26 de octubre de 2025

La industria automotriz cae por segundo mes consecutivo y los importados copan el mercado

El retroceso se profundizó en agosto, mientras las terminales locales pierden terreno frente a las fábricas brasileñas.

La actividad automotriz en la Argentina atraviesa uno de sus momentos más delicados en años. Según el último informe de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), durante agosto se repitió un escenario negativo: la producción y las exportaciones cayeron nuevamente, mientras las ventas internas mostraron un repunte sostenido casi exclusivamente por la llegada de autos importados.

En las plantas locales se ensamblaron un 20% más de vehículos que en julio, un salto explicado por la estacionalidad del sector. Sin embargo, la comparación interanual dejó un saldo preocupante: la producción bajó 13% frente a agosto del año pasado, lo que se suma al derrumbe de 16% registrado en julio. El balance de los primeros ocho meses de 2025 todavía mantiene un leve crecimiento de 6,2%, aunque con una tendencia claramente descendente.

El golpe más fuerte llegó por el lado externo. Las ventas al extranjero retrocedieron 22% frente al mismo mes de 2024, segunda caída seguida tras el desplome de 35% en julio.

En ese momento, el presidente de ADEFA, Martín Zuppi, había justificado el freno de la producción con “ajustes estacionales producto del receso de vacaciones y tareas de mantenimiento y actualización tecnológica por nuevas inversiones en las plantas de algunas asociadas”. La reiteración de caídas, sin embargo, sugiere un problema de mayor profundidad.

La paradoja es que mientras la fabricación y las exportaciones retroceden, las ventas a concesionarios subieron 33% en agosto en relación al año anterior. Pero el impulso no proviene de la industria local: el crecimiento responde a la comercialización de modelos que las marcas importan, principalmente desde Brasil, para cubrir un mercado que se vuelca cada vez más hacia vehículos fabricados fuera del país.

Los números de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA) son contundentes: en agosto, más del 60% de los autos vendidos provinieron del exterior. En lo que va de 2025, el 49% de las unidades comercializadas fueron brasileñas, contra apenas un 42% nacionales. Un año atrás la ecuación era inversa, con un 58% de producción argentina frente a un 34% de Brasil.

Zuppi insistió este miércoles en que la salida requiere “potenciar la competitividad sistémica de la industria” y reclamó “la reducción de la carga impositiva a nivel nacional, provincial y municipal”.

El cuadro se agrava con la apertura comercial impulsada por Javier Milei, que según la propia Unión Industrial Argentina (UIA) golpea especialmente a los fabricantes de autos. Así, aunque la venta de vehículos aparece como uno de los pocos sectores que sostienen la actividad económica, la realidad es que el auge se alimenta de importaciones en detrimento del trabajo y la producción local.

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