El próximo 25 de febrero, familiares de agentes de Gendarmería Nacional organizarán una marcha frente al histórico edificio Centinela, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para reclamar por los bajos salarios y las difíciles condiciones laborales que atraviesa la fuerza. Debido a que los gendarmes no pueden participar de manifestaciones, serán sus esposas, hijos y otros familiares quienes tomarán las calles en una protesta pacífica para visibilizar su situación.
En una entrevista reciente con El Destape 1070, una mujer, identificada solo como “Valeria” para resguardar su identidad, explicó que más de la mitad del salario de su marido, quien es gendarme, se destina al alquiler de la vivienda. “Nos quedan 200 mil pesos para comer todo el mes”, aseguró. Su esposo percibe entre 590 mil y 610 mil pesos mensuales, pero la falta de turnos adicionales le impide mejorar su ingreso. «El 5% de aumento que nos dieron no alcanza ni para cubrir los aumentos de la inflación», expresó con firmeza.
El descontento entre los gendarmes aumentó tras un reciente anuncio de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien prometió entregar viviendas del programa Procrear a los efectivos. Sin embargo, este plan ya no está en funcionamiento, lo que generó indignación entre los familiares. “Nos mintieron. ¿Cómo van a ofrecer algo que no existe?”, manifestó la esposa del gendarme, criticando duramente las promesas vacías del Gobierno.
Además, la mujer también señaló la sobrecarga de tareas a la que están sometidos los efectivos de seguridad, a quienes se les asigna la tarea de reprimir protestas sociales en lugar de cumplir con sus funciones en las fronteras. “Es una guerra de pobres contra pobres”, afirmó, haciendo referencia a cómo las decisiones del Gobierno están afectando a los sectores más vulnerables, incluidos los propios trabajadores de la Gendarmería.
El reclamo por mejores condiciones salariales y laborales se intensificó en las últimas semanas, y la marcha del 25 de febrero se perfila como un nuevo capítulo en la lucha de las familias de los gendarmes por visibilizar sus demandas. Mientras tanto, Patricia Bullrich no atendió a las nuevas protestas, que se suman a una serie de reclamos por parte de otras fuerzas de seguridad que atraviesan una situación similar.
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