29 de octubre de 2025

Sí hay plata

Se quedó con el negocio de los pañales de Pami y recibió $ 6 mil millones de la Andis

La polémica por la adjudicación de un contrato millonario por el que la compañía Urbano Express pasó a distribuir los pañales a los jubilados ahora se extiende a la Agencia Nacional de Discapacidad. Un contrato de $ 6.400 millones para la entrega de cartas documento de auditorías que debieron dar marcha atrás.

La empresa Urbano Express fue la adjudicataria de un contrato por 450 millones de dólares para distribuir pañales de PAMI de una forma muy cuestionada. La empresa en la que el Grupo Clarín participa del 30% de las acciones fue la única que pudo presentar su propuesta y su participación fue posible gracias a que en enero de este mismo año agregó servicios que encajaban perfecto con la licitación. Pero, además, se trata ahora de una de las tres encargadas de distribuir las cartas documento para las auditorías de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) que en el 50% de los casos nunca llegaron a sus destinatarios –según denuncias de organizaciones independientes como Acij–.

De los $ 26.630 millones que implicó ese contrato, la compañía se quedó con un total de $ 6.400 millones junto a Correo Argentino (a quien se le adjudicó un total de $ 6.700 millones) y Andreani (con un total asignado de $ 13.526 millones). En total, el contrato preveía el envío de hasta 2,04 millones de cartas documento para las auditorías.

La totalidad del proceso fue declarado nulo por la Justicia, algo que el mismo Gobierno reconoció: la semana pasada, poco antes de las elecciones, la Andis anunció que, dando cumplimiento a una medida cautelar, todas las pensiones por discapacidad serían restituidas. Pero el contrato ya corría y el dinero se gastó.

Un cambio en las funciones

El 14 de abril se publicó en el Boletín Oficial la resolución para llamar a concurso público. El PAMI iniciaba un proceso para “la provisión, almacenamiento, preparación, transporte, distribución y entrega de higiénicos absorbentes descartables (H.A.D.) para atender la demanda de los afiliados del instituto en todo el país, por el término de treinta y seis (36) meses, con opción a prórroga por hasta doce (12) meses”. Las consultas para participar estarían habilitadas hasta cinco días hábiles previos al acto de apertura. Pero los resultados del proceso estuvieron listos 6 días hábiles después de la publicación.

La empresa Urbano Express estaba preparada para participar: en enero de este año amplió su objeto social e incorporó, según se publicó en el Boletín Oficial el 20 de enero, “la comercialización, venta, almacenamiento de insumos y productos incluyendo insumos y productos domésticos, médicos e higiénicos, cosméticos de higiene oral, suplementos dietarios y medicamentos que se encuentran regulados, o no, por la Anmat”. No existía, hasta ese momento, una función (más allá de la logística o el servicio postal) que incluyera el almacenamiento de insumos y menos una referencia a “médicos e higiénicos”, como podrían ser los pañales. De hecho, desde diferentes organizaciones se ha documentado un retraso en las entregas y largas filas de jubilados retirando sus pañales en los depósitos que tiene la compañía en Buenos Aires.

Una inversión millonaria

La empresa ha experimentado un gran crecimiento en el último año. En octubre de 2024 una nota de Clarín resaltó que la compañía había abierto la planta de logística más grande de la Ciudad de Buenos Aires, y que planeaba una inversión de 30 millones de dólares. “La flamante instalación demandó una inversión de US$ 7 millones. Detrás del proyecto está la compañía Urbano Express”, puede leerse en la descripción.

En la nota explican que “la empresa de servicios logísticos y postales de última milla, Urbano Express, que cumple 20 años, inauguró la planta más grande de la industria en la Ciudad de Buenos Aires. Esto, agregaron, “forma parte de un plan proyectado a 2027 con un desembolso total de US$ 30 millones. Los US$ 23 millones restantes estarán destinados a la instalación de otras plantas”.

Luego describen que “la compañía tiene como accionista mayoritario a su socio fundador, Walter Román, hijo del empresario Alfredo Román y el menor de los cuatro hermanos que portan este apellido asociado al negocio familiar de transporte pesado, grúas y grandes obras de infraestructura”. Él es quien tiene el 56% del paquete accionario. En tanto, continúan, “un 30% pertenece a Arte Gráfico Editorial Argentino (AGEA), de Grupo Clarín, y un 14% a dos ejecutivos: Marcelo Wirth y Marcelo Mattio, presidente y vicepresidente de Urbano, respectivamente”.

El texto resalta un dato no menor sobre el contexto desregulador que en su momento propició la aparición y el auge de Urbano Express: “’Cuando empezamos a operar, bajamos el costo de US$ 1 a US$ 0,20. Somos una empresa en innovación permanente y capitalizamos oportunidades’, afirmó Román en relación a los inicios de la compañía tras la apertura del rubro que habilitó el exministro de Economía Juan Domingo Cavallo, permitiéndole competir contra OCA, Correo Argentino, Ocasa y Andreani”.

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