Junio suele ser un mes esperado por las y los trabajadores registrados por el cobro del medio aguinaldo. Sin embargo, la situación económica del país cambió las expectativas: para millones de familias, este ingreso extraordinario dejó de ser una oportunidad para descansar o darse un gusto, y se convirtió en la única herramienta para llegar a fin de mes. Según un relevamiento de la consultora Focus Market, el 40% de los argentinos usará el aguinaldo para pagar deudas o enfrentar gastos diarios.
El informe, basado en 7.500 casos de todo el país, muestra una radiografía preocupante del presente económico. El 31% de los encuestados usará el medio aguinaldo para afrontar pagos como expensas, servicios, colegios, medicina prepaga y otros consumos básicos que el salario mensual ya no alcanza a cubrir. Un 9% lo destinará directamente a cancelar deudas, y apenas un 2% podrá usarlo para abastecerse en el supermercado.
“En un país donde la plata rara vez alcanza y el ingenio para estirar el dinero es parte del ADN nacional, el aguinaldo siempre fue algo más que un ingreso extra: fue una bocanada de aire, una pequeña ilusión de descanso, una escapada, o ese gusto que durante meses quedó en pausa. Sin embargo, la coyuntura 2025 ofrece una postal distinta. Este año, el argentino promedio parece tener claro que el disfrute puede esperar. La prioridad, esta vez, es llegar a fin de mes”, explicó Damián Di Pace, director de la consultora.
El turismo en baja y los gastos básicos en alza
A diferencia de lo que ocurrió en diciembre de 2024, cuando las vacaciones eran una de las prioridades a la hora de gastar el aguinaldo, en este junio ese rubro cayó al cuarto lugar. El estudio advierte que la baja no responde solo a una coyuntura puntual, sino a un cambio profundo en el comportamiento de consumo.
«La realidad cotidiana indica que los ingresos aún no alcanzan para cubrir todos los gastos del mes. En otras palabras, el salario se estabilizó… pero sigue sin rendir», señala el documento.
Uno de los datos más elocuentes es que el porcentaje de personas que usan el aguinaldo para gastos corrientes se triplicó en los últimos seis meses: en diciembre era el 9%, y ahora llegó al 31%. El resto de los rubros también mostró variaciones. La compra de dólares, por ejemplo, se mantuvo en un 16%, mientras que el dinero destinado a acciones bajó del 23% al 20%.
Frente a junio del año pasado, el deterioro es aún más evidente: en 2024, solo el 7% usaba el aguinaldo para gastos cotidianos, mientras que el 24% apostaba a la compra de divisas y un 15% lo destinaba a vacaciones. Hoy esos porcentajes cambiaron de manera drástica, reflejando el golpe de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.
Invertir, sí… pero con lupa
Mientras tanto, una minoría que aún conserva margen para ahorrar o invertir ya no pone la mira exclusivamente en el dólar. La apertura parcial del cepo y la estabilidad del tipo de cambio abrieron la puerta a otras estrategias financieras, como el carry trade: vender dólares, invertir en pesos con tasas altas y recomprar divisas más adelante para quedarse con la ganancia. También hubo un corrimiento de las billeteras digitales hacia instrumentos más rentables, como acciones o fondos comunes de inversión.
«El aguinaldo, en este contexto, deja de ser una fiesta y se convierte en un recurso estratégico. Ya no se trata solo de gastar o ahorrar, sino de decidir con más información, más calma y más foco», concluyó el estudio de Focus Market.
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