Tiempos violentos (Pulp Fiction)

Foto de Carlos Brigo.

Foto de Carlos Brigo.

“La violencia sólo puede ser disimulada por una mentira
y la mentira sólo puede ser mantenida por la violencia”.
Aleksandr Solzhenitsyn

Tarde de furia. Días habitados por la bronca y el dolor. Noches en vela, con nudo en la garganta. La vigilia y el miedo. Y la rabia, ocupando todos los rincones, creciendo como una ola de cuchillos contra la impotencia que resiste. Una ira que estalla y termina de teñirlo todo… Y también, esa tristeza infinita.

Profecía autocumplida de un gobierno que exhibe sin pudor su debilidad en el ejercicio de una violencia que es pura expresión de torpeza. Y atrás suyo, el poder, viajando en autos sin impuestos, bebiendo champagne de importación en un piso 29 que huele a bosta de vaca y a soja, mientras un muchacho, laburante, se va muriendo a un costado de la Plaza de los dos Congresos, al lado de esa cámara fotográfica que se parece mucho al perro fiel que nos cuida hasta el último instante.

El miércoles de la sangre fue la exteriorización de las dos violencias que se enseñorean sobre esta pobre Argentina rota de sufrimiento. La de las armas, los gases, las tonfas revoleadas contra las cabezas de marchantes mayores (muy mayores), las motos aceleradas arrancando terrones del césped de los canteros, los cascos de ciencia ficción que despersonalizan a los policías al punto de formar una masa única de autómatas brutales, los tiros, las explosiones, las balas, los morteros… y hastalos cascotes, que intentan resistir y contraatacar, en la eterna parábola de David y Goliat mientras uno muerde un rezo entre los dientes para que otra vezgane el más débil.

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Y la otra violencia, la de la palabra. Violencia en la voz, que es “la muerte de la razón en la garganta”. Violencia de interiores. Violencia de recinto. De diputadas y diputados incompetentes pero pérfidos, capaces de golpear el cristal de la democracia parlamentaria hasta hacerla añicos. Y danzar luego sobre sus astillas mientras alguien, desde ese gobierno que los apaña, los alienta, los corrompe y los financia dice, -como aquel general aguardentoso que nos empujó a la Guerra de Malvinas-, “vamos ganando”. La batahola circense, la módica triquiñuela de una pelea para levantar la sesión que tenían perdida, quedará en los libros de historia… si logramos que no se la lleven puesta también, como intentan e intentan.

Tiempos violentos, traducción made in casadel título de aquella película que Quentin Tarantino dio a llamar “Pulp Fiction” en homenaje a un género menor en la tradición de la historieta, que narraba con trazos sencillos y lenguaje bastante soez para la época (primera mitad del siglo XX), espeluznantes crímenes impresos en papel de mala calidad con tintas planas.

Así es la tremenda violencia a la que asistimos, seguramente un tanto azorados: vulgar, ramplona, absurda, berreta, chapucera, miserable… y tremendamente ineficaz. Porque, si algo no puede construir la violencia, es poder. Puede generar miedo, durante un tiempo. Luego algún resquemor. Incluso sospecha. Hasta que la sociedad avizore que, oculto bajo disfraces de policías de un futuro distópico, hay un poder blandito y cagón, que corre como joven libertario en marcha de jubilados y llora como un niño cuando algo no le sale como él quiere… Y estalle.

Foto de Carlos Brigo.
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Datos

En estadística, lo que desaparece detrás de los números es la muerte”, dijo, alguna vez, Günter Grass. Probablemente por eso el gobierno se cuidó bien de no ofrecer datos precisos. Se supo, sin embargo, que fueron detenidas 114 personas y que la jueza Karina Andrade ordenó liberarlas bajo la idea de que “se encuentra en juego (…) el derecho a la protesta, a manifestarse en democracia”. Dictamen que contradice de plano el intento del Gobierno de transformar a la magistrada en el “chivo expiatorio” de la violencia de las fuerzas represivas poniendo la liberación de los detenidos en el paquete de “la puerta giratoria de la Justicia”. Como si fuese lo mismo un pibe, quebrado de adicciones, que debía ser institucionalizado para su contención y curación, que miles de ciudadanos ejerciendo su derecho constitucional de manifestarse.

Y, además, como si tuviesen dónde alojar a los detenidos. Casi 100 de ellos estuvieron durante horas adentro de camiones celulares, paseando por la ciudad de la furia. Hay una profunda contradicción en una dirigencia política que reclama mano dura, descenso de la edad de imputabilidad, ejecución efectiva de las penas, pero no construye cárceles ni ningún otro tipo de institución en donde alojar a los detenidos para su resocialización.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene frenada, desde antes de la pandemia, la obra de una cárcel en Marcos Paz que iba a hacer en colaboración con la Nación, además del proyecto de alcaidía central con capacidad para 700 reclusos que se iba a levantar en los terrenos de Villa Soldati, en donde, claro, los vecinos se oponen. Contradicciones de época: la sociedad quiere que vayan “todos presos” pero resiste la construcción de institutociones en sus barrios.

También se informó que el operativo de las Fuerzas de Seguridad incluía 1.000 efectivos, pero, a ojo de buen cubero, eran muchos más. Sobre todo, al promediar la tarde, cuando miembros de la Policía de la Ciudad llegaron para hacer el trabajo más sucio de estas verdaderas redadas: hacerse cargo de las personas que las fuerzas nacionales detienen sin estar habilitadas para hacerlo. De todas maneras, ningún dato interesa. Los manipulan. Los tuercen. Los corrompen. Y usan a sus lacayos de los medios para remachar conceptos falsos. Pero, claro, están las imágenes girando por las redes. La inmensa tarea de cámaras y periodistas gráficos que narran la verdad sin ambages. Y entonces Bullrich puede contar que el tipo apuntó al cielo con su arma mortal pero justo pasaba una paloma y el obús rebotó en su pico provocando el accidente. Toda esa patraña mientras se ve en miles de posteos al efectivo, rodilla en tierra, apuntando en línea recta… para matar. 

Foto de Carlos Brigo.
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Cacerolas

Desde la Rosada salieron a bancar a la ministra de In – Seguridad, pero, dicen las malas lenguas, antes la habían citado al Komisariat para apretarle los dedos con una puerta y comprometerla, como una manera de purgar culpas, a pasarse formalmente del PRO a La Libertad Avanza para así poder presentarla como candidata en las elecciones de la Ciudad, cosa que a Pato no le costaría demasiado: es una piba muy rana… ha vivido a los saltos.

Se dice también que mientras la regañaban en las oficinas presidenciales y le hacían rubricar su nueva traición partidaria, las cacerolas sonaban en Plaza de Mayo. Pero decidieron no reprimir, a pesar de que había más capuchas que gente. Las paredes del hábitat presidencial parece que, además de oídos, tienen parlantes. Y en la reunión, cuentan, Karina escuchó murmullos y ecos que remitían a diciembre de 2001. Deben ser los fantasmas… deben ser.

Se asustaron de su propia violencia. De lo duros (en el sentido más amplio del término) que habían estado muchos de los efectivos de las Fuerzas. De la gaffe de tener varias horas detenidos a dos chicos de 12 y 13 años, esposados y tirados frente a la verja de Casa de Gobierno. De las imágenes de policías golpeando, gaseando y disparándoles a ancianos cuyo único pecado era haber ido a pedir una vida un poco más digna cuando les queda tan poco para la muerte.

Todo puesto al aire incluso por los canales “amigos” que no podían evitar la exhibición de esos actos verdaderamente criminales, aunque los conductores hablaran de un intento de golpe de Estado y la Ministra asegurara que “la gente” había ido “preparada para matar”. Y el diario La Nación reseñara “Una jubilada le dio un bastonazo a un policía, este reaccionó y le provocó una caída: resultó herida por un fuerte golpe en la cabeza”, título que, además de estar escrito con los codos, es una afrenta a la verdad.

Lo cierto es que Beatriz Bianco, 87 años, increpaba a los policías y estos, primero, la rociaron con gas y luego, probablemente el más cobarde de todos los que estaban allí, la golpeó en la cabeza con su tonfa, lo que provocó que la anciana cayese de espaldas y sufriera un duro golpe en la nuca que le produjo una herida cortante. El “agente de la ley” (?) se ocultó rápidamente entre sus compañeros, señal inequívoca de que sabía que la había cagado.

Quedan, para el registro trágico de la jornada, las calles sembradas de cartuchos; los proyectiles de las pistolas lanzagases que están prohibidas en el mundo por su potencia letal;las decenas de personas heridas por las balas de goma o los golpes que, las tortugas ninja del subdesarrollo, les dan a los marchantes con sus “palitos de amasar ideologías” y sus escudos para protegerse de… ¿la lluvia?; la valentía de los viejos, y también su dolor sin cobardía; la tarea de los periodistas, camarógrafos y fotógrafos en el registro de lo que intentan ocultar; la desproporción de la violencia con la que se reprimió; dos niños muy niños detenidos y esposados; una jubilada internada por los golpes recibidos y Pablo Grillo, fotógrafo, 35 años, herido para siempre aunque sobreviva (la está peleando).

Queda, también, el horror. Pero La Libertad Avanza, festeja.

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Gobernar

Milei viajó a Bahía Blanca. No tenía pensado hacerlo. De manera lacónica le había explicado al intendente Federico Susbielles que no lo hacía para que “no piensen que fui por la foto”. Cuestión, por otra parte, muy fácil de resolver no yendo por la foto. Llevando soluciones; escuchando a los damnificados; dando una mano. Lo convenció (¡cuándo no!) Karina que le dijo que los astros le eran favorables.

Él no quería. Aún después de la mojada de oreja que le había hecho Cristina por “X” y la pica en Flandes que le había clavado Axel. No quería. No tenía ganas. Le cuesta. No le sale. No está en su naturaleza. No fue hecho para gobernar. Su permanencia en el cargo, como queda cada vez más claro, se debe a que, dadas algunas de sus patologías psicológicas, es el único capaz de hacer las barrabasadas que sus patrones le ordenan. Aún al costo de ir preso el día de mañana… o peor.

Su antítesis; su más contundente contracara es Axel Kicillof que, desde el minuto uno, estuvo poniendo el cuerpo en el territorio, haciéndose cargo de la tragedia. Cuatro días después de que la inundación devastara la ciudad (la número 17 en cantidad de habitantes del país) y antes de que el Presidente decidiera si viajar o no, el gobernador anunció una batería de medidas paliativas que van desde subsidios no reembolsables de 800.000 pesos para los aproximadamente 33 mil hogares de menores ingresos hasta créditos a tasa preferencial de 40 millones para empresas, pasando por obras de infraestructura, transportes gratis y distintos beneficios impositivos. Las medidas implicarán una inversión de 273 mil millones de pesos (Milei lo pondría en la columna de gasto).

El Gobierno nacional, por su parte, envió 10.000 millones de pesos (poco menos de 10 millones de dólares) y… si te he visto, no me acuerdo. Un Guillermo Francos de gesto dispéptico esbozó una voltereta para retacearle el culo a la jeringa y sostuvo que «el Gobierno acompañará en lo que pueda» pero que era básicamente responsabilidad de Buenos Aires y del municipio. Esto mientras “Toto” Caputo,el viernes último sin ir más lejos, se tiembeaba 474 millones de dólares de las reservas para mantener el dólar planchado y que sus amiguitos sigan fugando sin dilación (más de lo que el intendente bahiense estimó que demandaría la reconstrucción todo lo que el agua se llevó).

Pauta

Decía que, finalmente, Milei viajó al lugar del desastre. Seis días tarde, pero viajó. Está claro que venía arrugando más que gusano que tiene que frenar de golpe. Que preveía las puteadas que recibió. Que sabía que, aunque estableciera una distancia de 100 metros entre la comitiva oficial y los bahienses furiosos, aunque se rodeara de agentes de las Fuerzas y custodios, lo iban a repudiar de alguna manera. Entonces las fotos incómodas, circundado por gendarmes, ministros, unos pocos dirigentes de La Libertad Avanza local (que le habían sugerido que no fuera) y nadie más. Por eso estuvo poco tiempo. Dio una vueltita, tuvo un ataque (¿de furias? ¿de pánico?) y se volvió un par de horas después de haber llegado. 

Axel estuvo ahí todo el tiempo. Física y políticamente. Pensando acciones. Ejecutando programas. Trabajando en la administración del Estado. Explicando las medidas en una conferencia de prensa. Sin embargo, la mayoría de los medios, la emprendieron contra el gobernador. Algunos destacaban su presencia, pero decían que sus dichos estaban demasiado politizados, como si la decisión de suspender la obra pública, vaciar de personal el servicio meteorológico y desbaratar la Dirección Nacional de Emergencias fuesen medidas culinarias. Otro canales y radios, directamente, ignoraron los anuncios.

Claro, casi al unísono, se filtró un desagradable descubrimiento: el cuentito de la “pauta oficial cero” era una burla más del Presidente a un sector de la población que decidió creerle. Santiago Caputo, el monje gris clarito,a través de su amigo Guillermo Garat, ejecutó 97.110 millones de pesos de publicidad sólo de YPF durante 2024 (hago la aclaración porque además maneja la publicidad del Banco Nación y de Aerolíneas Argentinas). En 2023, gestión Alberto F., la petrolera había ejecutado 31.749 millones, un tercio de lo que gastó el gobierno que iba a “terminar con los periodistas ensobrados”: todos pasan por el despacho de Caputito.

A esta cifra, casi 100 millones de dólares sólo de una empresa del Estado (?), hay que sumarle: el refuerzo de 1.600 millones que recibió el dia después de la represión amén de las caricias y mimos económicos que los empresarios patrocinados por el… perdón, los empresarios “difundidos” por el gobierno de La Libertad Avanza brindan a medios y periodistas en pro de mantener al Papadas en el poder.

Por eso, ciertas peleas, como la que se dice sostiene con Clarín, son apenas fuegos de artificio. Y al que se crea el conflicto, lo invito a leer el título del “diario de la Argentina” sobre el acuerdo con el Fondo. Dice ese compilado de canalladas publicadas en tapa: “El Gobierno usará la plata del FMI para pagar la deuda con el Central que dejó el kirchnerismo”. FALSO. En todo caso Caputo le pide dólares al FMI para pagar la deuda que tomó Caputo con el FMI… ¡Una boludez!

Valijas

Lo único bueno de esto es lo mal que se está poniendo”, solía decir mi viejo en una época en donde todavía se podía ironizar con la política. Hoy la realidad es tan patética que uno no puede ni reírse de cuestiones que deberían ser un gag en sí mismas, como el tema de que Laura Belén Arrieta, una joven que ingresó al país en un vuelo privado con una docena de valijas (demasiadas hasta para un contrabando de pilchas) y pasó por la aduana sin abrirlas porque hubo “una orden de arriba”, trabaje en una empresa de limpieza. Nada mejor para “lavar”…

Ahora bien: ¿qué tan arriba? ¿Juan Pazo (otro apellido con justicia poética), el recientemente nombrado titular de ARCA? O hay que mirar más alto. ¿Es este el caso Antonini Wilson de los hermanitos Milei?, digo, tiempos de campaña y cuando están secas las pilas de todos los timbres que ellos aprietan. Como dice un querido amigo, tienen la comunicación y las encuestas cartelizadas. Pero hay que sostenerlo. Y eso cuesta dólares que faltan en la Argentina.

Por eso, esta chica, que reporta a la Conferencia de Acción Política Conservadora (otra piara de extrema derecha) y que es amiga de Santiago Caputo, habría cumplido el rol “lavador” necesario para traer las verdes esperanzas cash que paguen la campaña e ainda mais. ¿Halló Milei su propio currier de campaña? ¿Ivanka Trump no es tan gauchita con el Papadas como lo fue con Mauricio Macri cuando le trajo los dólares para financiar el golpe contra Evo Morales? ¿O será que Milei no es “persona de su amistad”? El poder tiende a reírse con los bufones, pero no los financia demasiado. Un mendrugo de vez en cuando y, a hacer piruetas.

Deuda

A este país del Antón Pirulero, sin rumbo y con más problemas que los Pérez García, el Fondo Monetario Internacional pareciera que le va a hacer un nuevo préstamo. O sea, digamos: más deuda, más recortes, más hambre, más enfermedad, más pobreza. Todo a sola firma, porque lo va a hacer gracias a un DNU emitido por el presidente y a espaldas del Congreso. No se quejen, después, si el próximo gobierno no les reconoce el compromiso y se niega a oblar (cosa poco probable, porque al final todos se hincan ante el derpo económico)

El espíritu (el objetivo, en realidad) de la creación del Fondo en 1944, en el marco de los acuerdos de Breton Woods, fue el de estabilizar el sistema monetario internacional y promover la cooperación económica global. Pero, en este mundo líquido que nos explicó Zygmunt Bauman, todo ha cambiado y el prestigioso y tradicional organismo multilateral creado con fines tan loables se ha vuelto poco más que un prestamista barrial que hace excepciones cuando el solicitante es simpatizante de su equipo de fútbol o su pareja para los torneos de bochas. Subjetividad al palo, lo del FMI.

Obviamente le importa tres belines tirar su reputación a los chanchos entregándole más dólares (ya le dio 44.500 millones) a un deudor insolvente e incumplidor serial de acuerdos, que es una especie de barril sin fondo o, mejor dicho, fugador sin fondo. Bajo un pretexto, además, que no podría avalar ni un nene de jardín de infante: los dólares solicitados -dicen- serán destinados a para recapitalizar los activos del BCRA. El mismo Banco Central que había jurado destruir. Y reitero, cambian deuda en pesos (inejecutable, además) por deuda en dólares.

A la luz de este dislate, las diputadas y diputados de Unión por la Patria Sabrina Selva, Victoria Tolosa Paz, Brenda Vargas Matyi, Juan Marino, Hugo Yasky, Daniel Gollan y Julio Pereyra, representados por el constitucionalista Eduardo Barcesat, presentaron una denuncia por “abuso de autoridad” y “violación de los deberes de funcionario público” en la que señalan que el DNU que el Gobierno publicó en le Boletín Oficial este martes viola los artículos 75 y 76 de la Constitución Nacional además de que el art. 2° de la Ley de Fortalecimiento de Sostenibilidad de la Deuda Pública, aprobada durante el Gobierno de Alberto Fernández, obliga a que todo programa de financiamiento con el FMI debe ser aprobado por una ley del Congreso.

Pero en el mismo DNU rubricado por Milei está la explicación de todo: están desesperados. Los dólares siguen yéndose (por fuga, por turismo o porque, desconfiados, los argentinos los guardan en el colchón) y la sangría verde se torna insoportable. Tanto que, esta semana, Toto Caputo apeló a una medida desesperada: ordenó al Banco Nación que ofrezca una Tasa Nominal Anual del 2% por ventanilla y del 2,5% por operaciones electrónica. Un delirio si se tiene en cuenta que el banco Santader paga 0,05% y el BBVA 0,35%. Y si nos limitáramos al universo de la banca pública, el Banco Ciudad que paga 0,01%.

Lo explicó clarito Guillermo Michel: “Luego del pico de depósitos del sector privado en dólares, que alcanzó los USD 34.626 millones el 31 de octubre de 2024, el retiro de dólares del sistema bancario se aceleró. Al 28 de febrero de 2025, los depósitos en dólares cayeron USD 30.389 millones”. Hoy las reservas están debajo de los 28.000 millones (el viernes, ya lo dijimos, tuvieron que vender 474) lo que significa que en menos de 100 días, los argentinos retiraron más de 6.000 palitos verdes. Demasiado desangrarse para un gobierno escaso de glóbulos con la cara de Benja Franklin.

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Congreso

Decía, unos párrafos antes, de la violencia de interiores. La que se viene exhibiendo desde el inicio del gobierno de Javier Milei que, de arranque, le dio la espalda al Poder Legislativo y decidió tratar de “ratas corruptas” a los diputados y senadores. A partir de ese momento, y acaso para demostrar que cierta razón lo asistía al proferir estos insultos, se dedicó a torcer y corremper voluntades en el Parlamento. Látigo y billetera, el viejo sistema impuesto por Macri, pero más violento, más brutal, sin guardar ninguna forma y ni tener ningún pudor.

Radicales violáceos, peronistas alilados. Gobernadores puestos en la morsa de banco; legisladores convertidos en tránsfugas baratos. La famosa correlación de fuerzas de Alberto Fernández transformada en una toma de jiu jitsu en la que, el más débil (Milei) utiliza la fuerza del más fuerte (la oposición) para conseguir victorias absurdas.

Por eso era previsible que, en algún momento, esa violencia nervada iba a estallar en el recinto, como esta semana cuando, en la sesión de la Cámara de Diputados se desencadenó una suerte de batahola íntimista que alcanzó su pico en el intercambio de golpes de puño entre Oscar Zago, otrora jefe del bloque libertario y Lisandro Almirón, legislador correntino de La Libertad Avanza. No fue el único conato de agresión. La inefable Lilia Lemoine la emprendió con sus compañeras Marcela Pagano y Rocío Bonacci, quien no encontró otra cosa con que tirarle que con el agua que tenía en un vaso.

Gritos, empujones, escándalo al por mayor que Martín Menem, presidente de la Cámara, aprovechó para hacer caer una sesión en donde estaban por tratarse la derogación de las facultades delegadas y la normalización de la Comisión de Juicio Político, con pronóstico de derrota para el oficialismo y un final abierto que podía afectar duramente a Milei y su hermana presidencial.

Menem, increpado por Máximo Kirchner y el resto del bloque de Unión por la Patria, huyó cual rata por tirante pero dejó abierta la posibilidad que los libertarios al frente de otras comisiones decidieran suspender las reuniones para evitar nuevos chisporroteos.

Así y todo, en el Senado, se consiguió dictamen para tratar los pliegos de los jueces nombrados por decreto en la Corte Suprema y si logran presionar lo suficiente, probablemente el próximo jueves, en el recinto de la Cámara alta se produzca un nuevo quiebre institucional. Caigan los pliegos de Lijo y García Mansilla y comience una nuevo tira y afloja: el presidente diciendo que de todas maneras tienen mandato hasta diciembre y los legisladores reclamando que renuncien… “Todo es posible en la dimensión desconocida”, decía una vieja serie de TV de los años 60.

Pulp Fiction

Nuestro presidente en la diáspora, Javier 1ero. de los Estados Fundidos, preparabaun nuevo tour fascistoide porque, total, en la Argentina (que él no recorre), está “tadaaaa biannn”. Pero parece que lo convencieron de que su percepción no es compartida por la mayoría de los argentinos así que, cuando cerraba la semana, el energúmeno libertario decidió no viajar a España, donde iba a recibir la medalla “Escuela de Salamanca” (será porque él es la prueba evidente que lo que Natura non da, Salamanca non presta) que le sería entregada por “El Club de los Viernes” (leyó bien, le juro que no es joda… no soy tan talentoso), otra caterva liberal de las que florecen en esa Europa cada vez más decadente que, ahora, ha “descubierto” el milagro del armamentismo como solución a todos sus males. Claro que la mejor razón que le dieron fue que ya tiene una denuncia gallega por la estafa cripto y que, si bajaba en Barajas, podía ir en cana.

Lo que no postergó fue su periplopor Israel, donde recibirá el “Premio Nobel Judío” (que, entre otros reconocimientos,  representa un millón de dólares) concedido en el pasado enero por su apoyo a las víctimas del terrorismo. Y también probablemente de una conferencia magistral en Tel Aviv (insisto que esto no es joda, aunque parezca). Aunque el tema que abordará en esta charla no está aún definido, me atrevo a augurar que hablará del 17.000% de inflación que él evitó al ganar la presidencia; de los sucios y retrógrados comunistas, o socialistas, o periodistas, o kirchneristas (“son todos lo mismo”, según él) para cerrar con su estentóreo ¡Viva la Libertad, Carajo! que, para un auditorio que habla hebreo en su mayoría, será difícil de explicar, más que de traducir.

Claro que antes de este viaje y luego de una semana tan, pero tan difícil, Milei pasó por ExpoAgro, acompañado de Patricia Bullrich y José Luis Espert, para mostrarse sólido en sus provocaciones y prometer que los iba a meter “presos a todos”, cosa que los paisanos aplaudieron como si fuese un recital de La Sole revoleando el poncho. Un poco de amor para el vapuleado Neurótico que siempre necesita mimos y reconocimiento porque, si algo le interesa, es ser famoso. Lo que probablemente lo conduzca a una fama no deseada es que sería el primer presidente de la democracia que alcanza el triste récord de 14 meses de caída consecutiva del consumo. Y que, sin embargo, no puede bajar la inflación. Porque, aunque los mismos Federico Sturzenegger y Patricia Bullrich que, con cara de velorio, exhibían el 1,48% de inflación en 2015, hoy celebren el 2,4% alcanzado gracias a destruir el país y el presidente intente explicar que, si no hubiese subido la carne, la inflación sería más baja (y dice que es economista, ¡por dió!), el hambre empieza a picar, igual que las balas, cerca de ese sector de la sociedad que enciende el helicóptero. Y Milei, como un Travolta payasesco, protagonista de una mala saga de Tiempos Violentos, se vuelve ese meme que mira, desconcertado, para todos lados. Acaso porque no sabe por dónde escapar.

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