Milei se puso en contra hasta el campo

Las entidades rurales advirtieron que el aumento del impuesto a las exportaciones profundizará la crisis productiva.

A horas de que se aplique el aumento de las retenciones a la soja y el maíz, las principales organizaciones agropecuarias lanzaron un comunicado conjunto con duras críticas al Gobierno nacional. La Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), CONINAGRO y la Federación Agraria cuestionaron con dureza la medida, que llevará el tributo de la soja del 26% al 33% y el del maíz del 9,5% al 12%.

«Desde la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias venimos reclamando, desde hace meses y años, medidas urgentes y definitivas que atiendan los graves problemas de competitividad que arrastra el sector. Lo hemos hecho de manera institucional, en cada encuentro con legisladores, autoridades del Poder Ejecutivo nacional y de los gobiernos provinciales. Y lo seguiremos haciendo con responsabilidad y firmeza», señalaron en el texto difundido este lunes.

El documento describió las retenciones como un obstáculo histórico que impide el crecimiento sostenido del campo. «El cuestionamiento principal de la vigencia de los Derechos de Exportación (DEX), más allá de las alícuotas, es que son un impuesto distorsivo, anacrónico y perjudicial, ha hecho que nuestro país desaproveche inmejorables oportunidades para la inversión y el desarrollo federal. Ha generado un inevitable retraso social, tecnológico y productivo, a pesar de los esfuerzos aislados de los productores y otros eslabones de la cadena por sostener la producción y el arraigo rural», apuntaron las entidades.

En otro tramo del pronunciamiento, los dirigentes rurales plantearon que la presión impositiva complica la actividad y agudiza el desaliento de quienes producen alimentos. «La presión fiscal asfixiante, inequitativa e injusta que ataca la competitividad del sector en cada provincia donde la cadena agroindustrial define el desarrollo, el empleo y la calidad de vida», expresaron. Y subrayaron: «No hay más margen para medidas discrecionales de corto alcance, que solo profundizan la incertidumbre y la desazón. El campo argentino necesita reglas claras, previsibilidad y una Argentina sin retenciones».

Francos defendió los impuestos y justificó la decisión oficial

El ministro del Interior, Guillermo Francos, salió a responder los cuestionamientos y reconoció que la situación es compleja. «Siempre escuchamos el reclamo de los productores y entendemos que los gobernadores de provincias agropecuarias puedan sumarse a ese reclamo. Es razonable, pero también es irrazonable que no entiendan que el gasto y el equilibrio fiscal del Gobierno se mantiene con muchos impuestos que no fueron creados por nosotros», afirmó en una entrevista con Radio Mitre.

Francos insistió en que el contexto fiscal obliga a sostener los tributos. «No se puede pedir que se bajen de un día para otro impuestos que generan recursos importantes», aclaró. Además, señaló que el Gobierno buscó morigerar el impacto sobre el sector agropecuario: «Estamos haciendo todo el juego posible para afectar de la menor manera posible a los productores, pero no nos pidan que eliminemos retenciones porque eso es imposible».

El funcionario reconoció que, a su juicio, se trata de un tributo cuestionable: «Es un impuesto que no debiera existir», dijo, pero recordó que el esquema vigente tenía vencimiento este 30 de junio. En ese sentido, defendió la política económica de la gestión Milei: «Hemos bajado muy fuerte el gasto de Nación, hemos reducido 50 mil puestos de trabajo y cerrado organismos. Es una Argentina que está en crisis», subrayó.

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