La relación entre Javier Milei y China no atraviesa su mejor momento. El Presidente insistió en cuestionar al gigante asiático por su sistema político y sus vínculos comerciales, y esa postura ya empieza a tener consecuencias directas en la economía argentina. Pekín redujo sus adquisiciones de carne vacuna nacional y consolidó a Brasil como socio preferencial para cubrir su demanda.
Durante julio, las ventas de carne argentina hacia China alcanzaron las 44.842 toneladas, lo que marcó una merma del 7% respecto de junio. El último informe del Mercado Ganadero Rosgan advirtió: «Una tendencia que podría volver a agudizarse en agosto, tal como se especulaba, a raíz de la disrupción comercial causada por los aranceles adicionales impuestos por Estados Unidos y la reacción comercial esperable de uno de los países más afectados: Brasil».
Mientras tanto, el país vecino incrementó un 18% sus envíos de carne hacia China en el mismo período y, en el acumulado del primer semestre, superó en 15% los niveles de 2024. La presión arancelaria en el mercado estadounidense, que encareció las exportaciones brasileñas a ese destino, aceleró este redireccionamiento hacia Asia.
Advertencias del sector
Un documento replicado por la Bolsa de Cereales de Rosario señaló que la situación genera un riesgo para la Argentina: «En el caso particular de China —donde nuestro país mantiene una alta exposición comercial, dada la participación que representa sobre el total exportado—, el posicionamiento de Brasil frente a este nuevo escenario arancelario no es un dato menor».
De hecho, con base en las certificaciones emitidas por el SENASA durante agosto, los analistas ya anticipan un retroceso más marcado en las colocaciones locales.
Impacto en precios y stocks
Los informes privados revelan además que el mercado chino acumula inventarios de carne vacuna superiores a los de meses anteriores. Según la consultora OIG+X, el índice de stocks trepó diez puntos en lo que va del año y se ubicó en 85%, lo que refleja tanto un mayor ingreso de mercadería como problemas de absorción en la demanda interna.
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) también aportó señales de alerta: en agosto, los precios de los cortes exportados al gigante asiático retrocedieron entre 1,7% y 2,1%. Aunque los valores aún superan los de 2024, se prevé una baja en los volúmenes exportados por causas internas, como el atraso cambiario y el discurso confrontativo de la Casa Rosada.
Dependencia creciente
En el primer semestre, China absorbió el 59,9% de las toneladas de carne enviadas al exterior por la Argentina y concentró el 43,2% del valor total. Sin embargo, ese peso estratégico empieza a resquebrajarse en un contexto donde las decisiones políticas se cruzan con las necesidades económicas.
El Rosgan advirtió que los próximos meses serán clave: «Recordemos que, durante el trimestre septiembre-noviembre, suelen registrarse los momentos de mayor actividad comercial con este destino, por lo que el desempeño que se logre alcanzar en este período será determinante para equilibrar el balance final del año».
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