Whirlpool decidió apagar su línea de producción en el parque industrial de Pilar y dejó en la calle a 300 trabajadores, en un movimiento que volvió a exponer cómo la recesión y la apertura importadora golpean a las fábricas que apostaron por producir en el país. La firma venía con números en baja desde el año pasado, cuando ya había echado a 60 operarios por la caída de la demanda, y ahora directamente abandonó la fabricación local.
La empresa comunicó que solo sostendrá, por ahora, sus áreas de importación, ventas y logística, que operan desde las oficinas ubicadas sobre la Ruta 8. El giro empresarial generó sorpresa entre los trabajadores porque la planta funcionó con normalidad hasta el día previo al anuncio.

Ignacio Cabezas, integrante del plantel, contó que la novedad llegó durante una reunión convocada de urgencia en el comedor. “Hasta ayer veníamos produciendo normal, y hoy de golpe fue el cierre de la planta. El director nos dijo que bajó el volumen de venta, estamos sobre stockeados”, explicó.
El trabajador agregó que los directivos dieron a entender que la compañía evalúa mantener a unas pocas personas “un tiempo más”, aunque sin precisiones. “Se nos comentó que es más barato traer de afuera el producto y venderlo, no quieren fabricar más en la Argentina”, señaló en diálogo con Agenda Propia.
Frente al desconcierto por la situación laboral, Cabezas también remarcó que la empresa prometió reconocer las indemnizaciones correspondientes: “De palabra nos dijeron que se van a pagar las indemnizaciones, pero no nos hicieron firmar nada”.
About Author
Te puede interesar también...
-
El elegido de Presti: un funcionario que frenó búsquedas de bebés robados y visitó represores
-
ATE analiza adelantar la huelga mientras el Gobierno prepara 28 mil despidos
-
Milei, bajo reproche de Trump: la alianza con EE.UU. cruje por el avance chino
-
La orgía
-
Escándalo en la Oficina Anticorrupción por un funcionario que asesoraba a uno de los coimeros de ANDIS
