¿Y el cuento de la maquinita? Milei emitirá más de 1 billón de pesos

La emisión responde a una estrategia de Caputo y Bausili para atraer fondos especulativos sin acumular reservas.

En contradicción con su discurso antiemisión, el Gobierno libertario se apresta a sumar $1,145 billón al circuito monetario desde la próxima semana. Los pesos surgirán de una operación financiera pensada exclusivamente para facilitar el “carry trade” de fondos de inversión extranjeros, que podrán comprar bonos con cobertura cambiaria garantizada por el Tesoro.

Este nuevo flujo de pesos se suma a los $11,7 billones que ya habían sido inyectados en abril, provenientes de las ganancias contables del Banco Central. En total, sólo en dos meses, el equipo económico que lidera Luis Caputo junto a su socio en la actividad privada y actual presidente del BCRA, Santiago Bausili, habrá habilitado más de $12 billones de emisión monetaria.

Pese a que el acuerdo con el FMI contemplaba una “remonetización” gradual para acompañar la demanda de pesos y recuperar reservas, el Gobierno tomó un atajo: emite sin comprar dólares. Mientras tanto, promete que los dólares van a ingresar mediante un nuevo esquema de blanqueo permanente para capitales no declarados, sin aval legislativo y con eventuales consecuencias judiciales tanto para los beneficiarios como para los funcionarios que lo autoricen.

Bonte 2030: deuda en dólares, emisión en pesos

La maniobra más reciente involucra la colocación de un nuevo bono Bonte 2030, dirigido a grandes jugadores del mercado financiero internacional. El título puede ser adquirido por hasta 1.000 millones de dólares y forma parte de un canje de deuda local. Como el Tesoro no renovará esa parte de los compromisos en pesos, cubrirá la diferencia emitiendo moneda.

Los nuevos tenedores del Bonte —bancos, fondos y empresas— verán reflejados los pesos en sus cuentas desde el lunes. Con ese dinero podrán volcarse al mercado de bonos o al dólar financiero, incrementando la presión cambiaria. En el caso de los pequeños ahorristas, que también accederán a parte de esta masa monetaria, podría acentuarse la desventaja frente a tasas reales negativas de los plazos fijos.

Al 23 de mayo, la cuenta corriente del Tesoro en el BCRA mostraba un saldo de $11,5 billones. Aunque esa suma no representa pesos “circulantes”, cada utilización de esos fondos implica nueva emisión efectiva. El año pasado, esa cuenta llegó a acumular hasta $16,8 billones en septiembre, pero se vació por completo antes de fin de año.

Con esta nueva operación, el Gobierno refuerza su apuesta al ingreso de capitales especulativos para financiar al Estado, sin aumentar las reservas ni reactivar la economía real. La promesa de disciplina fiscal y “emisión cero” vuelve a quedar desdibujada ante una política monetaria cada vez más orientada al cortoplacismo financiero.

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