17 de diciembre de 2025

La importación desmedida dejó a la industrial textil al borde de la ruina

El sector textil reclama urgencia ante una ola importadora que cambió precios, empleo y reglas de juego en tiempo récord.

La cadena textil vive uno de los momentos más duros de los últimos años. Fabricantes, pymes y comercios advierten que la apertura casi total del mercado impulsó una llegada masiva de prendas chinas que desplazó producción local, achicó planteles y alteró por completo la competencia. En la Fundación ProTejer hablan de un escenario que reconfiguró el sector y dejó a miles de trabajadores frente a una tormenta que avanza sin freno.

Según los datos que la entidad difundió, el desembarco chino domina de forma abrumadora la importación del rubro y concentra más del 70% de los ingresos de productos textiles. El salto se dio entre 2024 y 2025, cuando la desregulación, la liberalización del correo puerta a puerta y la expansión de plataformas de venta directa desde Asia empujaron a niveles inéditos la presencia de prendas ultrabaratas.

El impacto del ultrafast fashion y la competencia desigual

En las fábricas hablan de una pulseada imposible. La ropa que entra vía Shein, Temu o AliExpress termina en el mercado con precios que no cubren ni los costos locales de materia prima. Desde ProTejer remarcan que, detrás de esa avalancha digital, aparecen prácticas sin trazabilidad, sin certificaciones y sin controles de calidad que dejan al sector nacional en inferioridad total.

El informe enumera las consecuencias que ya siente la industria: fábricas que achican turnos o directamente bajan la persiana, comercios con ventas desplomadas frente a plataformas que no tributan impuestos locales, y una oferta inundada de prendas sin estándares mínimos.

En algunos segmentos, el dominio es absoluto. China concentra el 94% de los tejidos de punto que entran al país, el 71% de la indumentaria y el 68% de las confecciones. Según los industriales, ese nivel de penetración golpea el empleo formal y deja a la producción nacional sin margen para competir.

Desregulación a fondo y plataformas sin control

La Fundación identifica dos motores centrales detrás del avance chino. El primero: la eliminación de regulaciones que, hasta hace poco, funcionaban como un dique de contención. Desaparecieron la declaración jurada de composición, los valores criterio de importación, los controles de etiquetado, de talles y las normas antidumping.

El segundo vector es el boom del régimen courier. Las compras directas desde Asia llegan con un sistema que evita aranceles, no pide certificaciones, no tributa como cualquier comercio local y, encima, se beneficia de envíos subsidiados a través de programas como ePacket.

El mundo frena, Argentina acelera

El documento marca un contraste fuerte con el escenario internacional. En Europa, Estados Unidos y México avanza un consenso para regular el ultrafast fashion. Francia aplicó impuestos ambientales y prohibió publicidad de estas marcas. Estados Unidos eliminó la exención de mínimos y cobra aranceles a todos los envíos. México exige registración fiscal y carga impositiva a las plataformas.

Mientras tanto, Argentina soltó controles y dejó abierta una vía que, según ProTejer, se convirtió en un canal de ingreso sin comparación en la región. En la entidad remarcan que otros países apuntan a proteger empleo, producción y recaudación, mientras que la flexibilización local multiplicó el impacto sobre la industria.

El documento de ProTejer en PDF

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