Javier Milei tiene previsto viajar a Estados Unidos el 22 de febrero para participar en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), un evento de ultraderecha que se celebra en Washington. En un escenario donde también será orador Donald Trump, el presidente argentino reforzará su perfil como exponente de la derecha más dura a nivel mundial, alejándose de los compromisos diplomáticos oficiales y centrándose en una agenda claramente personal.
El CPAC, considerado un espacio clave para la difusión de políticas conservadoras y nacionalistas, no es un evento que tenga una relevancia en términos de relaciones exteriores para Argentina, sino que parece responder más bien a la necesidad de Milei de consolidarse como uno de los líderes de la “nueva derecha” global. Durante los días 19 a 22 de febrero, el Gaylord National Resort & Convention Center en Washington recibirá a figuras como Giorgia Meloni, Viktor Orbán y Nayib Bukele, todos ellos afines a la línea política que Milei viene defendiendo en su gestión.
Este viaje no es solo una participación en una convención, sino un claro intento de conectar con las figuras más radicales de la derecha mundial, algo que ya viene haciendo desde su reciente salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), siguiendo la línea de Trump. Más allá de la retórica de relaciones internacionales, queda en evidencia que Milei prefiere posicionarse en el escenario internacional como un líder que promueve una agenda personal, más preocupada por sus afinidades ideológicas que por las necesidades diplomáticas de Argentina.
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