Para no ser pobre, una familia necesita más de 1 millón de pesos

El consumo sigue en caída y los ingresos no alcanzan para cubrir lo básico, mientras las ayudas sociales quedan por debajo de la indigencia.

El costo de vida sigue en aumento y los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) lo confirman. Durante enero de 2025, el precio de la Canasta Básica Total (CBT) subió un 0,9% respecto de diciembre y acumuló un incremento del 73% en los últimos doce meses. Como resultado, una familia tipo –compuesta por dos adultos y dos menores– necesitó al menos $1.033.716 para no caer en la pobreza.

En el caso de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el umbral de indigencia, el informe oficial detalló que una familia requirió $453.000 para no ser considerada indigente. Sobre este punto, el Indec explicó: “La CBA, utilizada para medir los niveles de indigencia, se ha determinado tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades (adulto equivalente)”.

La caída del consumo y el impacto de la inflación

El deterioro del poder adquisitivo también se refleja en el consumo de bienes esenciales. Según datos de la consultora Scentia, las ventas en supermercados y comercios de consumo masivo bajaron un 3,8% en enero, en comparación con el mismo mes del año pasado. En las grandes cadenas de supermercados, la caída fue aún más pronunciada, alcanzando el 8,3%.

El informe de Scentia advirtió que la recuperación del consumo dependerá de la evolución de los ingresos, pero advirtió que la brecha entre salarios e inflación sigue siendo amplia: “Sigue muy ensanchado el gap ingresos-inflación, y aunque se recuperen los salarios, va a tomar muchos meses que se achique esa diferencia, la cual fue de casi 30 puntos entre 2023 y el primer semestre de 2024. Recién vamos a empezar a ver un repunte en abril o mayo de este año y seguramente el 2025 cierre levemente en positivo”.

Beneficios sociales por debajo de la línea de indigencia

El incremento en el costo de vida contrasta con la evolución de las políticas de ingresos. En enero, el monto nominal de la Asignación Universal por Hijo (AUH) aumentó solo un 2,43% respecto a diciembre, quedando en $95.520 por hijo o hija. Sin embargo, la Tarjeta Alimentar –un refuerzo clave para los sectores más vulnerables– no recibió actualización en el mismo período.

Según un estudio del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma y el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), coordinado por Claudio Lozano, el beneficio de la Tarjeta Alimentar se mantuvo en $52.250 para hogares con un hijo, $81.936 para familias con dos hijos y $108.062 para quienes tienen tres o más hijos. Como resultado, los ingresos de estos hogares quedaron por debajo del umbral de indigencia.

En cuanto al salario mínimo, el gobierno de La Libertad Avanza dispuso un ajuste a través de la Resolución 17/2024, estableciendo el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) en $286.711 para enero. El informe de la CTA Autónoma destacó que este monto es prácticamente idéntico al que había propuesto la Unión Industrial Argentina (UIA) y representa la mitad de los $572.000 que impulsaban las tres centrales sindicales en la última reunión del Consejo del Salario. “La fijación del valor impuesto para diciembre fue prácticamente el mismo propuesto por los empresarios de la UIA de $278.000, y resultó en la mitad del salario de $572.000 propuesto por las tres centrales sindicales (CGT, CTA y CTAA) en la última reunión de diciembre del Consejo del Salario donde no se llegó a un acuerdo consensuado entre las partes”, concluyó el informe.

Los datos reflejan que la pérdida del poder adquisitivo sigue afectando a los sectores más vulnerables, mientras que las políticas de asistencia social no logran compensar la escalada de precios.

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