La caída del poder adquisitivo volvió a evidenciarse en abril: una familia tipo necesitó más de $466.000 para poder alimentarse durante todo el mes, pero el salario mínimo cubrió apenas 19 días. El dato surgió de un nuevo informe elaborado por la Fundación COLSECOR, que cada mes mide la Canasta Básica Alimentaria (CBA) en localidades medianas y pequeñas del interior del país.
El reporte de abril dejó en claro que el ingreso mínimo legal, que fue de $302.600, no alcanza para cubrir ni siquiera las necesidades alimenticias básicas de una familia de cuatro personas durante 30 días. En relación a marzo, se perdió un día más de cobertura, luego de siete meses sin retrocesos. El ingreso, en definitiva, quedó 11 días por debajo de lo necesario para no caer en la indigencia.
La medición incluyó precios relevados en 29 ciudades de siete provincias argentinas, donde se observó un aumento mensual del 2,9% en el costo de la CBA. Para un adulto, ese umbral de indigencia se ubicó en $150.847. Según los datos del informe, una familia de tres personas requirió $371.083 para cubrir sus necesidades alimentarias, mientras que una pareja con un solo hijo necesitó $226.270. En el caso de los hogares más numerosos, con cinco integrantes, el monto ascendió a $490.252.
Gerardo Sánchez, economista y asesor de la Fundación COLSECOR, analizó el comportamiento de los precios en distintas regiones: “El dato de la suba intermensual del 2,9%, ratifica un freno al proceso de desaceleración en los precios de los alimentos iniciado en los últimos meses del año anterior. Sólo en tres localidades el valor de la CBA se mantuvo o descendió, mientras que en seis lugares se registraron aumentos mayores al 10%”.
El análisis también comparó los datos del interior con los registrados por otros organismos en centros urbanos más grandes. En marzo, por ejemplo, la CBA para un adulto en la Ciudad de Buenos Aires fue de $224.852, mientras que el INDEC la ubicó en $160.393 para el Gran Buenos Aires. En cambio, COLSECOR midió $146.624, Tucumán arrojó $145.408 y Mendoza cerró en $132.723.
Aunque la inflación en alimentos mostró cierta moderación en los primeros meses del año, la pérdida del poder de compra del salario mínimo continúa afectando directamente a las familias más vulnerables. La recuperación parece lejana, y cada mes el panorama se vuelve más apremiante: mientras los precios de los productos esenciales siguen en alza, el ingreso mínimo no logra acompañar ese ritmo.
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