La mentira tiene patas cortas

“Te vas porque yo
quiero que te vayas”

José Alfredo Jiménez

“Miente, miente, miente que siempre algo queda”. La frasecita se la atribuyen algunos a Voltaire, según otros a Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del Tercer Reich; incluso hay quienes la atribuyen a Vladímir Ilích Uliánov, más conocido como Lenin. Reconoce tantos padres que uno debe concluir que encierra un profundo contenido de verdad. Los más estudiosos prefieren atribuírsela a Casimir Dalavigne, poeta y dramaturgo francés que en su tragedia en tres actos Les enfants d’Edouard (sobre Eduardo V de Inglaterra) deja el siguiente parlamento: “Mientras más increíble es una calumnia, más memoria tienen los tontos para recordarla”.

Traigo a colación esta última cita porque, acaso, sea la más precisa para describir la desesperante situación que ha vivido nuestra patria en los últimos siete meses en los que el gobierno de Javier Milei y sus mentirosos de siempre (y no me diga que no porque «Toto» Caputo, «Pato» Bullrich y Fede Sturzenegger vienen engañando desde hace varios gobiernos) ha puesto a la Argentina nuevamente al borde del default.

Por supuesto que economistas como Julia Strada, Leandro Renou, Emmanuel Álvarez Agis y el propio Ezequiel Orlando, director de esta página, explican con muchísima capacidad, precisión y datos estos temas. Yo apenas si citaré ciertos números, incluso algún indicador, para poder ponerle marco político a esta suerte de fabulosa mentira nacional en la que Milei, sus mandatarios y sus genuflexos están haciendo vivir al pueblo argentino.

Indignados resignados

No es lo mismo que te defrauden a que te tomen por boludo… y mucho más si te hacen sentir un verdadero pelotudo. En eso parecen andar muchos de los votantes de Milei. O al menos, eso reflejan algunos de los resultados de tres encuestas o similar que aparecieron en los últimos días. Permítanme marcarles contradicciones tan flagrantes en las respuestas de los consultados que están al borde de la paradoja.

En el sondeo de opinión recientemente realizado por Circuitos, la consultora que dirige Pablo Romá, el 23,3% de los entrevistados consideran que la situación actual del país es muy buena/buena; en cambio, el 75,2% cree que es regular, mala o muy mala. Sin embargo, un 37,5% cree que la economía puede mejorar en los próximos meses, un 16,4% que va a mantenerse y sólo un 38,8% que va a empeorar.

¿Por qué?, se pregunta uno inmediatamente después de ver la contradicción entre estos números. La respuesta probablemente esté en que la imagen presidencial sigue siendo un 45,6% muy buena/buena y apenas un 44% muy mala/mala. Un 40,4% tiene mucha confianza en Milei para liderar esta etapa política y un 46,4% es optimista frente a la situación económica del país. ¡Plop!

La cuestión es, entonces: ¿los toman por boludos o simplemente son unos pelotudos tamaño XXL? Gustavo Córdoba, uno de los analistas más precisos y prestigiosos del momento, explica que “el punto de partida es que existe un voto antiperonista, anti K que más que tener esperanzas, en este momento, lo que tiene es un altísimo nivel de negación de la realidad. Es decir prefieren sufrir en silencio las consecuencias de la nefasta política económica del gobierno a reconocer que se equivocaron”.

Anclao en París

La encuestadora D’Alessio Irol Berensztein, en su medición de humor político y social, establece que el gobierno de Javier Milei se perfila en su séptimo mes de mandato con una aprobación del 48% y una desaprobación del 51%. Lo notable es que la aprobación viene creciendo, 3 puntos en el último mes. Contra esto, entre los temas que más preocupan a los encuestados, el segundo es la incertidumbre en la situación económica con el 60%, sólo superado por el tema inseguridad, que registra el 67% de respuestas.

Y aquí aparece un dato clave: las dos dirigentes mejor valoradas en esta encuesta son Victoria Villarruel, con el 51% y Patricia Bullrich, con el 50%. ¿Y el peronismo (o los sectores populares si les cabe mejor el concepto)? También Gustavo Córdoba tiene una mirada al respecto y, personalmente, me resultó esclarecedora.

“Es verdad -dice el titular de Zubán Córdoba- que la mayoría de la gente no te sabe decir algo bueno de este gobierno. El problema es que, el peronismo hoy es mucho más nostálgico que vendedor de futuro, vendedor de expectativas. Si a eso le agregás que, el peronismo en general, dentro de la política tradicional, se comunica con la sociedad argentina en un modo, con una narrativa que la sociedad argentina ya no entiende, la complicación es casi total”.

Sintetizando: La Libertad Avanza está haciendo un gobierno malo. Peor, diría. Y la sociedad sabe que es así. Muchos lo sufren en silencio para no admitir sus propios errores. Otros tienen expectativas, porque ya sabemos que la esperanza es lo último que se pierde. Y muchos están enojados, pero no encuentran una dirigencia que los acompañe en la canalización de esta bronca, de este repudio. Porque la «oposición dialoguista» está entregada y porque la oposición real acaba de lanzar su nuevo larga duración «Grandes Éxitos de la Década Ganada», que incluye el hitazo «Anclao en Paris».

Mentiroso mentiroso

Ésta es la instancia en la que la frase del inicio, la de Casimir Dalavigne, adquiere preeminencia. Porque el gobierno miente. Pero la mentira es tan grande, tan mentira que parece haber mucha gente dispuesta a creerle. Revisemos algunos altos momentos engañifa de Milei & The Great Pretenders.

Una investigación publicada esta semana por la CNN (cadena noticiosa a la que no se puede acusar de peronista) estableció que, en lo que va de su gobierno, el Presidente pasó 1 de cada 5 días afuera del país. Fue 5 veces a Estados Unidos, 5 a Europa, visitó Israel y estuvo una vez en El Salvador y otra en Brasil. La “organización sin fines de lucro, no partidaria” Chequeado, dirigida por Laura Zommer y dedicada a la “verificación del discurso público” (que tampoco puede ser tachada de peronista ni por asomo) acaba de publicar un informe en el que se establece que el líder libertario “ha recorrido más de 215.000 kilómetros desde que asumió el 10 de diciembre de 2023”.

No está demás recordar que algunos los frutos más sabrosos de estos viajes han sido: una foto con el candidato Donald Trump; una distinción recibida junto a su hermana Karina de “embajadores de la luz” que le otorgó la organización Jabab Lubavitch; una selfie con Elon Musk; un premio trucho que se suponía le entregaba el Instituto Liberal de Praga pero que el propio Instituto Liberal de Praga desmintió; el Premio Juan de Mariana; la Medalla Internacional de la Comunidad madrileña de manos de Isabel Díaz Ayuso; otra medalla de las “Tres I” con la imagen de Jair Bolsonaro que ya expliqué en mi panorama de la semana pasada y una foto con el Papa (el Vaticano tuvo que desmentir de forma solapada pero contundente los resultados políticos de la reunión sobre los que el Gobierno había mentido… ¡increíble!).

¿Inversiones? Esa te la debo. Premios personales, reconocimientos, aplausos, fama… y mas fama. Parte importante de ella seguramente comprada porque, algunos de los galardones obtenidos, algunas de las conferencias ofrecidas, son operadas por lobistas que cobran en constante y sonante… con la tuya. ¡Farabute!

Fraude fiscal

Otra gran mentira es la de los “grandes éxitos económicos que están cambiando la historia de la humanidad”: el mítico superávit fiscal de los seis primeros meses se sustenta siempre en alquimias, dibujitos y malabares. El último, el de junio, “se consiguió no pagándole la deuda por 700.000 millones de pesos a CAMESA; 324.000 millones de pesos a las universidades y 209.000 millones a programas sociales. Si hubiesen honrado sus deudas, en lugar de superávit hubiese tenido un déficit fiscal de 700.000 millones y uno financiero de 1 billón de pesos”, según informaron los expertos del CEPA. “Los ingresos cayeron 14,8% y marcaron el peor registro del año así como los gastos se desplomaron un 35,2% profundizando la caída de los 3 meses anteriores”, agregaron los especialistas.

Y uno se pregunta: ¿para qué? Los versados lo saben, el FMI lo sabe; los argentinos y argentinas más o menos interesados en política lo saben… ¿Buscan engañar al resto? ¿Pretenden que sus trolls den la vuelta olímpica en las redes? ¿Alimentan el discurso de los periodistas ensobrados y alineados? Miente, miente, miente…

También el último gran anuncio sobre crecimiento es una falacia. El 2,3% anunciado en Twitter como un gol de la selección se sostiene en un crecimiento de más del 100% del agro comparado con 2023 cuando nos azotó una tremenda sequía. De no tener ese salto, la economía hubiese caído un 5,4%. Pero, además, el anuncio se hace en julio con datos de mayo. O sea: atrasa. La consultora Equilibra, centro de investigación y think tank económico muy consultado por el empresariado local, midió junio y le dio una caída del 2% interanual aún con el campo. Y si sacan la levantada agraria, un -7,6%. Andá a celebrar con los franceses, Milei.

Bye bye chiquito

“Más inestable que un cargo en el gobierno de Milei”, ironizan en estos días los integrantes de varios servicios meteorológicos internacionales cuando ven que se viene la tormenta. Es que en lo que va del Gobierno, ya han sido más de 60 los funcionarios de primera línea renunciados o renunciantes. Un verdadero récord en nuestra historia y, probablemente en la historia mundial. Esta semana, y como para no romper la racha, se confirmó la salida de cinco burócratas top, dos de ellos, del mismísimo gabinete presidencial. Cinco por semana: mamadera… no está nada mal. Vamos de menor a mayor:

Fernando Vilella: secretario de Bioeconomía que nunca fue. Le prometieron un edén y le dieron el desierto… con un paquete de papas fritas muy saladas para cruzarlo. Los mentideros aseguran que “nunca congenió” con Luis Caputo pero, por lo bajo, aclaran que el Ministro de Economía le echaba la culpa de que “el sector” no liquidara. Como si la brecha del dólar no existiera.

Lucas Fernández Aparicio: un “Macri boy” puesto como jefe de Gabinete de Capital Humano para “ayudar” a Sandra Pettovello a ordenar el desastre que es ese mega ministerio que, entre otras cosas, ha llevado el caso de la entrega de alimentos a la Corte Suprema luego de sucesivos fracasos ante una Justicia que le dice que se deje de joder y no mate de hambre a la gente. Al parecer, Aparicio no soportó el grado de rusticidad y negligencia de la acompañante terapéutica del Presidente quien vive de un ataque de nervios a un ataque de pánico y de ahí a un ataque de soberbia sin hesitar. La mejor salida que se les ocurrió a quienes comunicaron la huida del macrista es que “no renunció porque su designación nunca apareció en el Boletín Oficial”… ¡Qué creativos!

Teddy Karagozian: a tono con la época, este empresario textil utilizó los medios para expresar su desencanto con las políticas del Gobierno. Primero se cruzó en redes con Javier Lanari, subsecretario de Prensa, quien había elogiado las eliminaciones de ciertos controles aduaneros que afectan a la industria de las hilanderías y del zapato. “Es bastante estúpido el comentario”, disparó Karagozian. Y, acto seguido, se mandó a un programa y dijo que el no vislumbraba “ninguna recuperación”.

“¿Cómo baja el gasto público en relación al gasto privado si estamos despidiendo en las empresas más rápido de lo que el Estado está despidiendo para bajar el gasto? Tenés que despedir lo más rápidamente posible porque después no podés ni pagar la indemnización” se preguntó y se contestó el bueno de Teddy siempre preocupado por el tema. Recordar que él es el autor de la idea de “Mochila Argentina”, un sistema a través del cual los trabajadores se pagaban sus despidos. Fue lo último que dijo como miembro del Gobierno. Demián Reidel -jefe de asesores del Chief- firmó su certificado de defunción estatal y el vocero ornamental lo pasó por las armas.

Fausto Spotorno: el economista salido de la consultora de Orlando Ferreres, que integraba el gabinete íntimo del Presidente, se fue criticando el plan económico de Caputo. “Vivía una doble vida -reconoció frente a sus amigos-. Cuando hablaba por la consultora se enojaba el Gobierno y cuando hablaba por el Gobierno, se enojaban en la consultora”, dijo secándose el sudor de la frente con un pañuelo blanco inmaculado.

Sobre estos dos últimos funcionarios, Milei cargó las oscuras tintas de su ira tuitera: “Origen de la traición -posteó Mr. President-. Uno traicionó porque quería afanarse información confidencial para hacer más rentable la consultoría. El otro lo hizo después de fracasar en imponer su agenda prebendaria. Hay muchos analistas que son muy ingenuos y/o intelectualmente muy deshonestos”. Le faltó poner “fin”, como cierra el vocero innecesario.

Spotorno, que con su decisión parecería dispuesto a no comerse ningún moco, le salió al cruce. “En realidad espero que no se refiera a mí, pero por el contexto parece que sí”, dijo bastante enojado. Y agregó: “El Consejo de Asesores no manejaba información confidencial ni nada por el estilo”. Como para aclarar o, más bien, para desmentirlo pero… no creo que pueda con el amo de todas las mentiras. Porque el economista renunciante dice la verdad. Pero Milei “cree” que su mentira es verdad.

Julio Garro: uno lo podría definir como un hombre del riñón macrista pero quienes lo conocen mejor saben que él sólo responde a su propio riñón. Se fue de boca, pidió que Lionel Messi le ofreciera disculpas a Francia por una canción de vestuario… Triste final: los libertarios de Twitter lo echaron de su cargo de subsecretario de Deportes. Sí. Leyó bien. Fue “renunciado” por los tuiteros… o algo así. El símbolo lo construyó el célebre “Gordo Dan” que mandó a una de sus manos derechas en la red “X”, @elpittttt, a ajusticiar al ex intendente de La Plata: «Decir que Messi tiene que pedir disculpas a unos europeos colonizadores por una canción que encima dice la verdad, es ir totalmente en contra de la ideología del javo. Garro tiene que estar afuera ya mismo» rezaba el texto.

Luego, con Garro en el piso, el tuitero en jefe de la Oficina del Presidente, lo despenó: “Recordatorio para funcionarios de tercera y cuarta línea: si no entiendes la ideología que te puso el culo en la silla donde lo tenés sentado, que dicho sea de paso es la ideología del presidente (que es tu Jefe), entonces agradece por la suerte que tuviste, disfruta de tu cargo mientras dure y cerrá bien el orto”.

Con esta expulsión del paraíso del poder, el mundillo de las redes, sobre todo el de “X” (preferido del Presidente), se siente convocado a una asamblea permanente de opinión sobre los actos públicos, una suerte de juicio de residencia on line y, quien sabe, la Suprema Corte Cibernética. Con ese sentimiento en ristre -y la acción consumada de haberse cargado a un subsecretario de Estado- acaso la función pública adquiera nuevos perfiles de aquí en más.

La duda que nos deja esta salida forzada es si de verdad, como denunció Lilia Lemoine, Garro le estaba por “sobar la quena a alguien”… ¿Quién sería ese alguien?

Pequeñas miserias

Hasta aquí lo que, a mi juicio, importa. Pero hubo más. En el caleidoscopio anarco capitalista siempre hay lugar para una pelotudez más, parafraseando un viejo aviso publicitario de desodorante.

No pienso hablar del reportaje Alejandro Fantino a Milei («Javo» le dice el periodista al presidente) porque no les voy a hacer el juego. Entre ellos todo parece resumirse a una cuestión sodomita: “Les dejamos el culo como un mandril” es la frase que sintetiza la larga chupada de medias en streaming.

Un hecho singular resultó la respuesta “nacionalista” de la Vicepresidenta por el affaire Selección Nacional/cánticos xenófobos. “Argentina es un país soberano y libre. Nunca tuvimos colonias ni ciudadanos de segunda. Nunca le impusimos a nadie nuestra forma de vida. Pero tampoco vamos a tolerar que lo hagan con nosotros”, tuiteó Victoria Villarruel en otro gesto de independencia respecto de Milei (no firmar el Pacto de Mayo había sido el último explícito).

Estas palabras provocaron una veloz carrera de la hermana presidencial hasta la embajada de Francia para pedir disculpas por el exabrupto de la Vice, con quién ya sabemos cómo se lleva. El mensaje fue a dos puntas: Karina le advirtió a los franceses que ella tiene peso propio en el Gobierno (para que la incluyan en el protocolo de los Juegos Olímpicos) y le mando a decir a Vicky que, si ellos, los Milei, se tienen que ir del poder, se la van a llevar puesta.

También hubo, en la semana, un gesto de legisladores libertarios que roza a la Presidenta del Senado: un grupo de diputados libertarios visitó a algunos genocidas en su lugar de detención y les prometió que les iban a conseguir la prisión domiciliaria lo que provocó el repudio de gran parte del arco político y un pedido de expulsión para los legisladores que llevaron a cabo este tour por los rezagos del terrorismo de Estado.

Y hablando de terrorismo, en la semana en la que se recordó el 30 aniversario de la voladura de la AMIA, Irán mandó una amenaza. En un editorial del Tehran Times, se cuestionó el acercamiento de Milei a “la primera línea del escenario anti-Irán de la red sionista internacional” y avisó que “en el momento adecuado” le hará lamentar esta “enemistad”. El Presidente, como si nada, visitó la reunión del Congreso Judío Mundial que se celebró en estos días en nuestro país. ¡Hava Naguila!

Para cerrar: más cambios. Salió la AFI, volvió la SIDE. Con simbología pro-yankee  y masónica en los logos de sus secretarías y el retorno de Juan Bautista «Tata» Jofre. Tachame la doble.

Y también hubo cambios para las conferencias de presa semanales del vocero que no sabe: porque cada vez que le preguntan responde “te averiguo y te digo”. Según este muchacho amante de la Escuela de Fráncfort (tiene toda la biblioteca de Adorno), se buscará la “excelencia” en los periodistas que ingresen a Casa de Gobierno. “Que sea un privilegio”, dijo… Se ve que nunca estuvo destacado por un medio en la Rosada.

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