4 de septiembre de 2025

Ni el tiro del final

“Estás desorientado y no sabés…”
Cátulo Castillo

Pasar de la guita crocante a la, por ahora, estabilidad crujiente podría resultar paradójico, pero ahí están. Pedestres en esa vulgaridad de los recién llegados, el Casalito Presidencial, y su turbadora conformación de una mujer fálica y “un pollera”, hace más agua que la bodega del Titanic. Acullá quedaron los días del férreo triángulo hoy oxidado. Han perdido algo que muy difícilmente puedan recuperar: ese remedo de respeto reverencial que provocaban otorgando prebendas o infundiendo miedo.

Se les anima cualquiera. Un veterano Eduardo Eurnekian, sin ir más lejos, les impone -a cambio de “protección”-, a Guillermo Francos, que nunca sirvió para otra cosa que para hacer los deberes del poder; un puñado de gobernadores, otrora lábiles y genuflexos, se les paran de manos y hasta les infringen heridas de compleja cicatrización; un esclavo de la gleba se va de boca (¿se va de boca?) y los mete en un laberinto de denuncias, dudas, acechanzas, purgas y revanchas internas que transforma los pasillos de la Rosada en un coto de caza; sus espías (los propios, esos que tocan el timbre y mueven los arbustos) no salen de su estupor y los otros (los de verdad, los que han escuchado a propios, ajenos y hasta a familiares), se hacen una panzada ante tanta improvisación y candidez.

Y encima el Mercado. Y sus demandas voraces. Y sus apetitos nunca satisfechos. Chaparrones de Santa Rosa empapando un devenir que NMAP (No Marcha de Acuerdo al Plan), al menos no todo, porque hay que reconocer que la parte de la tocata y fuga sigue sonando como un clavecín ben temperato: Tasas homicidas (tanto que los que están obligados a tomarlas dudan que lleguen a cobrarlas alguna vez) y la pantagruélica fiesta del dólar que sigue barato (el Central tuvo que vender a pesar de lo prohibido), alimentando importaciones innecesarias, turismo emisivo y acumulación en los colchones porque todo el mundo sabe que, más rápido que enseguida, Toto o quien lo suplante, va a devaluar y todo partirá rumbo al joraca. Claro, bajo la atenta y complaciente mirada del FMI, también conocido como el Partícipe Necesario.

No te fíes ni de tu hermano

Se les soltó el hilván. Él no controla nada (ni los esfínteres, como es de público conocimiento) y Ella ha demostrado ser una estratega de telgopor. Los Menem, especialistas en bolsiqueo, le vienen comiendo la billetera, entre otras cosas. Y Conan como si nada. Las fuerzas del cielo parecen debilitadas, escuálidas, anémicas… Se les acalambró el brazo armado. El “Gordo” Dan se puso a dieta. “Santiaguito qué pasó…”, diría el payaso Firulete.

En realidad, los descubrieron. Y no como a América. Los descubrieron como a cualquier ladrón al que agarran con las manos en la masita. Y, encima, el Papadas lo confirma: “están molestos porque les estamos afanando los choreos”, dijo. ¡Mamadera! Sin hacés un casting para gentes nada preparadas para gobernar, los Milei ganan seguro: bah, entran primero y segunda. Claro, después de tanta experiencia frustrante, del riojano de Anillaco a esta parte, era natural que los patrones necesitaran un par de pájaros (los dos…) que estuviesen ocupados en otras cosas: él en la fama, las fotos, el choluleo (una suerte de cazador de autógrafos con avión pago con la nuestra); ella manoteando a diestra y siniestra (esto último más que lo primero) porque, después de tantos años de malaria, amasando y tirando tarot marsellés, no iba a desaprovechar su paso por la caja fuerte del Tío Rico. Se vendían como honestos pero, la verdad, es que nadie había querido comprarlos. 

Lo único inexplicable es que hayan roto el viejo apotegma de “donde se come no se maniculea”. ¿Había necesidad de esa crueldad para con los discapacitados si les ibas a calotear la que les correspondía? ¿Era ineludible pegarles todos los miércoles a los viejos si te ibas a afanar hasta las biromes en el PAMI? ¿Tenías que poner de candidato a Gobernador de Corrientes al cusifai con el que estabas haciendo el negocio de regalarle todo lo que quedaba retenido por la Aduana? Improvisados. Aprendices. Hambrientos rumbo al empacho. Sonó la campana y les sacaron el banquito.

¡Dale nomás!

Cosacos de la KGB, venezolanos mal encarados, periodistas camanduleros y hasta un utilero de la Asociación de Fútbol Argentina estarían confabulados para derrocar al gobierno, según la denuncia de la Ministra Patricia Bullrich que, considerando sus aseveraciones, debería seguir la recomendación de tener siempre un conductor responsable a mano. Se trataría, entonces, de un golpe mediático-soviético-futbolístico-iraní o similar. Están groggy. No pueden reaccionar. Los reyes de las narrativas apenas si balbucean disparates. ¡Volvé, Caputito… te perdonamos!

Bah, en realidad no, no vuelvas. Quedate donde estás… (?) Porque antes de reconocer la falibilidad de Karina, Javier es capaz de entregar a “Lule” (al que, además, le tiene ganas desde hace rato). O agarrar un avión e irse a hacer campaña a Las Vegas, en donde los afiches del Casino Sahara anunciaban el show de Fátima Flórez con un resaltado que decía “¡Viene Milei!”. Porque allí seguro no lo iban a agredir con brócolis asesinos. Aunque, lo de Fátima, a la Primera Hermana no le gustó demasiado así la sacaron de agenda. También a Trump, pero no porque Karina no quisiera sino porque el Rubio ni les contestó el pedido de reunión. Así que el periplo se limitará a un paseíto por Los Ángeles, acompañado por su ministro de Economía, para reunirse con “El Rey de los Bonos Basura”. ¡No hay ojos pa´ verlos!

Allá partió un bastante deprimido Javier Milei luego del bochorno que resultó su acto de cierre de campaña en Moreno, donde no lo mataron… ni lo acompañaron. Parafraseando a Macedonio: “fueron tantos los que faltaron que si faltaba uno más no entraba en el descampado”. A los gritos, con esa exultación impostada que ya no convence ni a los fanáticos (tan es así que cuando comenzó su discurso, la gente empezó a retirarse), el Papadas interpretó viejos hits: “Enano Soviético”, “Quieren Matarme”, “Saquen al pingüino del cajón” y estrenó “Se metieron con mi hermana”. El cierre con otro tema nuevo: “Empate técnico” habla de inconsistencia en la que se percibe el espacio libertario. 

La Hermana Presidencial y sus Cumbiamberos decidieron bajar del escenario a Espert (luego de su huida a bordo de una motito conducida por un tipo acusado de asesinato y de sus fotos con Spagnuolo, parece haber caído en desgracia). Si estuvieron Diego Valenzuela, Sebastián Pareja, “La Pepona” sacando fotos y pocos más. Como dijo el humorista Kibudi: “50% policías, 47% servicios y 3% Karina”. La única violencia manifiesta fue el botellazo que recibió Cristian Mercante, notero de América TV. Parece que tampoco odian bastante a los movileros.

Un grupí trampeó a Jesús

No está claro. Que Toto Caputo sea un grupí[1] no está del todo lo claro. Sí que ha trampeado a Dios y a María Santísima. Incluso al mismísimo Presidente que, al parecer (y sólo al parecer) no estaría tan sólido en Economía como para recibir un Premio Nobel. Puede que sí para el nobel judío, ese que le permitió lavar un palito verde con la ayuda de sus amigos israelíes, pero nunca el de verdad. Tan es así que Simon Johnson, ganador del rubro Economía en 2024 acaba de contradecir fuertemente al Papadas. Este profesor del MIT analizó el desastre argentino, y afirmó: “Abolir el Estado realmente no funciona porque el Estado estará ahí, y la pregunta es qué tipo de Estado, quién lo controla, cuáles son sus prioridades y cómo está organizado”. Fenómeno barrial…

Claro que el Toto ya se tiró en el área y lo miró al referee (¿Kristalina?) pidiendo penal. “No es mi programa -dijo-. Es el del Presidente”, reclamó abriendo los brazos. Y cuando un puñado de grandes empresarios lo advirtieron sobre el “mal humor social” les respondió que a Milei “no le importa”.

A esta altura, uno tiende a creer que al Papadas no le importa nada. A partir del martes, el Tesoro Nacional se dispuso a “participar en el mercado de cambios a fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento”, cuestión que dejó en claro que el dólar ya no flota, ni flotaba, ni flotó jamás, más allá del nada feliz sketch humorístico que hizo el equipo económico en el streaming de Fantino. Eso sí, el anuncio de la intervención estatal lo festejaron con un asado que hicieron con los libros de la Escuela Austríaca.

Lo cierto es que el verde billete (hoy azulado) sigue cerca del techo de la banda (de la banda coimera no, de la banda de flotación en donde no flota), el riesgo país se disparó rumbo a los 900 puntos (andá a pedir un crédito al Mercado), las acciones desbarrancan, los bancos están calentitos y Caputo prepara su remera roja y sus bermudas. Todo para llegar a octubre. Y nadie sabe para qué.

Y todo el Carnaval…

En los audios censurados más o menos, la voz de Karina no haría referencia a ninguna coima, retorno o dádiva sino a algo más complejo y, acaso, más peligroso para el inestable poder que maneja el Presidente Milei: su salud. En un lenguaje un tanto críptico (no se sabe si es porque habla en clave o porque le cuesta construir oraciones), la Primera Hermana haría referencia a una profunda fragilidad psicofísica. “No le hablen, no le pidan, se estresa y se… descompone”, diría la Secretaria General, palabras más, descripciones sobre la naturaleza de la indisposición menos. Hay quienes dicen que, de conocerse los audios, Milei estaría al borde de la destitución por enfermedad.

El poder mengua, se diluye. Los legisladores huelen ese acre aroma de la derrota y las comisiones de investigación brotan como los hongos después de la tormenta. El affaire Libra; los desvíos en el PAMI; las coimas de su hermana: cada caso tiene su delegación investigadora y en cada una resuena el nombre de Karina como la “convocada de lujo”, incluso utilizando “la fuerza pública” (¡tomá mate!). Teniendo en cuenta la facilidad de palabra de la Secretaria General, su retórica limpia y cuidada, su don para la oralidad, esa presencia en el Congreso podría resultar uno de los días inolvidables en la centenaria historia democrática de nuestra Patria.

No la van a exponer”, aseguran algunos de los últimos mileístas puros que van quedando en el Palacio y sus aledaños. “Javier va a hacer todo lo necesario para que Karina zafe”, agregan para luego en voz más baja, casi inaudible, agregan: “¿quién lo va a contener, de otra manera?”. La condición de acompañante terapéutico que desempeña, además de sus múltiples roles como recaudadora, estratega, celosa guardiana del entorno, valijera, Moisés, médium, cancerbera, coimera, etc. hacen de la hermana presidencial un ser imprescindible para el fluido desarrollo del devenir gubernamental. “Él, sin Ella, no es nada”, terminan reconociendo los mismos interlocutores casi en un susurro. 

Y es que la gran preocupación de los pocos que están preocupados pasa, básicamente, por la estabilidad emocional del Papadas. “Cualquier movimiento puede costar la vida del artista”, nos asustaban, allá lejos y hace tiempo, los presentadores de los circos cuando algún equilibrista estaba a punto de realizar un acto peligroso. Sin Karina; sin plan; sin amor; sin dólares; sin el apoyo de Estados Unidos; sin Caputo; sin Netanyahu; sin Conan y sin Olivos, la endeble psiquis presidencial se tensa más que la cuerda de un violín bien afinado. Y los riesgos de un final impredecible, se multiplican… como en un tango. “Amargo desencuentro porque ves que es al revés”. Lástima, bandoneón.


[1] Del Diccionario Lunfardo: “Falso postor en un remate, en connivencia con el rematador// persona que engaña a otra”.

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