La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner rompió el silencio frente a una multitud de militantes que se acercaron hasta la sede del Partido Justicialista en la Ciudad de Buenos Aires, luego de que la Corte Suprema confirmara su condena. En un mensaje cargado de críticas al Poder Judicial y al establishment económico, apuntó directamente contra lo que denominó «el partido judicial» y advirtió sobre un escenario político incierto.
«Al cepo al salario, el partido judicial le pone cepo al voto popular. Este cepo no lo pone este triunvirato de impresentables, sino el poder económico», lanzó la exmandataria desde la puerta del edificio de la calle Matheu, donde se vivió un clima de fuerte respaldo militante. Según remarcó, la resolución judicial apareció justo cuando se acercaban fechas clave para el calendario electoral: “Un mes antes de la oficialización de las candidaturas en la provincia de Buenos Aires, sacaron el fallo”.
En su discurso, Cristina insistió en que detrás del fallo judicial hay una intención deliberada del poder económico de bloquear cualquier intento de reconstrucción política del peronismo: “El poder económico sabe que somos los únicos que podemos construir una alternativa cuando esto se desplome y este monigote que tenemos de presidente se caiga. Esto no tiene final feliz y el poder económico lo sabe”.
La exjefa de Estado también arremetió contra figuras vinculadas al oficialismo libertario y recordó su pasado en gestiones que provocaron crisis: “Los que se fueron en helicóptero con una plaza con muertos, los que trajeron al FMI, vuelven a estar en el Gobierno”. Y agregó con dureza: “Nadie los llama como testigos a declarar en la causa de despojo y robo nacional. Díganme si no es paradójico que ellos gocen de libertad absoluta, provocando los mismos dolores y sufrimiento al pueblo argentino”.
Más adelante, se refirió a su situación judicial en términos políticos: “Estar presa en este contexto es un certificado de dignidad personal y política”, dijo, al tiempo que señaló las razones del hostigamiento: “Nunca nos van a perdonar a los peronistas que el trabajo debe participar junto al capital de manera equitativa. Es la manera de tener una sociedad más justa”.
También dedicó palabras al presente económico que atraviesan los sectores más vulnerables: “Te pueden meter presa, pero la gente cobra salarios de miseria, las jubilaciones van a seguir sin alcanzar, los medicamentos están cada vez más caros, los padres seguirán creyendo tener el derecho que sus hijos coman 4 comidas por día”.
En el cierre, la expresidenta apeló a la movilización popular y a la continuidad de la militancia peronista en este contexto adverso: “El pueblo no se resigna a vivir un futuro mejor. Si en frente encuentran a dirigentes que sí se resignan, elegirán a otros. Nosotros ponemos el cuerpo, ponemos la cara y no somos mafiosos”.
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