Las universidades públicas llevan adelante un paro de 48 horas para hoy y mañana convocado por el Frente Sindical de Universidades Nacionales. Esta medida es una respuesta al significativo recorte presupuestario implementado por el gobierno de Javier Milei, que ha afectado profundamente al sistema de educación superior del país.
Según el «Análisis Presupuestario del SNCTI – Febrero 2025» elaborado por el Grupo EPC, el financiamiento para las Universidades Nacionales (UUNN) experimentó una disminución real del 27% en comparación con el año anterior. Este ajuste se suma a una caída del 25% registrada en 2024, acumulando una reducción total del 45,3% en los últimos dos años. Además, la masa salarial de docentes y no docentes en las UUNN presenta un crédito 27,6% y 27,8% menor, respectivamente, en relación con 2024, lo que se añade a una caída del 22% real del año pasado.
Este contexto de desfinanciamiento llevó a la comunidad universitaria a manifestarse en defensa de la educación pública y de sus condiciones laborales. El paro afecta a docentes y personal no docente, quienes denuncian la pérdida salarial y el deterioro de la calidad educativa debido a la falta de recursos.
Los gremios advierten sobre el impacto negativo de estas políticas de ajuste en la educación pública y exigen al gobierno una revisión urgente del presupuesto asignado a las universidades nacionales. Este paro se suma a una serie de protestas que reflejan el descontento en la comunidad educativa y la preocupación por el futuro de la educación superior en el país.
Impacto en la ciencia y la tecnología
El recorte presupuestario no solo afecta a las universidades, sino también al sector de ciencia y tecnología en general. De acuerdo con el análisis del Grupo EPC, la Función Ciencia y Técnica (FCyT) sufrió una caída del 34,5% en términos reales respecto a 2023. Este ajuste profundiza la crisis en el sistema científico nacional, afectando a organismos como el CONICET, la CNEA, el INTA y el INTI.
Además, la inversión estatal en ciencia y tecnología cayó un 32,9% en 2024, situándose en el 0,208% del PIB argentino, según el Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI). El presupuesto destinado al CONICET, principal organismo de ciencia y tecnología del país, descendió un 20%.
Estos recortes han generado preocupación en la comunidad científica, que alerta sobre el riesgo de una «fuga de cerebros» y el deterioro de la capacidad investigativa del país. La reducción de fondos para investigaciones y el ajuste en los salarios de los científicos pueden tener un impacto negativo en la producción de conocimiento científico y tecnológico en Argentina.
La situación actual plantea desafíos significativos para el futuro de la ciencia y la educación en Argentina, y la comunidad académica y científica continúa buscando respuestas y soluciones ante este escenario adverso.
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