieron la vida por la Patria y los honramos reafirmando con genuina determinación el reclamo por la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas”. Luego, cargó contra las gestiones anteriores, a las que responsabilizó de debilitar la posición diplomática argentina. “Quien empobrece sistemáticamente su suelo y hace causa común con dictadores y dictadorsuelos entra a cualquier negociación diplomática en posición de desventaja”, aseguró.
A pesar de criticar a la «casta política», el ajuste libertario impulsado por Milei desató una crisis social sin precedentes: la pobreza alcanzó el 52,9% y la indigencia el 18,1% durante el primer semestre de 2024, el peor registro en dos décadas. Para el mandatario, un país soberano debe ser próspero antes que nada: “Este es el primer gobierno en mucho tiempo que entiende que un país soberano tiene que ser primero, necesariamente, un país próspero. Solo así podemos dar el segundo paso: dignificar a nuestras fuerzas mediante las inversiones necesarias, solo al alcance de una nación próspera”, planteó.
Milei y la defensa a la autodeterminación kelper
En un giro controvertido, Milei propuso que los habitantes de Malvinas puedan decidir sobre la soberanía de las islas, postura que Argentina históricamente rechazó al considerar ilegítima la ocupación británica. “Anhelamos que los malvinenses decidan algún día votarnos con los pies a nosotros. Por eso buscamos ser una potencia, a punto tal que ellos prefieran ser argentinos”, expresó el mandatario.
El planteo generó críticas por interpretarse como una concesión que socava el reclamo argentino, ya que Milei parece aceptar implícitamente el derecho de autodeterminación de los kelpers, algo que sucesivos gobiernos argentinos siempre descartaron de plano.
Además, Milei defendió el rol de las Fuerzas Armadas y apuntó contra el desarme que, según él, perpetuó la ocupación británica en las islas. “Ante esto la historia es implacable. Un país fuerte es un país respetado. Esto no quiere decir que la fuerza hace el derecho, pero tampoco se puede llevar a cabo una política exterior desde un idealismo ingenuo e infantil”, argumentó.
El presidente reafirmó el «compromiso» de persistir en el reclamo de soberanía a través de la vía diplomática y cerró su discurso agradeciendo a los veteranos y a sus familias en nombre de todos los argentinos. Tras el acto, Milei se dirigirá a la Casa Rosada para reunirse con el titular del Banco Mundial y, luego, partirá hacia Estados Unidos para un encuentro con Donald Trump, donde recibirá una condecoración.
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