La diferencia entre lo que muestran los informes oficiales y lo que experimenta la gente cada vez que va al supermercado o paga un servicio se volvió abismal. Según un estudio del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), los consumidores creen que los precios subieron un 4,23% en mayo, cuando las proyecciones privadas apuntan a que el índice oficial apenas superará el 2%.
La UTDT viene midiendo desde hace un año la inflación que percibe la población con una pregunta clave: ¿cuánto cree usted que aumentarán los precios en los próximos 30 días? Este enfoque busca captar la sensibilidad inmediata de los hogares frente a la dinámica de los precios. El dato de mayo, aunque marcó una leve baja respecto al 4,55% que surgió en abril, sigue muy por encima de lo que estima el INDEC, que en abril informó un 2,8% y en mayo mostraría una cifra aún menor, entre el 1,8% y el 2%, según estimaciones de consultoras.
“Desde mayo de 2023 incorporamos una nueva pregunta sobre la inflación mensual esperada para los próximos 30 días. Esta pregunta tiene una mayor tasa de respuesta que la inflación anual, lo que sugiere que en un contexto de elevada incertidumbre probablemente le sea más fácil a la persona contestar lo que cree pasará en un mes”, explicaron desde la universidad.
Una canasta desactualizada y cambios en el consumo
Expertos del sector privado vienen advirtiendo que la brecha entre la inflación medida oficialmente y la percibida podría tener que ver con la forma en que el INDEC calcula el índice. La canasta de bienes y servicios sobre la cual se basa la medición oficial tiene décadas de antigüedad, y no refleja con fidelidad los nuevos patrones de consumo de la clase media.
Por ejemplo, rubros como internet, plataformas de streaming o servicios digitales en general han adquirido un peso central en los gastos mensuales, pero todavía no tienen una ponderación significativa en el cálculo del IPC. Esto hace que, aunque muchos precios efectivamente suban, el impacto en el índice oficial resulte atenuado.
El relevamiento de la UTDT también indagó sobre las expectativas de inflación anual. Allí, los encuestados estimaron en promedio un aumento del 38,8% para los próximos doce meses, mientras que la mediana se ubicó en el 30%.
“Ambos, el promedio y la mediana, son indicadores del centro de los datos, de lo que reporta el típico encuestado, pero la mediana suele ser más insensible a cambios de tendencia, por lo que permanece inmóvil en meses consecutivos y da saltos grandes pero infrecuentes”, explicaron los autores del estudio. “La media, por el contrario, es más sensible a la variación temporal en las respuestas y tiende a moverse cada mes”.
Una brecha que se repite todos los meses
Desde enero, la percepción de inflación que mide la UTDT se mantuvo por encima del 4%: 4,25% en el primer mes del año, 4,48% en febrero y casi 5% en marzo. Si bien en mayo bajó a 4,23%, la diferencia respecto al índice oficial persiste, alimentando la sensación de que las estadísticas del Gobierno no reflejan del todo la realidad del día a día.
En definitiva, la desconexión entre las mediciones técnicas y la percepción social de la inflación no solo pone en cuestión la representatividad de los datos oficiales, sino que también evidencia una pérdida de confianza en la capacidad del Estado para reflejar lo que realmente ocurre en la economía cotidiana.
About Author
Te puede interesar también...
-
Kicillof: «Es mentira que no hay plata, para la timba siempre hay»
-
Milei destinó el doble en subsidios a empresas que a personas
-
Sabor a nada: el nuevo blanqueo de Milei
-
Menéndez: «No es posible un peronismo ganador si adentro ponen palos en la rueda»
-
La Provincia realiza Jornada de Vacunación contra el Sarampión