8 de octubre de 2024

Últimas imágenes del naufragio

“El que no obedece al timón,
obedecerá al arrecife”.

Solón

Si fuese verdad que los discursos engañosos se construyen sobre verosímiles (y yo creo que es así), el Gobierno nacional, entonces, hace rato que no debería ser confiable. Nada de lo que dice o hace provoca fe, o al menos esperanza. Por eso se tornan cada vez más nítidas las fisuras tanto de su construcción económica como de su estructura política. Y por esas hendijas se filtra el ácido aroma de la interna libertaria… o algo similar.

La encuesta Domingo de Datos de esta semana (el excelente material que nos brinda la consultora Zubán-Córdoba) muestra, entreverado en la pregunta sobre si “los libertarios aprovechan el caso de Fabiola para que no se hable de la crisis económica y el crecimiento de la pobreza” que más del 25% de los votantes de Milei en ballotage comienzan a alejarse de aquella profesión de fe que los definía en los primeros meses del desastre. Los fieles comienzan a dejar de darle tiempo… y las soluciones no aparecen.

El derrumbe del 19% en el consumo durante los primeros 11 días de agosto (tener en cuenta que la caída interanual hasta julio era del 23,4%); el cierre de más de 10.000 PyMes; la pérdida de 265 mil puestos de trabajo (la mayoría por despidos en grandes grupos económicos como Bridgestone, Techint, Volkswagen y FATE entre otros); la expectativa de una caída de 4 puntos para el año en curso que acaba de publicar el INDEC; el desastre político en el Congreso(tres derrotas al hilo)y el malhumor que se respira en las calles avisan, con estridentes bocinas, que el gobierno está escorado. La posibilidad cada vez más cercana del hundimiento final se comprueba en el abandono del barcoque están apurandolas ratas.

Tocamos fondo”, dijo el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, el abogado en cuyo estudio se escribió gran parte del actual plan económico. “Yo creo que, si devaluamos, chau, se acabó todo: el programa, Milei… se acabó todo”, lo acompañó el economista Ricardo Arriazu (uno de los más escuchados por el Presidente). Y hasta el opinador Juan Carlos de Pablo, que parecía estar dispuesto a inmolarse en la sagradoaltarpurificador del equilibrio fiscal, advirtió “No somos Noruega, no hay que hacerse demasiadas ilusiones”.

Asombro. Dolor. Ni los cruzados ni los jacobinos responden ya como otrora. Se escucha, de fondo, como música incidental, “Mi corazón seguirá latiendo” (tema central de la película Titanic). Javier sostiene a Karina de la cintura en la popa del Gobierno mientas el viento les da en la cara y en el cielo, una nube que toma la forma del hocico de Conan, pasa.

El hombrecito gris

No es el de Parravicini, es el de Sui Generis. Una suerte de personaje de historieta que le tiene “miedo a esa tía con cara de arpía”… (queda a criterio del lector encontrar el parecido). No es el león de la Metro-Goldwyn-Mayer ni tan siquiera el gatito mimoso al que refirió la ocurrencia de Myriam Bregman: es un perro apaleado lamiendo la mano del amo que lo castigó y le advirtió que no tienen ninguna independencia política.

En una semana que ni tirando las cartas de Tarot podrían haber previsto, las defecciones y derrotas libertarias han sido tantas y tan significativas que el presidente abandonó su deporte predilecto -que es viajar a encuentros de ultraderecha absolutamente al pedo- y decidió quedarse en la Argentina a pasear el cachorro recientemente adquirido por su hermana Karina por el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada.

Thor se llama el can, un Boyero de Berna, así denominado por las tareas que realizan los perros de esta raza en los alrededores de la capital suiza, lo que hace pensar que la nueva mascota de 4 meses es el único que tiene una historia de trabajo en la familia Milei y su entorno.

Ni Javier, ni Karina ni su vástago pseudo adoptivo Santi “Peaky Blinders” Caputo (ni, por supuesto, su mesa chica: Pettovello, Francos, el Toto de la Champion, La Pato Pistolera e incluso el recién llegado Sturzenegger) reconocen ningún antecedente significativo en el mundo laboral. Nunca fideos, siempre ñoquis.

Y se les nota: tiene menos política que un partido de bochas y menos criterio de administración pública que una cumbia de Gilda. De allí, el resultado catastrófico de sus últimos días parlamentarios (tenés que perder tres seguidas siendo el poder), de su gestión económica (volvió a subir la inflación, 3,9% en los alimentos más la nafta, el transporte y las tarifas, y agosto empieza a despedirse del ansiado número 3 al inicio del porcentaje inflacionario) y de su construcción partidaria (gritos, llanto, traiciones módicas y Villarruel parada de manos es la síntesis).

No me llamas padrino

Pero, la mayor defección la exhibe ese llamado al verdugo para que vaya a cenar milanesas a su casa de Olivos. Imagino la reunión y pienso en Carlos “El Indio” Solari y su premonitorio Jijiji: “El muy verdugo cena distinguido. Una noche de cristal que se hace añicos”… y después dicen que la poesía no es profética.

Añicos está hecha la relación Milei – Macri que nació lastimada y que está definitivamente rota. Apenas atada por el hilo invisible que define si el Presidente se va por las buenas (y libre) o por las malas (y preso). Por lo pronto el aviso está: el número de legisladores para el juicio político existe, puede reunirse. Todo depende de cómo se porte de aquí en más. Es verdad que el mensaje es mafioso. Así opera la N’Drangheta.

No importa si después de encabezar el zoom en donde dijo que hacía ocho meses que el gobierno los estaba “boludeando” y mandar a los suyos a votar junto con el radicalismo y el kirchnerismo en diputados y senadores, ahora Mauricio dice que está bien que Milei vete la ley de movilidad jubilatoria. Tampoco importa que Javier diga que las explicaciones de Macri no lo satisfacen y haga una defensa fenomenal del “triángulo de hierro” que conforman él junto a Karina y Santiago Caputo (recordar que el acero es 100 veces más fuerte). Lo único que interesa es que lo tuvo que invitar a Olivos a una reunión a solas y que lo que pasó ahí está íntimamente ligado al mensaje del Calabrés: “no me tienes respeto, no me llamas Padrino”, parafraseando a Don Corleone.

Lo demás se irá viendo. Si fue el Correo, o la Hidrovía, o Ritondo presidente de la Cámara de Diputados o la cabeza de “BabyFace” Caputo: las “concesiones” del libertario al jefe del PRO siempre son coyunturales. Está dicho en esta columna que Milei te vende a la madre… pero no te la entrega. Y cualquier cosa que le de un poco de felicidad puede conducirlo a incumplir su pacto y a creer que es él el que manda. Lo que, sin dudas, le traerá nuevos dolores de cabeza como tener que vetar leyes que lo vuelven cada vez más y más impopular (léase movilidad jubilatoria). Hasta que todo estalle… con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes.

Le cercle rouge

Porque el tema no es el Presidente sino sus mandantes. Los que pagaron la fiesta y ahora quieren recibir su pékele de la torta. Ellos conocen a Macri. Algunos, incluso, puede que hayan desfilado por Comodoro Py con la causa Cuadernos al hombro y hasta hayan pasado unas cuantas horas en alguno de sus calabozos perfumados de añejos orines. Entre esos hombres y Mauricio, hay algo personal. Ya le picaron el boleto en 2019 y no se van a achicar precisamente ahora. Y menos si lo tienen al “psiquiátrico” para que opere de Chivo Expiatorio: si algo sale muy pero muy mal, bueno, ya se sabe quién va a terminar pagando.

Además, dicen en los señoriales pasillos del Senado, que algunos de esos empresarios ya visitan el despacho del primer piso, frente al Salón Blanco, en donde reina la Vicepresidenta que, por otra parte, demostró en estos días que es la mejor aliada del Capitán Reposera: primero entregándole a un viejo socio de Macri la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia (recordar el acuerdo con Martín Lousteau por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y su posterior designación como embajador en los Estados Unidos); metiendo luego, de sotamanga, el tema jubilaciones en una sesión especial en la que los senadores iban a rechazar un aumento que dejaba sus salarios en más de 7 millones de bolsillo y, finalmente, asegurando que el juez Lijo “no contaría con los pergaminos necesarios para ser juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Esto en clara contradicción con la voluntad presidencial y a pocas horas de que el magistrado fuese a defender su postulación ante los miembros de la Cámara Alta.

Va de suyo que la fórmula presidencial ha negado lo que es evidente para todos. Milei asegurando que nunca pretendió rodearse “de un coro de focas obsecuentes” (cuestión que está en debate, sobre todo si tenemos en cuenta la cantidad de funcionarios de primera línea que echó en seis meses de gobierno por disentir con sus ideas) y Vicky asegurando que su “apoyo y lealtad al presidente son totales”, jé. Además, Adorni aseguró que la relación es “fantástica”… cosa que nos dejó mucho más tranquilos. Sobre todo, cuando la estilista y vocera oficiosa del jefe libertario, la grotesca Lilia Lemoine apareció para acusar a la Vice de tener “agenda propia”, ser “una irresponsable” y “coquetear con el macrismo. Y todo esto lo dijo sin estar disfrazada. En ropa de calle, nomás.

Una de “Yotivenco”

No es el mayor problema interno que afronta “Jamoncito”. Después de la derrota en Diputados por el DNU de los 100.000 palitos para la SIDE se armó un tole tole de sainete en los aposentos del bloque libertario. Un grupo bastante machirulo, integrado básicamente por Beltrán Benedit (organizador del picnic con represores), Gabriel Bornoroni, presidente del bloque libertario y Nicolás Mayoraz -el más exaltado- la emprendió con las diputadas Rocío Bonacci y Lourdes “Patito” Arrieta a quienes les dijeron, de traidoras para abajo, de todo.

El griterío, los insultos, el cruce de acusaciones concluyó en un mutis por el foro de Arrieta “al borde de un ataque de nervios”, rodeada de personal de seguridad para correr a denunciar a sus compañeros de bancada por “violencia de género” en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia. La cuestión se inició porque Arrieta había revelado que la combi que los trasladó a la Cárcel de Ezeiza había sido provista por la presidencia de la Cámara, lo que involucraba directamente a Martín Menem. Y a “Menemito” no lo toquen porque se enoja Karina y… ya se sabe.

Otra que lo complicó, pero por un tema diferente, fue Sandra Pettovello que lo habría involucrado a él y a su primo “Lule” (a) El Cuñado Presidencial, en una compra por 27.000 millones de pesos que la Agencia del Discapacidad hizo a la droguería Suizo Argentina, propiedad de la familia Kovaliker, de antiguos vínculos con los Menem.

La acompañante terapéutica de Milei y ministra de Capital Humano (a quien llaman “La Rana”, porque dicen que vive a los saltos) tuvo otra semana agitada entre su estallido de llanto durante una reunión de gabinete en la que aseguró que ella “no va a ir presa” por culpa de Santiago Caputo, su presentación “en queja” a la Corte Suprema para no tener que repartir los alimentos y la detección, por parte de la Justicia, de excrementos y orines de gato en los galpones en los que se amontonan frazadas y comida que no se entrega a los comedores.

En este sentido, el líder social Alejandro “Pitu” Salvatierra contó en un programa televisivo, que recorriendo merenderos vacíos descubrió uno que tenía provisión para dos meses. “¿Cómo llegaste al Gobierno?” le preguntó a la persona encargada. “Nada de Gobierno”, le respondieron. “Pasó el dealer de la zona, me preguntó qué necesitaba, y al día siguiente tenía toda esta mercadería”. Escalofriante, pero real. Cuando el Estado se retira, los cárteles suelen ocupar el lugar vacío. Colombia, en los años 2.000 fue un claro ejemplo de eso. Escuelas, viviendas y hasta clubes de fútbol se convirtieron en algunas de las cosas que los “patrones” le entregaban al pueblo.

Administradores, no dirigentes

No estamos tan rotos como creen”, celebraban los diputados del progre-peronismo luego de haber logrado que 89 de los 99 legisladores que registran se sentaran a votar. Una victoria pírrica si la hay: porque el rechazo del DNU no significó nada más que un gesto político (“Nosotros quisimos votar la nulidad pero el radicalismo y el pichetismo se opusieron”, me contó un diputado de los que son de verdad). El 80% del dinero establecido en el decreto ya ha sido ejecutado y… ¡pelito al cielo, nunca vuelve!

Pero, además, esta suerte de victoria legislativa la copó el macrismo, a quien todos los medios le atribuyen haberle dado un golpe a Milei porque encaja en la lógica de otra pelea sorda que se viene desarrollando en la real politik: la de cuándo, Mauricio, le va a soltar la mano al Presidente.

Pasa que ese variopinto conjunto dirigencial que se agrupa en los espacios que alguna vez ocupó el Justicialismo no encuentra un vector político que los constituya como la verdadera oposición a este desmadre del gobierno libertario.

Aquella herramienta sensible, emotiva (no confundir emotividad con emocionalidad, que fue lo que utilizó Milei en su campaña, sobre todo en las redes) que constituía al primer peronismo, le ha dejado paso a un burocratismo anárquico en el que el gobernar se conforma con el hecho de ejecutar políticas públicas sin alma, destinadas a minorías que, por lo general, son refractarias a los usos y las costumbres de la esencia del movimiento popular.

Culpógenos. Desorientados. Vacíos de doctrina “porque es antigua”. Inseguros para construir vínculos con el porvenir. Enojados. Se aferran a sus pequeños poderes vicarios ejerciendo tácticas dispares que no se referencian con una estrategia de conducción, acaso porque eso no esté demasiado claro o, no se pueda verbalizar o… no existe.

Más preocupados en mirar hacia el costado que hacia el frente -parafraseando al Perón de Actualización Política y Doctrinaria para la toma del Poder-, parecieran estar más cómodos en la resolución de cuestiones internas de la superestructura que en la cuestión de remediar los agudos problemas que enfrenta el pueblo. Como si por haber sido tan perseguidos, nos hubiésemos convertido en perseguidores.

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