Las autoridades de la Aduana promovieron una investigación tras una denuncia presentada por la Policía Federal luego de que agentes encontraran un bolso con material sospechoso en el hall central del edificio de la Dirección General de Aduanas (DGA). La mochila hallada contenía en su interior sellos de cuatro trabajadores aduaneros y documentación oficial referida a la exportación de un frigorífico. Desde el organismo enfatizaron que esos materiales no deben estar en manos de terceros.
El organismo encabezado por Silvia Traverso inició las medidas para deslindar responsabilidades. Además decidió suspender al despachante cuyo empleado era el propietario de la mochila y también al frigorífico, pudo saber DeudaPrometida.com.
«Nuestra gestión no tolera irregularidades por eso impulsamos los procedimientos tendientes a investigar los hechos«, indicaron desde la DGA. Las autoridades del organismo remarcaron que «se trata de circunstancias muy graves frente a las que ningún funcionario público puede permanecer pasivo, por eso advertimos la utilización inescrupulosa, malintencionada e irresponsable que hacen algunos de esta situación».
El episodio se originó cuando el empleado de un despachante fue al edificio de la DGA a buscar un bolso que se había «olvidado» previamente cuando había ido a realizar un trámite. Cuando la mochila fue revisada por parte del personal de la Policía Federal Argentina que custodia el lugar, se encontraron sellos de cuatro trabajadores aduaneros y documentación relativa al comercio exterior. Ante esta situación, la persona que fue a buscar la mochila quedó detenida, la PFA presentó una denuncia por averiguación de delito y la DGA abrió la investigación interna.
Se verificó la documentación de este despachante firmada por los trabajadores de la DGA y todos correspondían a operaciones con un frigorífico. Los cuatro agentes aduaneros estaban asignados a ese establecimiento como guardas para que realizaran la consolidación en planta. Esta práctica consiste en que el personal de la DGA se dirige al establecimiento en el momento en que la mercadería se carga en el contenedor para su posterior exportación. Los agentes controlan y colocan uno de los precintos de seguridad con los que se cierran los contenedores. Desde ahí ya se dirige al puerto para su envío al exterior. El organismo continuará aportando a la investigación judicial.