Con la que se fugó Caputo, Argentina tendría 2000 años de membresía en la OMS

El Gobierno justifica su salida de la OMS mientras gasta miles de millones para contener el dólar y mantener la estabilidad cambiaria.

El Gobierno de Javier Milei anunció su intención de retirar a la Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) bajo el argumento de que la membresía en el organismo cuesta 10 millones de dólares anuales. Sin embargo, ese ahorro resulta insignificante en comparación con el monto que el ministro de Economía, Luis Caputo, gastó en un solo año para evitar que el dólar se dispare: 22 mil millones de dólares, el equivalente a 2.000 años de permanencia en la OMS.

Según datos de la consultora Eco Go, basada en cifras del Banco Central, Caputo utilizó esa cantidad de divisas en intervenciones cambiarias desde que asumió su cargo. De ese total, más de 17 mil millones provinieron de liquidaciones del sector agroexportador a través del esquema de dólar blend. A modo de comparación, hasta julio de 2024, el gasto en esta estrategia ascendía a 9 mil millones, lo que significa que el ritmo de intervención se aceleró en los últimos meses, particularmente en el inicio de 2025, cuando el Gobierno busca mantener una estabilidad cambiaria artificial hasta las elecciones de octubre.

El oficialismo plantea la salida de la OMS en medio de su estrategia de recorte del gasto público, pese a que el organismo desempeña un papel clave en la salud global, brindando asistencia técnica y estableciendo estándares sanitarios internacionales. La medida se enmarca en una narrativa de “batalla cultural” contra los organismos multilaterales, aunque al mismo tiempo el Gobierno busca el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) para sostener su política económica.

El último informe de la consultora Vectorial, presidida por el ex viceministro de Economía Haroldo Montagú, advierte sobre las tensiones entre el Gobierno y el FMI respecto a la política cambiaria. «El desacuerdo del FMI con la política cambiaria del gobierno (…) difícilmente el organismo otorgue dólares para sostener una política de apreciación cambiaria que coloca al peso como la segunda moneda más apreciada del mundo», sostiene el informe.

Desde el organismo internacional también manifestaron su preocupación por la falta de acumulación de reservas, un punto clave en la evaluación del programa vigente con Argentina. En este contexto, el Gobierno de Milei sigue quemando dólares para contener el dólar mientras se embarca en una agenda de ajuste y desregulación que no solo genera incertidumbre en los mercados, sino que también profundiza la dependencia del FMI.

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