Según el Gobierno, el valor de los alquileres triplica la inflación interanual

Entre noviembre de 2024 y noviembre de 2025 los alquileres aumentaron, en promedio, un 99,8%. La inflación general para el mismo periodo, medida también por el Indec, fue del 31,4%. En definitiva, el precio de los alquileres triplicó la inflación general.

Los valores de actualización varían de acuerdo a la zona del país, pero en todos los casos superan por más del doble la variación de precios generalizada. Los mismos datos oficiales informaron que, para el penúltimo mes de 2025, los precios de los alquileres habían crecido un 77,7% en Buenos Aires, 96,2% en la zona Pampeana, 99,2% en el Noreste del país, 114,1% en el Noroeste, 97% en Cuyo y 114,9% en la Patagonia.

Durante 2024 ocurrió algo similar: mientras la inflación general para diciembre fue del 117,8% interanual, en términos generales los alquileres aumentaron un 226,6%:  262,7% en Buenos Aires, 253,1% en la zona Pampeana, 214,4% en el Noreste del país, 198% en el Noroeste, 233,9% en Cuyo y 197,3% en la Patagonia.

Desde Inquilinos Agrupados atribuyen estos incrementos –muy por encima de la inflación general– a la derogación de la ley de alquileres a través del DNU 70 del 2023, que el 20 de diciembre cumplió dos años. Los números avalan esta idea: para diciembre de 2023, con una inflación general del 211,4% interanual, los alquileres se incrementaron en un 115,9%: casi 100 puntos por debajo del promedio general.

“Desde abril de 2024 empiezan aumentos muy fuertes de los alquileres que superan la inflación”, declaró en una entrevista en la cadena CNN Gervasio Muñoz, director de Inquilinos Agrupados. “El alquiler triplica la inflación. El mercado inmobiliario dice que bajó un 30% en términos reales, pero el Indec dice todo lo contrario”, agregó.

“Se alquilan habitaciones que empiezan a proliferar por las crisis de ingresos. La solución que encuentran los mercados es alquilar un departamento por habitaciones, a varias personas”. Eso les permite, sintetizó, una mayor rotación a los locatarios, aunque implica una mayor precariedad e inestabilidad para los inquilinos.

El alquiler de una habitación en una pensión, por ejemplo, se ha vuelto también una de las tendencias para los jubilados. Pero, ante el aumento de la demanda, informan desde Inquilinos Agrupados, los valores de estas habitaciones también se incrementaron: pueden rondar los $ 380 mil, más que una jubilación mínima, que en diciembre es de $340.879. Al otro extremo de edades están los jóvenes, los que, por la caída de los ingresos y el aumento de los alquileres, tampoco pueden independizarse: cuatro de cada diez de los que comprenden las edades de entre 25 y 35 años siguen viviendo con sus padres por el porcentaje del salario que insume un alquiler.

La Fundación Tejido Urbano destacó en un informe reciente que, en el caso de estudio (la provincia de Córdoba) suben la vacancia y la morosidad en los alquileres. También documentaron una “menor demanda estudiantil y ventas aún retraídas”. “El Monitor de Actividad Inmobiliaria de Córdoba registró un aumento de la vacancia en viviendas en alquiler del 4% al 8,3% entre septiembre y octubre, el nivel más alto del año. Aunque no se considera crítico, inmobiliarias locales advierten que el crecimiento de unidades desocupadas refleja la pérdida de poder adquisitivo, sobreoferta y mayor selectividad de los inquilinos”, afirmaron.

Desde Inquilinos Agrupados analizaron la situación a dos años de la derogación de la ley y resaltaron que existen similitudes en el razonamiento que ahora se utiliza para la reforma laboral que impulsa el Ejecutivo: “el argumento es el mismo: la libre negociación y la voluntad de las partes, fingiendo que dueño y patrón están en igualdad de condiciones frente a inquilino y trabajador”.

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Agustina Bordigoni

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