9 de enero de 2025

Libertarios y radicales traban las negociaciones a Kicillof por el endeudamiento

La oposición presiona al gobernador bonaerense para quedarse con dos sillas en la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires.

La oposición presiona al gobernador bonaerense para que le dé dos sillas en la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires. Desde Casa de Gobierno sostienen que “no son cargos que tengan que ver con el Presupuesto”. Prórroga de la ley de leyes y debate en stand by.

El martes estaba prevista una reunión entre las dos patas legislativas -oposición y oficialismo- junto con la del Ejecutivo para retomar las negociaciones por el Presupuesto 2025, Fiscal Impositiva y endeudamiento, luego de los dos intentos fallidos en la Legislatura bonaerense en diciembre. El encuentro se realizó pero sin la presencia del gobierno.

De esta manera participaron el presidente de la Cámara baja, Alexis Guerrera; el titular de la comisión de Presupuesto y hombre de Martín Insaurralde, Juan Pablo de Jesús; y los opositores Marcelo Etchecoin Moro (Coalición Cívica), Diego Garciarena (UCR-Cambio Federal) y Matías Ranzini (PRO). Según informaron desde la presidencia de la Cámara: “Seguimos charlando y tratando de acercar posiciones para tratar de aprobar este paquete de leyes”. “Al margen que el Ejecutivo haya pedido más tiempo, el oficialismo no va a dejar de tener diálogo con la oposición porque sería sumar más riesgo a la aprobación”, informaron. 

Lo cierto es que desde Gobernación esgrimen que “no hubo avance” en las negociaciones debido a una ruptura de difícil retorno: “El quiebre es por los lugares en la Corte Suprema bonaerense”, afirmaron desde calle 6. Los bloques de La Libertad Avanza y la UCR – Cambio Federal pidieron una banca cada uno para el máximo organismo judicial bonaerense

Vale remarcar que la Corte Suprema bonaerense funciona con 7 miembros, pero desde hace algunos años y producto de renuncias, jubilaciones y el fallecimiento de uno de los jueces, actualmente cuenta con 3 magistrados. Daniel Soria, Hilda Kogan y Sergio Torres sostienen a la Corte, por lo que, en medio de las negociaciones habituales de fin de año, un sector opositor vio la oportunidad de pedir algunas sillas. 

Por el lado de la UCR – Cambio Federal, el presidente del bloque Agustín Garciarena dijo que cree que es “una buena oportunidad” discutir esos cargos. El nombre que el espacio correligionario acercó al Ejecutivo fue el de Marina Sánchez Herrero, actual titular del Concejo Deliberante de Mar del Plata y esposa de Maximiliano Abad, diputado radical a nivel nacional. Abad, fue hasta 2023 el presidente del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, y desde esa época es que sueña con que su esposa llegue a la Corte Suprema. Hasta ahora no ha podido.  

Otro espacio que pidió una silla para la Corte es el bloque de La Libertad Avanza, liderado por Agustín Romo. El bloque libertario negoció con el Ejecutivo por separado. Es decir, no formó parte de manera oficial de la mesa de negociación que encabezaban los ministros de Hacienda, Pablo López, de Infraestructura, Gabriel Katopodis, y la Secretaria General, Agustina Vila. Incluso un funcionario bonaerense confesó que “si le dábamos una silla, su bloque aprobaba todo”, en relación a los libertarios. 

Sabido es que el gobernador Axel Kicillof no dio lugar a tal negociación. El 30 de diciembre pasado, en la última conferencia de prensa del año, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, dijo que las sillas de la Corte Suprema “no eran cargos” que “tuvieran que ver con el Presupuesto”, por lo que no se iban a discutir

Los únicos cargos que en Gobernación habían aceptado discutir eran las bancas en el Consejo General de Educación, el directorio del Banco Provincia, y algunos cargos en tesorería. En calle 6 advirtieron que, si la oposición los quería, “que pasaron los nombres de cada uno y el Gobernador los nombraba por decreto”. Pero ello tampoco sucedió

Reelecciones indefinidas: un debate con final abierto

Otro tópico que también trabó las negociaciones -sobre todo en la interna del peronismo- fueron las “reelecciones indefinidas”. El 20 de diciembre pasado, en el primer intento por tratar el paquete de leyes en debate, un grupo de intendentes estuvo en la Legislatura y quiso meter cuchara. Participaron la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Julián Álvarez (Lanús), Federico Otermin (Lomas de Zomora), Andrés Watson (Florencio Varela) y Ariel Sujarchuck (Escobar). 

Tras el encuentro, Mayra dijo que el pedido de reelecciones “es un planteo que da vueltas”. Sin embargo, aclaró: “No lo define la Legislatura ni nosotros; es un tema que debe ser una definición de la Gobernación”.

Para cerrar el debate, en la misma conferencia del 30 de diciembre, Bianco se mostró “a favor” de las reelecciones pero dejó en claro que no era competencia del Ejecutivo. “Nos han expresado mucha preocupación intendentes de distintos espacios políticos porque no se quiso tratar el tema de la reelección… Era algo que se estaba discutiendo y debatiendo en la Legislatura”, remarcó. 

“Nosotros estamos a favor de las reelecciones indefinidas de todo tipo de cargos en tanto y en cuanto sean votados por quien los tiene que votar que es el pueblo. Nuestra posición es que es proscriptiva la posibilidad de no ser reelecto”, cerró y dejó así un mensaje positivo para los 135 jefes comunales

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